El principito. Ensayo de reflexión

La niñez sin duda alguna, es una etapa en la que se pueden pasar por muchísimas y diversas situaciones que de ser importantes pueden definir el resto de nuestra vida, en como la vemos y en como la sentimos. Varios factores intervienen en este proceso de crecimiento y maduración en la niñez, pues algo tan simple como rechazar un dibujo que aunque carezca de técnica, la belleza de su significado sea tan sincero como el corazón de un niño, puede cambiar a las personas para siempre.

“Fue así como a la edad de seis años abandoné una magnifica carrera de pintor”^[1], como ya lo mencioné muchas de las veces al ser niños y todavía no tener conciencia propia de nuestros actos, debemos siempre tener a un guía que nos encamine hacia un correcto camino, aunque cabe mencionar que en diversas ocasiones los adultos suelen rechazar o hacer menos las ideas, trabajos y sueños de un niño, esto, es realmente negativo para sus vidas, pues algo tan sencillo como soñar se necesita después para poder vivir, y no vivir hablando de respirar o caminar, sino de realmente vivir la vida, disfrutar de los momentos pequeños y hacer lo insignificante algo inolvidable, es por eso que los adultos deben replantearse que es lo verdaderamente correcto para un niño, deben comenzar a tener más tolerancia pero sobre todo apoyar a los niños con sus sueños por encima de todas las cosas, considero que es tarea propia el decidir después que hacer con su vida, pero antes, cuando tienes una gran influencia en su vida, es importante dejar soñar para que puedan después vivir. De otra manera lo único que se lograría sería causar una gran duda sobre su propósito en la vida y claro además de eso también causaría un vacío grande que no sabría cómo llenar.

Al crecer muchas cosas olvidamos, como apreciar lo que realmente importa como que las personas deben tener el esfuerzo de ver mas allá de lo que se puede ver pues no sirve de nada ir recto en la vida si uno no sabe a dónde va, y es que casi siempre los adultos critican sin cesar a otros adultos, pues al pasar de los años de vuelve más fácil hablar por lo que se puede ver que por lo que en realidad hay dentro, lo que es la esencia de cada persona se deja de observar y se vuelven más importantes los objetos materiales o las apariencias físicas, estas son las semillas malas que florecen en nuestra vida y si no la sacamos puede hacer daño. Nos pueden afectar de una manera más interna o personal, pero de poder sacar esa semilla de malas decisiones se pueden entonces transformar en una persona de bien.

“Aprendí muy pronto a conocer a esta flor”^[2]La vida es un camino por el que todos pasamos, algunas avanzan más, otros avanzan menos, y algunos más no logran recorrer mucho camino, y lo que nos enseña este libro es que para comprenderla, se tiene que pasar por diferentes procesos, en este caso personas, de las cuales se ira aprendiendo paso a paso la forma de pensar o forma de vivir y ver las situaciones que se atraviesan sobre nuestro procesos de aprendizaje.

Como inicio ya como persona adulta no tienes por qué hacerle caso a nadie, no hay que cumplir lo que te ordenan pues nadie tiene autoridad por más rey que sea pues el sí o no de hacer algo lo decides tú, para esto se necesita una fuerza de voluntad cosa que muchas veces falta, pero no se tiene que confundir pues la avaricia y a la ambición económica que poseemos puede ocasionar que el ser independiente de tus decisiones se pueda confundir con libertinaje^[3] cosa que para nada trata de interpretarse

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