EL PRINCIPITO, REFLEXIONES SOBRE LA ADULTEZ
Enviado por JORGE ARMANDO MONTANEZ JEREZ • 8 de Diciembre de 2021 • Tarea • 1.426 Palabras (6 Páginas) • 294 Visitas
EL PRINCIPITO, REFLEXIONES SOBRE LA ADULTEZ
Presentado por:
Edna Soraya Mesa Neusa
Nelly Delfa Ladino Pasive
Yolanyi Troncoso Caderon
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CAFAM
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS
LÓGICA Y ARGUMENTACIÓN
SEPTIEMBRE 2021
EL PRINCIPITO, REFLEXIONES SOBRE LA ADULTEZ
Título | El principito |
Autor | Antoine de Saint-Exupéry |
Fecha de Publicación | 1943 - 6 de ABRIL |
Editoral | Onyx Films Orange Studio On Entertainment |
Páginas | 123 |
Crecer es un proceso natural, irreversible e innevitable del ser humano, o mejor aún, de cualquier ser vivo. De hecho, no sería errado decir que crecer es parte central del mismo “SER”. Pero resulta paradójico entonces crecer añorando no hacerlo, o más claro aún, tener afan por crecer, para después sólo estar sentados desde el balcón, mirando por encíma del hombro a un pasado de niñez que con cada minuto solo se hace más lejano.
La realidad de la adultez es una constante de circunstancias que en la niñez no tienen cabida, pero más allá de eso, llegar a la adultez, crecer en su misma definición implica cambiar, pero, ¿Cambiar cómo?¿El cambio es bueno?, en este momento de niñez, de irrefutable inmadurez no nos detenemos a analizar todo lo que implica llegar a ser adultos, ¿pero cómo íbamos a hacerlo?, si al final, nuestro añoro de crecer es impulsado por el ideal utópico de encontrar una libertad ficticia, una independencia errada, visualizamos la adultez a partir de premisas como: “jugar sin que nadie me regañe”, “Renunciar a la hora de dormir”, “No estudiar”, etc. Todas razones equivocadas.
Crecer consiste en quemar etapas, en sufrir cambios, experimentar momentos, recoger vivencias y al final desarrollarnos a partir de los conocimientos adquiridos. Algunos pedagogos han estudiado esto y han acuñado terminologías como Aprendizaje Significativo, experiencial e incluso, constructivismo. Al final todos hablamos de lo mismo, crecer, transformarnos y desarrollarnos a partir de las vivencias que tenemos.
Pero bueno, la intención de este escrito no es negar los cambios que tenemos como seres humanos, negar el crecimiento. Por el contrario, hoy, buscaremos entender, a la luz del Principito, por que al crecer deseamos no haberlo hecho.
En palabras de aquel niño que habitaba el asteroide B 612, ser adulto es muy aburridor, pero cómo un niño, de tan corta edad, que vive en un mundo alejado y distante a nuestra realidad logra llegar a tan extraordinaria conclusión, cómo una mente un infantil rompe los esquemas del cerebro adulto para concluir en pocos momentos algo que a muchos de nosotros nos llevo toda nuestra infancia. Creo que este libro, este fragmento de sabiduría en un papel nos deja por escrito a través de analogías divertidas algunas de las reflexiones más importantes sobre la adultez.
Resulta interesante como en este libro existen planetas con un solo habitante, pero la respuesta es aún más profunda que un capricho del escritor, y aquí es donde encontramos la primera reflexión y analogía, fundamentada en los pensamientos de Cremades, para quien “Cada persona es un mundo” y aquí se hace evidente, vemos a cada persona encerrada en un planeta, en un fragmento del universo donde vive según sus reglas, con sus ideas, con sus pensamientos. Pero más allá de representar esta idea tan importante que es reconocer la variedad de personas que existen, el autor del principito presenta con estos hechos una realidad muy particular, como en ocasiones al crecer, al convertirnos en adultos nos encerramos en nuestro mundo y nos mantenemos alejado de los demás.
El principito es un niño ansioso de conocer “El universo”, una analogía que considero pone de facto la curiosidad de los niños por conocer la vida, por entender a los adultos. Así pues, con la inocencia, la curiosidad y la incomprensión del mundo el principito recorre el universo, asteroide por asteroide, o mejor aún, saliendo de la analogía y extrapolando el contenido del texto al análisis que venimos realizando. El principito recorre la vida, persona a persona y en cada una de estas se encuentra con importantes hallazgos.
Basta con leer los capítulos del X al XVI para tener en nuestro poder 6 importantes reflexiones sobre la adultez. En su recorrido, el principito se encuentra con 6 personalidades curiosas, las cuales, representan lo que en este comentario llamaremos “pecados de la adultez”, actitudes que adquieren relevancia y aumentan su presencia al momento de volvernos adultos, mismos que se convierten en barreras para nuestra comunidad.
El primero de estos pecados es el egocentrismo o la ilusión del poder, de acuerdo con el autor, con la adultez se desarrollan ideales mal fundamentados, donde creemos que, poseemos el control de situaciones ajenas a nosotros, lo que da lugar a cuestionamientos, culpas y penas por asumir responsabilidades o obsesiones con controlar situaciones externas, actitud que vemos acompañada por el egocentrismo de no reconocer nuestra inhabilidad para ejercer dominio sobre esto, un claro ejemplo lo vemos cuando el Rey indica que solo podrá ordenarle al Sol que se ponga en una hora en específico, la cual, coincidentemente concuerda con la hora normal del atardecer.
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