Unidades Funcionales
Enviado por pomposita16 • 13 de Abril de 2014 • 4.637 Palabras (19 Páginas) • 534 Visitas
El cerebro en acción: Las tres unidades funcionales básicas en la determinación de la conciencia.
ALEXANDER ROMANOVICH LURIA
Primera Unidad Funcional. Para la producción, regulación y mantenimiento del tono o activación de la corteza cerebral.
Hacia mediados del pasado siglo XX se produjo un descubrimiento importante, que determinó, junto al conocimiento alcanzado sobre la fisiología de la corteza cerebral y su relación con las funciones mentales, la elaboración por Luria y su escuela de una teoría acabada sobre la organización anátomofuncional de los procesos psíquicos en el substrato material del encéfalo.(1)
El descubrimiento de las leyes neurodinámicas fundamentales realizado por Pavlov (2), puso de relieve que precisamente estas leyes caracterizan el estado óptimo de activación del tono cortical, cuya presencia es esencial para el curso organizado de toda actividad nerviosa superior (ANS) o actividad psíquica. Este tono cortical está presente y se mantiene con fluctuaciones, durante la vigilia, desaparece durante el sueño y disminuye en el estadio inmediatamente precedente al mismo; no fue sin embargo, hasta las postrimerías de la década del 40 del siglo XX, cuando se descubre, que las estructuras responsables de la producción y mantenimiento del tono cortical se encuentran localizadas en la región del tallo encefálico y no en el cortex cerebral como se creía hasta ese momento. En 1949 Moruzzi y Magoun (3) descubrieron una estructura situada a todo lo largo del tallo encefálico y región diencefálica, especialmente adaptada por su constitución anatómica y funcional para cumplir el papel de mecanismo activador de la corteza cerebral, denominada por estos autores formación reticular. En el seno de esta formación reticular se identifica un sistema cuyos núcleos de origen se encuentran en el diencéfalo y en la calota mesocefálica y en la parte rostral de la calota protuberancial que posee una influencia activadora sobre toda la corteza cerebral mediante conexiones multisinápticas que ascienden hasta terminar en toda la corteza, estos núcleos de origen de la formación reticular reciben numerosas aferencias directas y colaterales de las vías específicas de la sensibilidad, que conducen la información procedente del medio interno del individuo y del medio externo o ambiental. Esta estructura de la formación reticular intercalada en paralelo respecto al sistema de aferencias corticales específicas de la sensibilidad general y especial en su tránsito hacia el cortex tiene una influencia activadora sobre este último cortex y fue denominado por estos autores: sistema reticular activador ascendente (SRRA), cuya función es la de producir, mantener y regular el tono de activación cortical cerebral necesario para el normal funcionamiento de esta estructura y cuyas fuentes de energía, tienen su origen en los estímulos procedentes, del medio ambiente externo y del interior del sujeto a partir de las aferencias viscerales de los diferentes sistemas y aparatos del organismo. Investigaciones posteriores, precisaron que de los núcleos de la formación reticular del tallo cerebral (encefálico) y del diencéfalo se originaban conexiones descendentes hacia los sectores intercalados y eferentes de los segmentos del tallo cerebral y de la médula espinal.(4,5,6,7) Por intermedio de estas conexiones descendentes se condicionaban respuestas motoras, viscerales y se regulaba la entrada de aferencias por las diferentes vías específicas de la sensibilidad: visceral, gustativa, propioceptiva, éxteroceptiva, vestibular y auditiva, regulándose también por mecanismo semejante la entrada de las aferencias olfatorias y visuales por parte de las estructuras suprasegmentarias respectivas. La organización anátomofuncional de este sistema o formación reticular, se completó con numerosas investigaciones que demostraron que desde la corteza cerebral descendían numerosas conexiones: 1) a los núcleos de origen de la formación reticular de asiento diencefálico que tienen una función de activación selectiva, fásica, moduladora sobre regiones corticales específicas y 2) a los núcleos reticulares de la calota mesocéfalo-pontina del tallo cerebral de acción activadora difusa, tónica o mantenida sobre toda la corteza cerebral en su conjunto.(8, 9, 10) Por su origen filogenético, las porciones más antiguas de la corteza cerebral, conocidas como archicortex y el paleocortex, forman parte de toda esta estructura a la que Luria, denominó primera unidad funcional o unidad para la activación y regulación del tono cortical. Esta unidad mantiene una estrecha relación funcional con el sistema endocrino y el sistema inmunológico por medio de la inervación visceral y la vía humoral. A ella le están encomendadas importantes funciones vitales reflejas como: 1) la conducta instintiva para la procreación y defensa, imprescindible para la vida y el mantenimiento de la especie animal, 2) la regulación refleja de las funciones vitales psico-neuro-endocrino-inmunológicas que mantienen la homeostasis del organismo (11) y 3) la regulación del sueño, la vigilia, y los diferentes grados de activación cortical acorde con las exigencias del entorno y los intereses del individuo. El aseguramiento del tono óptimo de activación cortical cerebral, que ejerce esta primera unidad funcional, conduce al origen y mantenimiento de un estado neurodinámico cortical normal que resulta imprescindible para todas las actividades conscientes del hombre. La primera unidad está organizada verticalmente, en niveles de actividad refleja nerviosa, de creciente complejidad, a medida que se “asciende” (en dirección rostral) desde los segmentos neurales hasta el archi y paleocortex, presentando un carácter autorregulado por estos propios sectores corticales y por el neocortex de las restantes unidades funcionales. (Figura 1). A su vez desde las estructuras corticales del archi y paleocortex y desde los niveles subcorticales del diencéfalo y formación reticular diencefálica, descienden conexiones hacia el sistema nervioso segmentario del tallo cerebral, incluida su propia formación reticular, y de la médula espinal, para asegurar el control reflejo de la conducta visceral y somática del organismo. En el trabajo de esta unidad es de resaltar que no interviene exclusivamente a actividad nerviosa refleja sino que existe un control por vía humoral en el que participa
Segunda Unidad Funcional, para recibir, analizar y almacenar información.
La corteza cerebral que constituye esta unidad se encuentra situada por detrás de la cisura central o rolándica y comprende toda la corteza de los lóbulos: parietal, temporal y occipital. En esta región se encuentran los extremos corticales de los analizadores cutáneo-cinestésico, auditivo-vestibular y visual.
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