Ensayo de mi dulce gozo
Enviado por Ciber Space • 5 de Junio de 2024 • Ensayo • 569 Palabras (3 Páginas) • 58 Visitas
Ensayo de mi dulce gozo:
el dulce placer de la lectura
lacer es todo aquello que nos gusta, divierte y deleita; es la
sensación de lo agradable y satisfactorio sin impedimento alguno; lo que
compensa y equilibra la vaciedad del ser.
Comúnmente solemos asociar el placer con actos comunes como el dor
mir. el comer, el amar; sin embargo, cuando las sensaciones se agrupan en
acciones poco usuales como el saborear las palabras hasta extraer la última
gota de su jugo, recorrercada fragmento de un texto con nuestros ojos hasta
hacerlo nuestro al calor de una chimenea, éstas se convierten en sucesos poco
cotidianos. Lassensaciones se agolpan, se fermentan, se inseminanygerminan.
Florecen pensamientos, el hombre crece y evoluciona: transforma su historia.
Después de leer£/ísqyocíe deEnrique Vlllada, me queda claro
que el placerllega no sólo por los sentidos del gusto, del olfato, de la vista en
su estado puro, también ocurre por el equilibrio de! hombre interno con su
exterior. El gozo llega en el momento cuando se maduran los pensamientos,
las sensaciones, el cuerpo, los cinco sentidos del hombre a través de la lectura.
para Villada leer es complacerse, disfrutar, estar en su centro, sentirse a sí
mismo, encontrarse con cada letra, con cada palabra, con cada autor. Es un acto
sagrado, único y propio. En diez breves ensayos, alejado de las cifras y
especulaciones panfletarlas, el autor reflexiona sobreel acto de la lectura en el
hombre mismo, en relación con los alumnos, con los maestros y con el sistema
educativo mismo. Su perspectiva es productode la experiencia diarla, emanada
Ensayo demidulce gozo: eldulceplacerde lakciimi María Dolores Pliego Domínguez
Enrique Viilada. Ensí^vde mi dukcgozo. instiiuio Mexiquense de Cultura, México. 2001 (El corazón de los confinesv
de las aulas sordas al conocimienco,
faltas de deseo, colmadas de pereza por
la obligada lectura diaria. Rorque leer
implica tanto el compromiso como la
disciplina de hacer, pensar y crear.
Para quienes tienen el firme com
promiso de difundir la lectura, este
texto resulta de suma utilidad, pues
su contenido se aleja de toda la
parafernaüa teórica en torno al acto
de la lectura y se concentra en un pun
to que pasamos por alto, la mayoría
de veces, cuando queremos despertar
lectores: gozar el acto de leer, encon
trar el lado placentero y agradable de
aquella tarea impuesta en la infancia
como castigo u obligación.
Conun lenguaje lúcido, claroy sen
cillo. sin ningún adorno técnico, ¿"/rícryo de mi dulce gozo permite ai lector
reconciliarsecon la lectura y la escritu
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