Las reformas del 2008 y 2011: Cambios en ley, mismas violaciones de Derechos Humanos

Las reformas del 2008 y 2011: Cambios en ley, mismas violaciones de Derechos Humanos.

Luis Manuel Cadenas López

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RESUMEN/ABSTRACT  

Este articulo examina las violaciones de los derechos humanos en los centros penitenciarios de México tanto antes como después de las reformas constitucionales federales realizadas en 2008 y 2011. A pesar de que estas reformas establecieron un control jurisdiccional de la legalidad y reconocieron los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, aún existen problemas importantes que requieren atención en los centros penitenciarios. Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021 de la CNDH, aún hay mucho por hacer para mejorar las condiciones en los centros penitenciarios y garantizar el respeto a los derechos humanos. Es esencial mantener un seguimiento de la situación y tomar medidas para mejorar las condiciones y fomentar el respeto a los derechos humanos.

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Este artículo busca dar a conocer de manera imparcial las violaciones de los derechos humanos en México dentro de los centros penitenciarios que, a pesar de la reforma constitucional del 2008 y 2011; se siguen perpetuando. Con el tema ‘Las reformas del 2008 y 2011: Cambios en ley, mismas violaciones de Derechos Humanos’, me he planteado la siguiente pregunta: ¿Funcionaron realmente dichas reformas en la materia penitenciaria? Para ello intentaré darle una respuesta a lo largo del siguiente artículo.  

Con las reformas al sistema de seguridad y justicia penal del 2008 y la de derechos humanos en 2011, fueron sin lugar a dudas, unos de los cambios jurídicos más importantes de México; ya que estableció por primera vez en nuestro país

un control jurisdiccional de la legalidad donde será la autoridad judicial (Juez de Ejecución) la encargada de vigilar y controlar el cumplimiento de las penas, las medidas de seguridad y respeto a los Derechos Humanos, a fin de evitar abusos en la ejecución de las sentencias.  (Téllez, 2014)

Cuando se reformo el artículo 18 constitucional se creó un nuevo derecho penitenciario, ya que este estableció las bases para el cambio de un modelo inquisitivo a uno acusatorio donde los derechos humanos ahora eran reconocidos. (Instituto de justicia procesal penal, 2021)

Lo que ocasiono que el sistema penitenciario transitara a uno garante; que busca la reinserción social de las personas privadas de la libertad (PPL) mediante el trabajo, la capacitación, la salud, el deporte, y principalmente el respeto a sus derechos humanos. (INEGI, 2017) Gracias a ello su nuevo objetivo es dar lugar a la reinserción social de las PPL como un sujeto de derechos dentro del sistema penitenciario que se basa en lo derechos humanos. (CDHCM , 2021)

Sin embargo, estos cambios parece que quedaron únicamente en la ley, pues de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la mayoría de los centros penitenciarios no tienen las condiciones para cumplir con lo dispuestos en las reformas, lo que les impide lograr la reinserción de los internos.  (CNDH , 2018)

La CNDH anualmente realiza un Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) lo que resulta en una herramienta muy buena para conocer las condiciones en las que se encuentra el sistema penitenciario nacional. Para ello la CNDH lleva a cabo supervisiones a los centros penitenciarios de todos los niveles, mientras observa, documenta, y entrevista tanto a los responsables del centro como a los internos. (CNDH , S/F)

De acuerdo con el DNSP del año 2021  es fácil comprobar – que gracias al abandono institucional y de los organismos protectores de los derechos humanos -, hay deficiencias en muchos de los aspectos primordiales para los objetivos de los centros penitenciarios, tales como, deficiencias en áreas de higiene, la falta de agua potable, falta de servicios como; el drenaje, alumbrado y la ventilación, deterioro en la infraestructura y el mobiliario, la imposibilidad de otorgar una alimentación suficiente y adecuada; debido a la mala elaboración, calidad y distribución de los alimentos, falta de espacios para el contacto exterior con la defensa, incluso de lugares para cumplir con una sanción administrativa o para la clasificación de los internos; entre sentenciados y procesados, la inexistencia de áreas médicas, deportivas, culturales, incluso de espacios designados exclusivamente al género femenino. (CNDH, 2021)

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