Cuento “FRUTAS EN ALMIBAR”

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Matricula: 51720441-80

Plantel Veracruz

Castillo Sánchez Marisa De Coral

REDACCIÓN PROFESIONAL

Magallanes Montalvo Haydee Aurora

ADM5MT111

“cuento”

21 de marzo de 2018.

 “FRUTAS EN ALMIBAR”

Hace mucho tiempo, cuando las frutas creían que era imposible conservarse tanto tiempo, ocurrió esta sencilla pero trágica historia.

La vida de la Durazna seguía igual que siempre, en las mañanas iba a la escuela, tomaba sus clases, terminando sus clases se iba a su trabajo y al final regresaba a casa en donde lo esperaba su marido el señor Durazno. Llevaba una vida cotidiana; todo lo que había soñado tener algún día lo poseía, pero aun teniendo todo se sentía insatisfecha, le faltaba algo.

El señor Durazno era la persona ideal, todo lo que una fruta quisiera tener como marido, él se sentía feliz a lado de su hermosa esposa.

Se complementaban el uno al otro, él creía que solo necesitaban una frutilla para que su vida perfecta se volviera aún más perfecta, en cambio ella no tenía la plena seguridad en tener una frutilla, aun siendo del hombre al que le había dado toda su vida.

En un día como cualquier otro de este par de frutas, ocurrió algo que lo cambiaria todo; el señor Durazno se alisto a la misma hora que siempre, se despidió de su esposa y se dirigió al trabajo, la señora Durazno en cambio no siguió con su rutina, en vez de irse a su escuela se dirigió al café más cercano de esta, a desayunar (cosa rara para una fruta que vive en la cotidianidad). En la cafetería se encontró a su profesor de derecho, de un tiempo para acá ella y el profesor tenían una relación más allá de la relación profesor-alumna, todas las tardes al salir ella del trabajo se encontraba con el profesor en un motel cercano de casa, claro que esto no lo sabía nadie y por ese motivo los dos se sorprendieron al encontrarse en ese lugar, pero aun así el profesor se sentó a un lado de la Durazna para poder desayunar juntos.

Al señor Durazno ese día le habían encargado recoger unos papeles cerca de la escuela de la Durazna, él muy emocionado le envió un mensaje a su esposa que estaría cerca de su escuela para poder desayunar juntos, y que se encontrarían en la cafetería más cercana de la escuela, pero como la Durazna estaba con el profesor muy poco le importo el celular y no leyó el mensaje.

Cuando el señor Durazno entro al restaurante vio a su mujer a lado de un fruto mucho mayor que ella, y se sorprendió, pero no dejo que la ira se apoderara de él, al acercarse a la mesa la señora Durazna mostro su rostro sorpresivo, ya que no esperaba tal encuentro de su marido con su amante. Al levantarse ella de la mesa para abrazar al marido este le dijo que le explicara que sucedía en ese momento, ella al ser una persona muy seria supo engañar a su marido a la perfección hasta al punto que el señor Durazno se avergonzó por la escena que estaba a punto de hacer.

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