La nada del todo.

El héroe ha sido definido de muchas maneras a lo largo de la historia y también ha presentado diferentes características, no es igual un héroe antiguo a un héroe actual, las formas en las que son representados, los objetos que utilizan e incluso algunos llegan a ser dioses o lo son (esa es una característica que ha trascendido a lo largo del tiempo), pero del héroe lo podríamos de dos formas; de forma literaria y de forma humanista (en la vida real), en la literatura un héroe es el personaje principal, que produce admiración por sus buenas cualidades, y en la vida real un héroe es aquella persona que se distingue por haber realizado una hazaña extraordinaria, especialmente si requiere de mucho valor, ahora hablaremos sobre algunos héroes a lo largo del tiempo.

        Uno de los primeros héroes podría ser Gilgamesh, es considerado así por sus grandes hazañas, él era el rey de Uruk (mitología sumeria), al inicio de la historia él era malo (tal vez no malo, pero se daba a respetar y le temía su pueblo) “aquel que dos terceras nacieron partes divinas la restante fue humana; cuya forma de su cuerpo toro salvaje se eleva; y al arremeter sus armas nadie compite en destrezas que al hombre débil aterran.” Pero con el paso de la historia y al conocer a otro ser como él, que lo ayuda a cambiar (llamado Enkidu) tuvo que pasar por una serie de pruebas para rescatar a su amigo, ya que los dioses atentaron en contra de Enkidu “Cuando llegó al fin el día a Gilgamesh dijo Emkidu: -Escucha el sueño que anoche extrañamente eh tenido. Los grandes dioses reunidos se hallaban en gran cotejo […] Mas enfurecido Enlil repuso ante el gran Shamash: -Porque a diario tu bajaste como amigo y camarada.” Es aquí cuando empiezan las hazañas y los desafíos que Gilgamesh para poder salvar a su amigo y poder conseguir la inmortalidad, es aquí cuando podríamos llamar héroe a Gilgamesh.

        En la época de los griegos, al héroe en que nos enfocaremos será Heraclés, su vida se concentró en una tragedia, mejor conocida como “La locura de Heraclés”, pero antes de eso, a Heraclés se le encomienda una serie de 12 trabajos y es así como él se vuelve un héroe, por así decirlo, pero los 12 trabajos son los siguientes: El león de Nemea, La Hidra de Lerna, la Cierva de Cirene, el Jabalí de Erimanto, Los establos de Augías, las Aves de Estinfalia, el Toro de Creta, las Yeguas de Diomedes, el cinturón de Hipolita, el ganado de Gerión, las manzanas de las Hespérides y la Prisión de Cerbero. Él en un ataque de locura (provocado por las deidades Lisa e Iris) mata a toda su familia, después entra en razón y no puede creer lo que ha hecho, entonces decide hacer de nuevo su camino y se va con Teseo para encontrar de nuevo su camino.

        En la época caballeresca hay muchos héroes de los cuales hablar, pero solo lo haré de uno, del Caballero Roldán sobrino del emperador Carlomagno, la historia de Roldán se desarrolla en Zaragoza (España), donde el gran Carlomagno quiere expulsar a los moros de España, él era francés y apoyaba a España para que no llegaran los moros a Francia y pudieran atacarlos, pero él sufre una traición a manos del rey Marsil, son sorprendidos por moros él y otros que iban en el camino, pero Roldán se arma de valentía y convence a los caballeros que iban con él para que enfrentaran a los infieles que querían atacar a Francia y empiezan a luchar, desgraciadamente, ellos eran superados por mucho, pero aun así nunca se dieron por vencido (Roldán tenía un olifante que podía utilizar para llamar refuerzos, pero no lo hizo [tal vez para no sacrificar más vidas que las de sus hombres] por acto de valentía o de orgullo) y llego el momento en que ya no pudieron más y entonces solo quedo él en pie, pero antes de morir, utilizo su olifante y después (en acto de valor) se asesinó con su propia espada (la cual llamaba “Durandarte”) para que los infieles no la pudieran utilizar “Con una mano coge el olifante y con otra su espada Durandarte, y sube lentamente a un alcor, desde donde se divisan tierras de Francia y España. […] Es de noche, todo está en silencio en Roncesvalles. Roldán siente que la muerte baja desde su cabeza hasta su corazón. Vuelve hacia España su rostro para estar, aun después de muerto, de frente a los infieles. Se acuerda de Carlos, el Emperador de la barba florida, de la dulce Francia, de Oliveros y de los doce Pares, sus amigos. Y llora por todos en silencio.”

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