Macario
Enviado por Loree Samperio • 10 de Junio de 2022 • Reseña • 494 Palabras (2 Páginas) • 116 Visitas
Macario
B. Traven, Macario, Selector, 1950, 90 pág.
Macario era leñador, padre de 11 hijos. Tenía una sola ilusión, poderse comer a solas en las profundidades del bosque, un pavo asado entero.
Cuando Macario llegaba a su hogar, se dejaba caer sobre una sillita que uno de los niños acercaba rápidamente a la mesa sobre la que Macario extendía ambos brazos exclamando:
-¡Ay, mujer, que cansado estoy y cuanta hambre tengo! ¿Qué hay de comer?
En cuanto vaciaba el jarro, murmuraba:
-Oh, Señor; concédeme, aunque sea una sola vez, todo un pavo para mi solo!
Su mujer, la compañera más fiel, empezó a ahorrar hasta el último centavo que ganaba lavanda ropa, después de ahorrar por tres largos años, pudo hacerse del pavo más gordo que encontró en la plaza.
Toma, aquí tienes el pavo asado que durante tantos años has deseado y por el que tanto has rogado.
Date prisa antes de que los niños lo vayan a oler y se enteren de lo que tienes.
Habiendo empleado largo tiempo en encontrar un lugar suficientemente apartado en lo más profundo del bosque, saco el pavo de la canasta…
Asegurando la pechuga del pavo con la mano izquierda, tomo con la derecha una de Las piernas del animal para separarla y empezar a comer.
Cuando intentaba hacer esto, se percató de la presencia de un charro. Cuando Macario miro la cara del extraño, este sonrió…
-¿Qué dices, amigo, de darle un buen bocado de tu pavo a este jinete cansado?
- Ni usted es mi amigo ni yo lo soy de usted ni lo seré mientras viva. Entiéndalo bien. Y ahora vuélvase al infierno, de donde vino, y déjeme gozar en paz de esta comida.
Suspiró y agarro la pechuga del pavo, como antes lo hiciera. Nuevamente volvió a darse cuenta de la presencia de dos pies frente a él, los pies que veía iban calzados con huaraches muy maltratados, Macario levanto la vista y se encontró con un rostro muy sincero y agradable…
-Dame, buen vecino, como yo habré de darte algún día. Dame y te bendecirte por ello.
Señor no puedo perder ni siquiera el más pequeño pedacito de este pavo. El ave me fue dada con la intención de que la comiera entera y yo solo.
Volvió a agarrar la pierna del pavo para tirar de ella e iniciar su comida, cuando una vez más vio un par de pies frente a si…
Opinión:
Yo opino que Macario trabajaba en vender leña y quería comerse un pavo el solo su esposa se lo compro y le dijo que se fuera a las profundidades del bosque para que los niños no lo vieran y no le pidieran y se lo pudiera comer el solo y cuando agarraba su pavo siempre llegaba una persona diferente esas personas eran el diablo, Dios y la muerte y el no compartió el pavo con nadie solo con la muerte ella le dio un regalo y cuando fue la hora de morir el murió muy feliz.
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