SANCHO PANZA

A partir de este momento Sancho se convierte en protagonista y culmina el proceso de maduración del personaje. Es más imprevisible y sorprendente, eso le da riqueza al personaje.

·         Después de pedir tanto la ínsula, reconoce que quizás no está preparado para asumir el cargo. Este gesto muestra honestidad.

·         Ve un escrito en la pared, el mayordomo le dice que es el día que él toma posesión de la ínsula. Al asumir el cargo lo que hace es desposeerse de esa partícula honorífica “Don”, es un gesto que vuelve a recordarnos a un gesto anterior efectuado por DQ.

·         Sancho asume el cargo y demuestra en cada pleito que se le plantea un extraordinario sentido común que deja sorprendido a  todo el que asiste a esos juicios improvisados. Aplica la otra sabiduría, es decir, la sabiduría popular. DQ como representante de la sabiduría libresca. Sancho funciona a base de refranes, DQ a base de citas literarias.

Todo el episodio de la ínsula de Barataria es interesante porque se ha dicho que se puede leer como otra parodia. Podría ser una reescritura de las utopías políticas que prosperan en el renacimiento. Cervantes pudo conocer la utopía de Tomás Moro.

El nombre de la ínsula es significativo. Barataria es barata y baratar significa permutar o trocar algo por otra cosa. Trocando un gobierno por el de Sancho Panza. Cervantes no cierra la lectura sino que sugiere y deja las posibilidades en el aire.

Mientras Sancho está de gobernador, DQ se queda solo, melancólico y un poco celoso de la suerte de Sancho. Le reprocha la facilidad con la que de la noche a la mañana es el gobernador de una ínsula. Detrás de esta envidia podemos escuchar la amargura de Cervantes muy mayor, preparándose para la muerte, con muchas dificultades económicas y sin el genio reconocido. DQ aconseja a Sancho de cómo gobernar la ínsula, en algunos de estos consejos se ve la superioridad de DQ. Esto simboliza como se están dando cuenta de la nivelación de los personajes y es necesario volver a poner a DQ por encima. Cervantes mezcla registros que chocan porque al lado de estos consejos ridículos encontramos consejos maravillosos. Mezcla lo ridículo con lo sublime.

DQ se queda solo en la corte de los duques. Desde ese momento DQ se empequeñece sin la presencia de Sancho.

Altisidora es una quinceañera que finge estar perdidamente enamorada de DQ, prototipo de mujer tentadora que pondrá a prueba sobre la fidelidad de DQ. Subraya la inversión de papeles continua, la feminización de DQ y la virilización de los personajes femeninos. DQ vive intranquilo pensando que esta mujer entrará en su habitación y lo forzará. Finalmente esta no entra en la habitación, sino que lo hace Doña Rodríguez. Esta le pide un favor (no está programado por los duques) Él se asusta tanto que se sube en la cama, desaparece el héroe porque ante la entrada de la mujer este teme ser forzado por la mujer. Sancho crece y DQ se empequeñece.

Los capítulos que dedica Cervantes  a la ínsula son una puesta en escena del mundo al revés. Es un episodio muy unido al carnaval, periodo del año en el que está permitido el disfraz. La broma le sale al revés ya que el resultado: el tonto se comporta con dignidad y gobierna bien. Los duques no han tenido en cuenta la evolución del personaje de Sancho y lo que hacen es tramar la burla del gobierno de Barataria para reírse de Sancho, pero no contaban con que al final ellos serían los burladores burlados. Sancho rompe las expectativas de los duques, de los lectores y de Cide Hamete Benengeli, este en alguno momento duda si esto es apócrifo.

El carnaval como época de grandes comilonas, comidas sustanciosas. Sancho es la encarnación del carnaval, por lo tanto Sancho es glotón. Hay dos momentos donde Sancho puede satisfacer esa glotonería: en las bodas del rico Camacho (la comida se describe desde el punto de vista de Sancho) y en la ínsula (como gobernador se le despliega un gran manjar) En este último no puede comer nada porque aparece el médico/dietista don Pedro Recio de Agüero, natural de Tirteafuera. Este le niega a Sancho todas las comidas que tiene delante justificándose diciendo que le sentaría mal y le cambiaria el ánimo. El médico lleva una varita en la mano que podría recordar a una varita mágica que hace aparecer lo que desea, sin embargo aquí hace desaparecer cosas. El médico y Sancho se enfrentan como el carnaval y la cuaresma.

Lo mejor no son los consejos de DQ, sino el final porque al final no sabemos cuántos días transcurren pero Sancho renuncia al puesto con una fuerza moral y una dignidad que son muy admirables. Sancho nos sorprende porque lleva mucha tiempo esperando su ínsula y él mismo sabe reconocer que el gobierno no era para él, llegamos al fin del engaño. Proceso barroco de desengaño.

El desengaño es palpable en tres rasgos que definen a Sancho:

1.    Glotonería

2.    Codicia

3.    Verborrea

Cuando renuncia a la ínsula estos rasgos quedan cuestionados, entran en crisis. La glotonería, no solo que el médico le aparta los manjares, sino que al final reconoce que él no está hecho para esos manjares. La codicia, liquida su deseo, su gran ilusión que lo mantiene en marcha. Hace una confesión de renuncia de la codicia que mueve al personaje. La verborrea, renuncia a la ínsula en medio de un gran silencio. El silencio en un personaje de verborrea compulsiva sorprende, desconcierta a los demás.

Sancho renuncia a todo y lo único que le queda es la compañía de DQ. Primero va a buscar al rucio y luego a DQ. Triunfa la bondad y la sencillez, no la bobedad. El caminar a hecho sabio a Sancho.

En el episodio 55 Cervantes hace caer, literalmente, a Sancho en una escena ridícula. Cuando va de noche a la corte de los duques Sancho cae en una sima, en un agujero. Esto recuerdo a la cueva de Montesinos, en esta Sancho saca a DQ y ahora DQ sacará a Sancho. A partir de este momento abandonan la corte de los duques y se dirigen a Barcelona. Abandonan el mundo fantasmagórico y lo que perciben los lectores el libertad, aire fresco. A partir de este momento se encadenan una serie de aventuras menores.

11/12

En una de estas aventuras menores, Sancho y DQ escuchan una conversación en el aposento contiguo, los dos hombres hablan de la segunda parte de el Quijote apócrifo. Dicen que DQ se pinta desenamorado de Dulcinea. DQ va a discutir con don Juan y don Jerónimo. Estos dos personajes le dan el libro apócrifo, DQ lo ojea y lo desautoriza. Esta situación se repite de manera similar al final de la novela, hay una duplicación interna, un eco.

De cómo DQ y Sancho llegaron a su aldea à Don Álvaro Tarfe es el protagonista de esta aventura. Es una personaje que pasa de la ficción de Avellaneda a la novela de Cervantes. Para llegar a este personaje nos situamos en el capítulo 71 cuando llegan a una venta. Están esperando en una sala y ven en las paredes unos lienzos con unas pinturas malísimas. En una pintura se ve el robo de Elena a Menelao y en otra la historia de Dido y Eneas. DQ espera que algún día su historia sea pintada y colocada en un mesón, pero que este bien pintada. DQ remata la escena contando un cuentecillo. Este cuento ya se había contado antes, es decir, es una duplicación y se puede entender que este será importante cuando se cuenta dos veces. De manera oblicua se proponen cuestiones fundamentales que tienen que ver con el arte pero lo que cuenta del pintor los lectores lo llevamos a la novela. Se plantea el tema de los límites de la imitatio pero se impone la originalidad.

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