TRABAJO ARTE MODERNO Y COMTEMPORANEO
Enviado por ginkgo • 19 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 4.029 Palabras (17 Páginas) • 372 Visitas
TRABAJO ARTE MODERNO Y COMTEMPORANEO
Trabajo entregado al Dra. NATELLA ORAGVELIDZE, docente del área de humanidades, por la estudiante ALEJANDRA,
ESCUELA DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA
Bogotá D.C
2017
A CADA TIEMPO SU ARTE, A CADA ARTE SU LIBERTAD
El arte, la creación artística, presupone una exposición conceptual que abarca una secuencia de valores personales que se transmiten del creador al espectador, sea cual sea la perspectiva de la observación, así como la intencionalidad de aquella óptica desde la que se propone la dialéctica, sin embargo, buscar una definición no resulta fácil.
Toda obra de arte puede evaluarse desde muy diferentes puntos de vista, desde perspectivas académicas diversas, en definitiva, que rozan en sus esencias más íntimas aspectos de la filosofía que le han de vincular a la definición secular e histórica de la belleza y el encaje de esta en su contexto social e histórico; de este modo encontramos disciplinas como la estética o la sociología del arte que abordan aspectos distintos a los que pueden ser observados desde otra perspectiva, la que observaría esa misma obra desde la perspectiva de la Historia del Arte, perspectiva ésta, académica, que construye su visión a partir de los hechos, las actividades artísticas, en cuya realización intervienen factores y elementos subjetivos no cuantificables. En este sentido el encaje del análisis de la obra de arte desde una perspectiva del análisis crítico nos habría de llevar a tomar tanto el lenguaje creativo como las diferentes perspectivas que nos han de permitir analizar todos los elementos que constituyen la creación artística y la obra objeto de la crítica en particular.
Recurrir al origen del término del concepto de arte, seria aludir a la primigenia acepción que nos lleva a la visión que, de él, se tiene en el mundo griego, donde se considera como una mera habilidad técnica, porqué, sujeto a un conjunto de reglas, estas lo definen en función del concepto, destreza, en su producción, aunque nos pudiera parecer a simple vista lo contrario. De hecho, la producción de belleza y su consideración no se acabará produciendo hasta la llegada del Renacimiento en que se reivindica la inspiración y la capacidad de invención del creador, superando la tradicional distinción entre artes liberales y mecánicas, donde los encajes de las artes figurativas no podían separarse de las mecánicas, como el caso de la arquitectura. La concepción de belleza no solo en el arte, también la música, la poesía o la danza no lo descubrimos en la historia hasta mediados del siglo XVIII en el que el concepto de las Bellas Artes se instituye, como paso previo a las evoluciones técnicas y de lenguaje que se dará a lo largo de los siglos XIX y XX.
Reconocido, pues, el nacimiento del concepto de belleza como determinación del análisis del arte, como tal, a partir del valor estético, y resulta interesante en este sentido el análisis de M. del Pilar Aumente, a partir de las reflexiones del teórico del arte Mikel Dufrenne, de quien afirma que “no se podía pronunciar en favor de lo sublime, porqué es la categoría de lo pre-humano cuando se presenta como inhumano”; pero parece mucho más interesante la aparición del concepto de no-arte, como modo de decir no a la complacencia y acercamiento al arte tradicional, en el sentido en el que Dufrenne nos propone que “sublimación-clasicismo-normatividad forman un frente común contra el que se eleva el concepto de desublimación, entendido en el sentido de rechazo hacia la espiritualización y la norma”.
Ahora bien, después de esta corta introducción que nos llevó por un recorrido sobre las nociones del arte y lo que implica veremos un hecho de la época prehistórica, uno del renacimiento y otro de la contemporaneidad para contextualizar un poco los intereses y objeto que se perseguían en dichas épocas esto desde la mirada de autores que escriben y estudian estos fenómenos que se presentan
Realismo y Naturalismo en la Prehistoria: Dentro de la prehistoria encontramos la etapa llamada paleolítico, esta se caracteriza por desarrollar un naturalismo, que llega a ser progresivamente “una técnica más ágil y sugestiva casi impresionista, y que sabe dar una forma cada vez más pictórica, instantánea y aparentemente espontanea a la impresión óptica que pretende presentar” (Hauser,1983 pag13). Además de lo anterior, se puede observar una cierta vultuosidad a la hora de representar las diversas imágenes que intentan reproducir la realidad. Las expresiones artísticas, muestran expresan lo que conoce el hombre primitivo frente a su contexto. En la época del Neolítico, aparece el animismo y geometrismo, “la actitud naturalista abierta a la experiencia, se transforma en una intención artística geométricamente estilizada, cerrada a la riqueza de la realidad empírica”. (Hauser,1983 pág. 21).
Por tanto, el autor describe como el hombre primitivo ya utilizaba cosas rudimentarias que le permitían llegar a tal punto de construir obras majestuosas con relación a el mundo y las actividades cotidianas que Vivian, arte que además servía como motivos de conectarse con el mundo trascendente cosmológico y divino de su tiempo.
Otro autor expresa como se presentan, un realismo, como actitud o la tendencia que “intentará reproducir con total fidelidad la realidad buscando una intención de dialéctica y la interpretación del juicio del artista” (Gombrich, 1948, p.72). Así, pues se representará lo real haciendo un uso en la pintura prehistórica de la realidad teniendo como ejemplo en la pintura franco-cantábrica de la Cueva de Altamira donde apreciamos el cuidadoso detalle del pelaje del animal; luego la representación de lo natural, lo más fiel posible a su realidad.
En efecto, las producciones de los niños contemporáneos son antes racionales que sensoriales, se centran en lo que conocen de los objetos y no tanto en lo que espontáneamente se ve. Pero los dibujos del período paleolítico, ofrecen la impresión visual de una forma tan directa que no encuentra paralelo en la historia del arte hasta tal vez, el movimiento impresionista. La vida del hombre en este periodo, giraba en torno a la búsqueda de su sustento, por lo tanto, es improbable que la producción artística girara en torno a otro objetivo que no fuera la obtención del alimento.
Las primeras manifestaciones artísticas ya presentan la oposición de posibilidades entre la idealización o abstracción de rasgos, que llevan a la representación de los rasgos femeninos exagerados en las venus paleolíticas o al esquematismo del arte rupestre y el realismo, incluso un realismo tan impactante que hizo dudar durante años de la honestidad del descubrimiento de la Cueva de Altamira, que sólo fue aceptada tras el descubrimiento de más ejemplos de la denominada escuela franco-cantábrica, como lo expresa el autor cuando dice:
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