Un adios, pero un nuevo comienzo

“UN ADIOS, PERO UN NUEVO COMIENZO”

Hace muchos años, en un país muy lejano existió una especie de animal, la cuál era un hibrido entre gato y mariposa, todos los lugareños lo llamaban “gatorisa”. Este singular animal, era el más hermoso de todos, sus preciosas alas de colores, sus lindas antenas y su maravilloso pelaje que brillaba con cada caricia. La mayoría de los lugareños amaban a este pequeño animal, incluso algunos lo adoraban; pero, así como había gente que los amaban, también existía gente que los repudiaba con su vida. Mayormente eran los pueblerinos de aquel país, los mercaderos que iban y vendían a la ciudad. Ya que, para ellos, estos eran una plaga maligna que solo les perjudicaba en sus negocios; porque estos animalitos gatorisa eran muy pero muy juguetones, traviesos y tiernos, cosa que no les gustaba a los mercaderos pueblerinos de aquella ciudad. Por lo que, haciendo su sociedad en contra de los gatorisa, idearon un plan para exterminarlos por completo. Su malvado plan se llevó a cabo, y se hizo una pequeña guerra civil en ese país muy lejano, se dividió en dos bandos; los mercaderos malvados y los ciudadanos amables. Los mercaderos buscaron la forma de exterminar con estos animalitos indefensos, y lo lograron. Lograron su malvado plan, haciendo que mucha gente los odiara y, a causa de estos sus negocios se vieron afectados, ya que la gente ya no quería comprar con ellos. Pero no solo sus negocios se vieron afectados por aquello, sino que también la sociedad entera. En esos años surgió una pandemia letal, que mató a mucha gente, miles y millones, las personas sufrían, ya no quedaba ningún gatorisa; estos animalitos ayudaban a acabar con las cucarachas, que en esa época eran el animal más letal que le podría morder a una persona, estos gatorisas se encargaban de matarlos, exterminarlos y hasta disfrutaban comérselos, era de sus comidas preferidas, por eso, eran tan amados por la sociedad. Lamentablemente, quedaron muy pocos de estos gatorisa en el mundo, los mercaderos lograron exterminar la mayor población de los gatorisa, por lo que, ya no quedaba ninguno y si llegaban a ver uno, los exterminaban. La pandemia acabó, no se sabe por qué razón, pero aquel país lejano se salvó, de aquella pandemia tan grande. Actualmente los gatorisa son muy raro de encontrar, solo nacen de una combinación entre un gato negro con blanco y un gato gris con naranja; en la estación de primavera. Sus nacimientos suelen ser mediante un pequeño capullo, el cual se encuba por veintiún días del mes, para que este pueda nacer sano. Son muy pocas las personas que pueden adquirir estos animalitos tan tiernos, no imposible, pero si raro.  No sabe con exactitud como surgieron estos animalitos, solo se sabe que desde muchos miles de años ya existían.

Manuelito estaba asombrado con aquel libro que tenía entre sus manos, mientras más leía acerca del gatorisa más le gustaba. Bajó la vista de su libro y observó la incubadora que tenía frente suyo, mirando aquel pequeño capullo que esperaba con ansias a que naciera. Había encontrado en la calle a ese pequeño capullito, no sabía que era así que tuvo que investigar en los libros de su escuela, hasta que lo encontró justamente con las características que poseía. Ya habían pasado veinte días desde que lo había recogido, por lo que si no le fallaban las cuentas la mañana siguiente su gatorisa nacería. Su mamá ya le había hablado de este animalito, ya que ella cuando estaba pequeña también tuvo uno. Como se lo había descrito era una cosa maravillosa ante él, por lo que su expectativa estaba muy alta. Decidió dejar su libro y moverse hacia su cama, al día siguiente tenía que ir a la escuela.

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