MODOS DE CONDUCIR EL AULA

MODOS DE CONDUCIR EL AULA

Objetivos



La enseñanza en ocasiones se puede parecer a un juego de malabarismo. Si quieres mantener en movimiento en el aire unas cuantas bolas, cuesta un tiempo conseguir que no se caigan, e incluso cuando ya tienes mucha práctica, puedes complicar el juego añadiendo todavía más. Lo mismo se puede decir de la enseñanza, los profesores noveles cuando empiezan a enseñar normalmente solo se centran en un par de cosas - ¿Qué actividades debo dar a los alumnos? ¿Cómo puedo conseguir que no hablen en clase en su primera lengua? ¿Cómo puedo motivar a los alumnos adolescentes? ¿Cuánto tiempo les puedo dar para hacer la actividad de lectura?

Como ya sabemos, en la enseñanza intervienen más "bolas". El malabarista con mucha práctica maneja gran número de ellas con facilidad y, por analogía, el profesor experimentado es capaz de combinar simultáneamente gran variedad de técnicas. Los conocimientos que proporciona la práctica docente permiten que el profesor vaya acumulando mucha experiencia.

En la enseñanza, saber cómo "guiar" una clase es una de las "bolas" más importantes y que, como profesores, menos queremos que se caiga. Si no somos capaces de conducir bien una clase, ¿cómo puede propiciarse el aprendizaje? ¿No es posible que se forme más bien un caos? Por lo general, existe la tendencia a asociar el buen manejo de la clase con mantenerla controlada, especialmente en contextos de enseñanza secundaria (para más información, véase el capítulo 6), no obstante, esta tarea no consiste solo en esto.

De hecho, el manejo de la clase requiere que entren en juego simultáneamente un gran número de bolas. Incluye cuestiones sobre cómo los profesores hablan a los alumnos o cómo consiguen que estos hablen entre sí. Trata sobre lo que los profesores dicen cuando se dirigen a ellos y, todavía más importante, sobre si son conscientes de cómo lo que dicen y cómo lo dicen afecta a los alumnos - cómo perciben ellos sus acciones. Incluso puede hacer referencia a los motivos que condicionan la actuación docente.

El objetivo de esta asignatura consiste en revisar todas las "bolas" que intervienen en el momento de conducir una clase, así como reflexionar sobre la práctica en el aula. En primer lugar, se intenta describir y estudiar el contexto de aprendizaje concreto del aula (capítulo 1). Posteriormente, dentro de las consideraciones que se hacen sobre el discurso (o habla) del profesor (capítulo 2) y sobre la retroalimentación (en inglés, feedback) y el tratamiento del error (capítulo 3), se observa la teoría que subyace en los actos de habla que se emplean en clase y en qué medida esta teoría beneficia (o perjudica) a los alumnos. Asimismo, también se examina con detalle, mediante el estudio del trabajo en grupo, cómo los alumnos interactúan en clase y cómo, por otro lado, puede potenciarse su autonomía en el proceso de aprendizaje (capítulo 4). A continuación, se trata el tema de las clases con alumnos de distintas capacidades y niveles (capítulo 5), de la disciplina (capítulo 6) y se presta atención a la lengua que los alumnos producen en clase, especialmente por lo que se refiere al uso (o abuso) de la L1 clase de lengua extranjera (capítulo 7). El capítulo 6, al tratarse de un asunto que no afecta a todos los profesores por igual, no se ha desarrollado muy extensamente. Aquellos profesores para quienes la disciplina sea un tema muy importante pueden consultar las sugerencias bibliográficas que se proponen al final del capítulo, las cuales pueden proporcionarles un conocimiento más amplio sobre este tema tan complejo. Por último, se estudia brevemente un reciente e importante campo de investigación -"El pensamiento de los profesores" (en el capítulo 8)-, el cual pretende descubrir algunos de los mecanismos que se ocultan tras la toma de decisiones en clase y la práctica docente en general.

El objetivo de esta asignatura consiste en ofrecer un estudio pormenorizado de las "bolas" implicadas en el manejo de la clase. Por este motivo, si la sola lectura de los materiales que se proporcionan no se considera suficiente para conseguir ser un "malabarista" competente, se espera que la toma de conciencia de la naturaleza y el número de bolas de las cuales debe disponer un buen profesor te sea de ayuda para mejorar y progresar en tu práctica docente.

Capítulo 1 .- El aula de lengua extranjera


Es bastante reciente la concepción del aula como un espacio sociocultural y no meramente físico -un microcosmos (L. Nussbaum y A. Tusón, 1991a) en el que se producen intercambios sociales, una minicultura (C.B. Cazden, 1988) con sus saberes compartidos, reglas, sanciones, acuerdos y contratos tácitos-, y todavía más, como el lugar apropiado donde centrar la atención para comprender mejor los complejos mecanismos que subyacen a los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En los enfoques educativos tradicionales el aula se concebía simplemente como el lugar en el que el profesor transmitía sus conocimientos a los alumnos, no obstante esta visión ha cambiado debido a la confluencia de diversos factores:

- El desarrollo de nuevas escuelas psicológicas y pedagógicas en el marco de la psicología del aprendizaje (el cognitivismo, el socioconstructivismo, el interaccionismo social, la pedagogía humanista).

- Las nuevas propuestas de aproximación al estudio de la lengua (el análisis del discurso, el análisis de la conversación, la pragmática, la etnografía de la comunicación, la sociolingüística).

- La aparición reciente de una nueva orientación en el ámbito de la investigación educativa en la que la atención se centra en las culturas de los centros y de las aulas, que constituyen el contexto natural donde se aprende (la reflexión del docente sobre su propia práctica, su desarrollo profesional y su capacidad de innovar).

- Los avances en las investigaciones sobre adquisición de segundas lenguas (reinterpretación del concepto de error, la hipótesis de la interlengua y sus estadios sucesivos, etc.).

- Y, como consecuencia, debido a la coincidencia de los factores anteriores, la evolución metodológica que ha experimentado el propio campo de la didáctica de segundas lenguas o lenguas extranjeras (abandono de la búsqueda del método ideal apostando por la adopción de enfoques y modelos curriculares abiertos y centrados en el alumno, renuncia a la priorización de los contenidos lingüísticos y mayor focalización en los procesos de aprendizaje, sílabos procesuales, etc.) han propiciado que el centro de interés se haya desplazado de temas educativos relacionados con el diseño curricular y la metodología al estudio detallado de los patrones de comportamiento real que se producen en clase de lengua extranjera, así como de la variedad de condicionantes -o siguiendo con el símil, bolas- que hacen que cada clase sea un acontecimiento único e irrepetible y con los cuales el profesor debe saber bregar.

A raíz de lo expuesto anteriormente, se ha visto redefinido el papel del profesor y, consecuentemente, el del alumno. En oposición a la enseñanza tradicional, actualmente encuentra común aceptación la perspectiva didáctica que concede al alumno el papel de eje central de las consideraciones didácticas, en torno al cual se ajusta la confección de los materiales y las actividades de clase preparadas por el profesor. A continuación, se muestra un resumen de los papeles más importantes del profesor en la enseñanza de una lengua extranjera, proporcionado por A. Giovannini et al.  (1996:vol.1, 56).

- El profesor es:

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