COMPRENSION LECTORA HAMLET
Enviado por santiagosr91 • 26 de Febrero de 2016 • Apuntes • 3.860 Palabras (16 Páginas) • 1.346 Visitas
UNIVERSIDAD INTERAMERICANA PARA EL DESARROLLO
LICENCIATURA EN MERCADOTECNIA
ALUMNO;
SANTIAGO ALBERTO SUAREZ REYES
MAESTRO;
MARIA ELENA COVARRUBIAS
MATERIA;
COMPRENSION LECTORA
TITULO;
HAMLET
Personales
CLAUDIO: rey de Dinamarca
GERTRUDIS: reina de Dinamarca
HAMLET: príncipe
FORTIMBRAS; príncipe de noruega
La sombra del rey Hamlet
POLONIO: cuidador de las personas y las habitaciones
LAERTES: hijo de polonio
OFELIA: hija de polonio
HORACIO: amigo de Hamlet
VOLTIMAN:
CORNELIO
RICARDO cortesanos
GUILLERMO
ENRIQUE
MARCELO
BERNARDO soldados
FRANCISCO
REINALDO: criado de polonio
[pic 1]
Introducción
Hamlet se trata de una cruel muerte así el rey, que su vez su fantasma del rey no puede ir se en paz porque fue una injusticia, por eso el fantasma quiere que vengue su muerte su hijo Hamlet ya quien lo asesino fue su hermano Claudio con un veneno mientras dormía
Así que el joven Hamlet trata de suicidarse por el desafortunado amor mal correspondido pero al final quiere cumplir con la venganza que le prometió al fantasma de su padre con la colaboración de sus amigos del Hamlet, idean una obra muy parecida al homicidio que le conto el fantasma a Hamlet, y así se dan cuenta que el rey Claudio actuó muy nervioso y misterio cuando le presentaron la obra, así el rey Claudio envía a Hamlet a Inglaterra supuestamente a cobrar un tributos atrasados, el rey Claudio cree que la locura de Hamlet es un riesgo para el estado y el reino, por eso manda a dos cortesanos a acompañar a Hamlet al viaje a Inglaterra. El rey Claudio arrepentido pide perdón de rodillas y orando en eso entra Hamlet para matarlo pero sabiendo que era la salida fácil y que con el arrepentimiento del rey Claudio lo iba a enviar directamente al cielo, Hamlet decide esperar. Mientras la reina Gertrudis habla con Hamlet sobre su locura, Hamlet siente la presencia del espía, Hamlet pensando que es el rey Claudio saca su espada y a través de la cortina mata a polonio ya que el rey Claudio lo había mandado, así Hamlet le sigue reclamando a su madre por haberse casado con el malvado de Claudio, el fantasma aparece y a molesta a Hamlet por desviarse de su venganza. La reina informa al rey que Hamlet mato a Claudio rápidamente el rey manda a los cortesanos para averiguar donde se encuentra el cadáver de polonio. El rey manda a Hamlet a Inglaterra para que lo decapiten, ya que en el reino era muy popular y no lo puede encerrar, Hamlet ve una carta donde el rey Claudio pide decapitar a Hamlet, Hamlet actúa rápidamente. Con la muerte de polonio Ofelia la hija entra en una locura, rey Claudio organiza una pelea de espadas ya que quiere ver muerto a Hamlet, repentinamente Ofelia mure ahogada, el forense dice que fue un accidente, laertes se avienta a la tumba de su hermana y al igual Hamlet, laertes enojado desea pelar con Hamlet para matarlo en la pelea la madre toma una compa envenenada, Hamlet y laertes son heridos con la espada envenenada, laertes le comenta que la espada fue envenenada y Hamlet antes de morir se avienta a rey Claudio para matarlo y así con las últimas palabras que le queda a Hamlet le pide a Fortinbrás que sea el nuevo monarca de Dinamarca y que revele su historia a todos, Fortinbrás le hace un funeral digno de un soldado.
[pic 2]
HAMLET
La historia comienza cuando el Rey Hamlet muere bajo circunstancias extrañas y su hijo, el Príncipe, se encuentra en una profunda depresión. Su tío, Claudio ha ascendido al poder y ha contraído nupcias con Gertrudis, madre del Príncipe.
Al llegar la medianoche en el castillo El señor Horacio, un estudioso y Marcelo, un centinela se unen a la guardia nocturna de Bernardo. Desde su puesto de vigilancia, Marcelo y Bernardo han observado dos veces a un misterioso fantasma deambulando por esa parte. De repente el temible fantasma ingresa vestido con toda su armadura. Atemorizados Horacio, Marcelo y Bernardo se dan cuenta que el espectro en armadura se parece mucho al recién fallecido Rey Hamlet. Horacio le habla al espíritu, pero el fantasma permanece en silencio.
Posteriormente, el fantasma vuelve a aparecer de repente con su armadura. Horacio le pide hablar mientras los guardias intentan detenerlo. Cuando el gallo canta indicando la llegada del amanecer, el espíritu se retira rápidamente. Horacio sospecha que el fantasma del rey rompa su silencio sólo ante el joven Hamlet. Resuelve prontamente contarle al Príncipe Hamlet del fantasma errante de su padre.
Hablando a su consejo reunido, el Rey Claudio lamenta la reciente muerte del Rey Hamlet, su hermano. Al mismo tiempo, se entusiasmaba en su rápido matrimonio con la Reina Gertrudis, su cuñada que quedó viuda.
El Rey Claudio llama al Príncipe Hamlet, refiriéndose cariñosamente a él como sobrino e hijo. El Rey Claudio y la Reina Gertrudis están perplejos por la melancolía de Hamlet. En su opinión, el Príncipe Hamlet ha llorado lo suficiente a su padre muerto. Aunque entristecido por la muerte de su padre, la mayor causa del sufrimiento del Príncipe Hamlet es el matrimonio desleal de la Reina Gertrudis con Claudio.
Horacio, Marcelo y Bernardo interrumpen los oscuros pensamientos de Hamlet. Hamlet le pregunta a Horacio que lo trae a Dinamarca. Horacio le responde que vino para el funeral del Rey Hamlet. Transmitiendo los acontecimientos de las últimas tres noches, Horacio le informa a Hamlet que el fantasma silencioso de su padre muerto ha sido visto deambulando en el castillo. Hamlet decide unirse esta noche a observar y hablar él mismo con el intranquilo espíritu.
Laertes, con destino a París, se despide afectuosamente de su hermana Ofelia. Ofreciéndole algunos consejos de hermano, le advierte a Ofelia mantener su castidad frenando las románticas intenciones del Príncipe Hamlet. Debido a que Hamlet es un príncipe, él debe casarse con alguien de alto rango. Por lo tanto, no puede ser totalmente serio en su amor por Ofelia. Polonio instruye a su hija tratar a Hamlet fríamente, desconfiar de sus votos de amor, y evitar su compañía. Obedientemente, la casta Ofelia acepta.
A la media noche, Hamlet, Horacio y Marcelo reanudan su observación del fantasma. De repente, aparece el espíritu y sin aliento el joven Príncipe le ruega al fantasma que le revele que asunto le roba la paz al alma de su padre. El fantasma le hace una señal al Príncipe Hamlet para que lo siga. Hamlet obedece, a pesar de las suplicas temerosas de Horacio y de la inútil moderación de Marcelo.
El atormentado espíritu del Rey Hamlet revela que un oculto delito de cruel asesinato lo condena a vagar por la tierra y arder en el infierno. Engañado por una mentira, Dinamarca cree que una serpiente venenosa picó fatalmente al Rey Hamlet cuando él dormía en su huerto. Sin embargo, el espíritu le dice a Hamlet que fue asesinado vilmente por su hermano Claudio al vaciar una especie de veneno en su oído, provocándole la muerte enseguida. Asesinado sin tener la posibilidad de una confesión, el Rey Hamlet murió sin poder desahogar su conciencia.
El espíritu le ruega a Hamlet vengar el cruel asesinato, pero no dañar a la Reina Gertrudis. La conciencia culpable de la Reina Gertrudis y el juicio del Cielo son suficiente castigo por su deslealtad. El fantasma se aleja, suplicando a Hamlet recordar el espíritu de su pobre padre asesinado. Hamlet resuelve no pensar en nada más que en vengar la injusta muerte del Rey Hamlet. El Príncipe adopta un disfraz de locura mental. Él actuará como un loco para ocultar su sangriento motivo. Hamlet pide a Horacio y Marcelo mantener en secreto lo sucedido esa noche. El fantasma les grita y les aclaman, jurar mantenerlo en completo secreto. Obedeciendo los pedidos del espíritu, Horacio y Marcelo prometen ante la cruz de la espada de Hamlet que nunca dirán una palabra de lo que han visto y oído.
Ofelia acude presurosa al lado de su padre, asustada por el lujurioso y enloquecido comportamiento de Hamlet. Ella le comunica que Hamlet, con la ropa floja, irrumpió en su habitación y la agarró por la muñeca. Polonio piensa que Hamlet ha enloquecido producto de la lujuria y un amor no correspondido. Decidiendo comunicar el mal de Hamlet por una pasión amorosa, Polonio lleva a Ofelia a ver al Rey Claudio.
El Rey Claudio ha enviado apresuradamente por dos cortesanos y les da la bienvenida en su corte. Claudio espera que éstos, descubran la causa de la reciente locura de Hamlet. Polonio informa que el rechazo de Ofelia ante el deseo de Hamlet ha causado la locura del Príncipe. El presenta una poética carta de amor de Hamlet a Ofelia como evidencia. Para probar más su teoría, Polonio sugiere que él y el Rey observen secretamente un encuentro arreglado entre Hamlet y Ofelia. El Rey Claudio y la Reina Gertrudis manifiestan su acuerdo con ello. Hamlet entra extrañamente vestido y leyendo incoherentemente, después sostiene una charla con Polonio.
Con la esperanza de animar a Hamlet, se le informa al Príncipe que una compañía de actores ambulantes ha llegado al castillo para entretenerlo. Hamlet da la bienvenida a los actores e inmediatamente le pide a un actor que represente un apasionado monólogo sobre el asesinato del rey Príamo de Troya. Profundamente conmovido, un plan de venganza se gesta en la mente de Hamlet. El Príncipe organiza que el elenco represente una obra de teatro sobre el infame asesinato de Gonzago la noche siguiente. La obra reflejará estrechamente el asesinato del Rey Hamlet, e incluirá diálogos escritos por el propio Hamlet. El Príncipe espera que la reacción de Claudio a esta representación de traición y aspectos demasiado familiares revele su culpabilidad.
Los dos cortesanos anteriores admiten ante el Rey Claudio que no ha podido detectar la causa de la locura de Hamlet. Ellos extienden la invitación hecha por Hamlet a Claudio y Gertrudis para la actuación de esa noche. La pareja real se siente aliviada de ver a Hamlet ocupado con un feliz pasatiempo.
El príncipe Hamlet se aleja con la intención de acabar con su existencia, entonces se le ve decidido por los pensamientos suicidas por problemas en la vida e incertidumbres sobre la muerte, mismos que son recitados:
"'Ser o no ser, esa es la cuestión:
Si es más noble al espíritu, sufrir
golpes y dardos de la infame fortuna,
o tomar las armas contra un mar de calamidades,
y oponiéndose, acabar con ellas. Morir: dormir;
no más; y decir que con un sueño acabamos
con los padecimientos y los mil golpes naturales
de los que la carne es heredera, es una consumación
digna de ser deseada. Morir; dormir;
dormir, quizás soñar. Ay ¡Qué difícil!,
pues en el sueño de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán
cuando despojados de ataduras mortales
encontremos la paz?'".
El príncipe decide no morir en ese momento y continuar con su plan de venganza, por otra parte, Ofelia se lamenta de que su querido Príncipe Hamlet se haya transformado en un bruto enloquecido. El Rey Claudio sospecha que alguna angustia arraigada sea la causa del comportamiento alocado de Hamlet, y no su amor no correspondido por Ofelia. Usando la excusa de que deben cobrarse algunos tributos atrasados, Claudio decide enviar al enloquecido Príncipe en un reparador viaje a Inglaterra por mar. Polonio persiste en creer que el rechazo de Ofelia ha causado la enfermedad del Príncipe. El sugiere al Rey Claudio que la Reina Gertrudis hable con su hijo sobre el asunto en privado.
Hamlet advierte a los actores que no exageren su próxima actuación. El Príncipe elogia a Horacio por su honestidad y le pide observar atentamente al Rey Claudio durante la obra. Si Claudio parece incomodarse durante la escena del crimen, Hamlet y Horacio ambos sabrán que el Espíritu era veraz y que Claudio es culpable. La audiencia real entra y Hamlet vuelve a su estado de locura.
La obra describe el asesinato del Duque Gonzago en Viena. Un villano llamado Luciano vierte veneno en la oreja de Gonzago y corteja a la duquesa que se quedó viuda. Horrorizado, el Rey Claudio interrumpe abruptamente la representación y sale apresuradamente. Horacio y Hamlet están convencidos de la culpabilidad de Claudio en el asesinato del Rey Hamlet.
El cortesano le cuenta a Hamlet que el Rey Claudio está muy nervioso y que la Reina Gertrudis desea hablar con él en privado. A instancias de Polonio, Hamlet finalmente acuerda visitar a su madre.
Afirmando que la locura de Hamlet es un peligro para el estado y su reinado, el Rey Claudio ordena a los dos cortesanos acompañar a Hamlet en el viaje a Inglaterra. Polonio informa que va a espiar la visita de Hamlet a la Reina Gertrudis ocultándose detrás de una cortina en su dormitorio.
Atormentado por su conciencia culpable, el Rey Claudio intenta orar por el perdón. Sin embargo, debido a que aún posee los frutos de su crimen, sabe que su arrepentimiento es insuficiente. Mientras el culpable Rey ora de rodillas, Hamlet en silencio saca su espada para vengarse. Deteniéndose, Hamlet se da cuenta de que matar a Claudio en medio de la confesión enviaría al desahogado Rey directamente al cielo. La venganza vendrá más tarde para Hamlet, cuando el Rey Claudio esté ocupado en algún acto vil o libidinoso, y por lo tanto sea totalmente responsable de sus pecados.
Hamlet visita la recámara de la Reina Gertrudis y la asusta con sus fuertes recriminaciones. Espiando la discusión detrás de la cortina el espía Polonio se preocupa por la seguridad de Gertrudis y pide ayuda. Confundiendo al espía oculto con el Rey Claudio, Hamlet embiste con una estocada de su espada a través del telón y mata a Polonio. Hamlet sigue reprendiendo a su vergonzosa madre por casarse con el vil hermano de su amado esposo. El fantasma de pronto se le aparece a Hamlet. El fantasma del rey amonesta a Hamlet por apartar su venganza.
La Reina Gertrudis está horrorizada por el loco comportamiento de Hamlet; pues el fantasma es invisible para ella, Gertrudis cree que Hamlet conversa con el aire. Hamlet le encarga a su madre abstenerse de la cama incestuosa de su tío. Él le revela a su madre su verdadero estado de cordura, y Gertrudis promete mantener en secreto a Claudio la artificial y astuta locura de Hamlet. Conocedor de la orden de enviarlo a Inglaterra, el Príncipe Hamlet percibe una trampa. El astuto príncipe lleva arrastrando el cadáver de Polonio a una habitación vecina y se despide de su madre dándole las buenas noches.
La Reina Gertrudis informa al Rey Claudio que Hamlet ha matado a Polonio en un ataque de locura. Claudio decide enviar a Hamlet a Inglaterra inmediatamente. Los cortesanos interrogan a Hamlet sobre el paradero del cadáver de Polonio, pero Hamlet responde solo con enigmas e insultos.
Debido a que Hamlet es un príncipe popular, Claudio no puede castigarlo muy severamente en Dinamarca por el asesinato de Polonio. Enviando a Hamlet a Inglaterra parece ser la única solución para la situación desesperada de Claudio. Al estar bromeando al Rey con adivinanzas, Hamlet vagamente le revela la ubicación del cadáver oculto de Polonio.
Claudio le ordena a Guillermo preparar a Hamlet inmediatamente para una rápida partida. Inglaterra recientemente ha caído bajo el control de Dinamarca y debe rendir tributo al Rey Claudio. En cartas secretas escritas al Rey Inglés, Claudio ordena a Inglaterra asesinar a Hamlet a su llegada.
Según su acuerdo previo, el ejército del joven Fortinbrás, atraviesa pacíficamente Dinamarca en su camino a luchar contra Polonia.
Polonio ha sido rápidamente enterrado sin la debida ceremonia. Su repentina muerte a manos de la espada de Hamlet ha quebrado la cordura de Ofelia. La trastornada doncella entra, cantando como una loca.
Laertes vuelve hecho una furia de París. Él ataca el castillo con una multitud de seguidores, intentando derrocar al Rey y vengar el asesinato de su padre. En su locura, Ofelia distribuye flores simbólicas al Rey, la Reina, y a su hermano. El Rey Claudio insta a Laertes a calmarse. Una vez que conozca la verdad sobre el asesinato de Polonio, Laertes verá que el Rey Claudio es inocente.
Horacio recibe una carta de Hamlet. El Príncipe le escribe diciéndole que ha sido tomado prisionero a bordo de un barco pirata. Laertes se entera que Hamlet es el responsable de la muerte de Polonio. El vengativo hijo exige saber por qué Hamlet no fue ejecutado por haber cometido asesinato. Claudio sostiene que no podía imponerle la pena de muerte porque la Reina y el país quieren mucho al joven Príncipe Hamlet.
Al recibir las cartas de Hamlet, Claudio y Laertes saben que el Príncipe regresará al día siguiente. El Rey Claudio trama un plan que lo librará de su irritante sobrino. Al mismo tiempo, la situación también le permitirá a Laertes una oportunidad para vengar el asesinato de Polonio. Sabiendo que Laertes es un famoso espadachín, Claudio organizará una competencia de esgrima entre Hamlet y Laertes.
La espada de Hamlet carecerá de filo, para proteger a Laertes, mientras que la espada de Laertes estará filosa y envenenada, para matar a Hamlet. Debido a que la muerte del Príncipe parecerá accidental, la Reina Gertrudis y Dinamarca nunca sospecharán de asesinato. Claudio incluso propone un plan alternativo. Si el duelo arreglado parece probable de fracasar, Claudio instará a Hamlet a beber de una copa con vino envenenado para refrescarse.
La Reina Gertrudis irrumpe con la fuerte noticia de que Ofelia se ha ahogado. Ofelia cayó en la corriente del río hundiéndose rápidamente. Todo el mundo llora, especialmente Laertes, quien ha perdido ahora a su padre y a su hermana.
Dos extraños sepultureros cavan la tumba de Ofelia y especulan si su muerte fue un ahogamiento accidental o un suicidio. El médico forense ha dictaminado la muerte de la doncella como un accidente y por lo tanto se le permite una cristiana sepultura.
Mientras los sepultureros charlan, Hamlet y Horacio deambulan en el cementerio. Hamlet recoge un cráneo desenterrado y se pregunta qué tipo de carácter tendría alguna vez. Hamlet pregunta a los sepultureros quien va a ser enterrado, pero recibe enigmas en lugar de respuestas. El primer sepulturero excava la calavera de Yorick, el antiguo bufón del Rey.
Hamlet mira el cráneo y lo recuerda con cariño. El cortejo fúnebre entra y se reúne en torno a la tumba. El sacerdote se molesta con Laertes por insinuar que la muerte de Ofelia fue un suicidio. Hamlet se sorprendió al enterarse de que la bella Ofelia es el cadáver a ser enterrado. Laertes salta a la tumba abierta para abrazar a su pobre hermana por última vez. Para no ser superado en su amor y aflicción, Hamlet salta después de Laertes y empieza una lucha. El Rey Claudio calma la rabia de Laertes recordándole su complot; ya se ha organizado la competencia de esgrima arreglada y Hamlet va a morir.
Hamlet le cuenta a Horacio de su traicionero viaje por mar a Inglaterra. Despertándose en la noche, Hamlet deambulando por las oficinas del capitán encuentra una carta escrita por el Rey Claudio. Hamlet abrió la carta y descubrió que era una orden en contra de su propia vida. El Rey Claudio había ordenado al Rey de Inglaterra hacer que decapiten a Hamlet inmediatamente después de leer la orden. Actuando rápidamente, Hamlet falsifica una nueva carta de Claudio.
Días después, la competencia empieza con trompetas, tambores, espadas, vino, cojines y la multitud se congrega en el escenario. Hamlet pide disculpas por equivocarse con Laertes en su locura, y Laertes superficialmente acepta su arrepentimiento. Cuando empieza el duelo, el Rey Hamlet brinda con vino con Hamlet y secretamente prepara la copa adulterada. Hamlet alcanza a Laertes con una estocada y Claudio, preocupado por el éxito de Hamlet, le ofrece la copa envenenada. Hamlet se niega a beber. En lugar de ello, la Reina Gertrudis toma de la misma y bebe haciendo un brindis por la buena fortuna de su hijo. Laertes hiere a Hamlet con la espada envenenada. En la refriega, intercambian estocadas y Hamlet corta a Laertes con el arma envenenada. La Reina Gertrudis cae muerta por el vino envenenado. En el tumulto, Laertes le confiesa a Hamlet que la espada, que hirió a ambos, contenía un veneno mortal. Cogiendo el florete envenenado, Hamlet corta y mata al Rey Claudio.
Laertes y Hamlet se perdonan mutuamente y luego Laertes muere. Con su último aliente, Hamlet invoca a Horacio contar su historia. Una marcha a lo lejos se escucha y Hamlet sabe que el joven Fortinbrás viene marchando a través de Dinamarca, en su viaje de regreso de Polonia. Debido a que toda la línea de descendencia real ha sido masacrada, Hamlet utiliza su voz moribunda para apoyar a Fortinbrás como el próximo monarca elegido de Dinamarca. Finalmente Hamlet muere. Los cadáveres reales son recogidos y Fortinbrás le otorga a Hamlet una honorable procesión fúnebre de soldado. Un testigo de toda la tragedia, Horacio promete contar la historia de Hamlet al reino y al mundo.
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