Posdata: No te Alejes de mi

Maité e Isaac... llevan juntos dos años, pero son novios oficiales desde hace un año y siete meses.

El castaño se le declaró el día en que ella llegó a su trabajo, acompañada de su padre.

El principio del noviazgo fue lo más difícil para ellos, más para Isaac, pues el señor Alberto se oponía a que su hija tenga de pareja a un empleado suyo.

Pero debido a su insistencia, Maité lo consigue, logrando que su padre e Isaac se lleven, por así decirlo, mejor.

En su primer aniversario, decidieron mudarse y comprar un apartamento.

Apenas consiguieron el permiso de sus padres, lo hicieron.

Por este décimo noveno cumple mes -ellos preferían contar los meses- no tuvieron mejor idea que pasar un momento de paz... en el parque de la ciudad.

El clima, estupendo; la situación, perfecta; el motivo, Maité. El castaño no dejaría pasar esta oportunidad, no lo haría.

-Casate conmigo -el castaño miró a la rubia, sonriéndole-

La de ojos claros volteó de manera brusca y miró con los ojos bien abiertos a Isaac.

No sabía que decir.

-¿Qué? -sonó temblorosa-

-Casate conmigo -le repitió Isaac-

Maité se quedó con la palabra en la boca.

Nuevamente no tenía idea de qué decir.

-Isaac... -se detuvo, miró hacia el cielo y se dio cuenta de que todo era jodidamente perfecto, entonces dijo en sus pensamientos 》solo tú Maité podrías arruinar un momento así, te odio《 - ¿No crees que te estas apresurando demasiado?

Trató de no mirarlo, pero no lo logró.

Isaac se giró hacia ella y la miró a los ojos.

-Niña, hasta el momento en que tú estés lista para este paso -guardó silencio, volvió a sentarse a su lado, tomó su mano- yo te esperaré -sonrió- pero no creas que me rendiré tan fácil eh -la miró y volvió su expresión pícara-

-Gracias mi castaño idiota -lo besó en la mejilla-

-Hey! ¿Y que pasó con "mi príncipe, mi niño lindo"? ¿Todo se fue al país del nunca jamás o qué? -Maité río y el de ojos cafés bufó-

-Digamos que salió a pasear -la rubia le mostró una sonrisa traviesa-

-¿Pero sabes quien no salió a pasear? -preguntó Isaac riendo-

-¿Quién? -preguntó Maité asustada, no queriendo saber la respuesta-

-Estas manos dispuestas a continuar torturándote -el castaño río de manera tenebrosa y saltó por la rubia, la pesadilla de cosquillas continúa-

-Detente imbécil -decía Maité apenas en un aliento, volvió a reír como foca epileptica-

Una ayudita para un trabajo de lengua (amenme

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