200 REFRANES TRADICIONALES
Enviado por jojschi • 13 de Marzo de 2014 • 15.826 Palabras (64 Páginas) • 1.156 Visitas
2000 REFRANES TRADICIONALES, SEGURO QUE TE SUENA MÁS DE UNO, ¿VERDAD?.
A Abril alabo, si no vuelve el rabo.
A balazos de plata y bombas de oro, rindio la plaza el moro.
A bicho que no conozcas, no le pises la cola.
A bien obrar, bien pagar.
A boda ni bautizado, no vayas sin ser llamando.
A borracho o mujeriego, no des a guardar dinero.
A buen amigo, buen abrigo.
A buen bosque vas por leña! también funciona con: A buen puerto vas por agua.
A buen entendedor, pocas palabras.
A buen hambre, no hay pan malo. también funciona con: A buen sueño, no hay mala cama.
A buen juez, mejor pastor.
A buenas horas, mangas verdes.
A burro viejo, poco verde.
A caballo comedor, cabestro corto.
A caballo regalado, no se le miran los dientes.
A cada cerdo, le llega su sábado.
A cada pajarillo, le gusta su nidillo.
A cada santo le llega su día.
A cada uno lo toca escoger, la cuchara con la que ha de comer.
A canas honradas no ha de haber puertas cerradas.
A caracoles picantes, vino abundante.
A casa de tu tía, mas no cada día.
A casa lleve un amigo; Él se quedó de amo y yo despedido.
A cualquier dolor, paciencia es lo mejor.
A cualquiera se le muere un tio.
A cucharon grande pa' quitar el hambre.
A Dios rogando y con el mazo dando.
A donde ira el buey que no are? A donde te quieran mucho, no vayas a menudo.
A embestida de hombre fiero, pies para que los quiero!
A enemigo que huye, puente de plata.
A falta de caballos, que troten los asnos.
A falta de manos, buenos son los pies.
A falta de pan, buenas son las tortas.
A grandes males, grandes remedios.
A jugar y perder, ganar y callar.
A la cama no te iras sin saber una cosa mas.
A la cena y a la cama, solo una vez se llama.
A la gallina no les pesan sus plumas.
A la gallina y a la mujer, le sobran nidos donde poner.
A la hora mala, no ladran los canes.
A la iglesia no voy porque estoy cojo, y a la taberna, poquito a poco.
A la larga, todo se arregla.
A la larga, todo se sabe.
A la mejor dama se le escapa un ped*.
A la mesa de San Francisco, donde comen cuatro, comen cinco.
A la mujer bigotuda, de lejos se la saluda.
A la mujer no la cates, no es melón.
A la mujer por lo que valga, no por lo que traiga.
A la mujer ventanera, tuércele el cuello si la quieres buena.
A la mujer y a el papel por detrás has de ver.
A la mujer y a la suegra, cuerda.
A la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero.
A la par, es negar y tarde dar. A la tercera va la vencida.
A la vejez se acorta el dormir y se alarga el gruñir.
A la vejez, cuernos de pez.
A la vejez, dinero y mujer.
A la vejez, viruela.
A largos días, largos trabajos.
A las diez, en la cama estés; mejor antes que después.
A las mujeres y a los charcos, no hay que andarles con rodeos.
A lo que no puedas, no te atrevas.
A lo que no puede ser, paciencia.
A lo que se quiere bien, se castiga.
A los 20 valiente, a los 30 casados, y a los 40 rico; si este dicho no se cumple, este gallo clavo el pico.
A los 60 pocos hombres conservan su herramienta, y es por regla general, que desde los 50 anda mal.
A los cuarenta de edad, fácil viene la enfermedad.
A los enemigos, bárreles el camino.
A los quince, los que quise; a los veinte, con el que diga la gente; a los treinta, el primero que se presenta.
A los tontos no les dura el dinero.
A los treinta doncellez, muy rara vez.
A maestro de espada, aprendiz de pistola.
A mal de muchos, remedio de pocos.
A manos frias, corazon ardiente.
A más beber, menos comer.
A más doctores, mas dolores.
A más servir, menos valer.
A mis años llegaras o la vida te costara.
A misa temprano, nunca va el amo.
A mocedad sin vicio y de buena pasada, larga vejez y descansada.
A mocedad viciosa, vejez penosa.
A mono viejo no se le hace morisqueta.
A mucho amor, mucho perdon.
A muy porfiado pedir, no hay que resistir.
A nadie le hace mal el vino si se bebe con tino.
A nuevos hechos, nuevos consejos.
A otro perro con ese hueso.
A palabras necias, oidos sordos.
A pan de quince dias, hambre de tres semanas.
A pan duro, diente agudo.
A perro sarnoso todo son pulgas.
A persona lisonjera, no le des oreja.
A pesar de ser tan pollo tengo mas plumas que un gallo.
A picada de mosca, pieza de sabana. A poco pan, tomar primero.
A quien amasa y cuece, muchas cosas le acontecen.
A quien amasa, una le pilla y ciento le pasa. A quien cuida la peseta nunca le falta un duro. (En España, cinco pesetas es un duro.)
A quien Dios ama, Dios le llama.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
A quien gana buscaras, que quien pierde, el volvera.
A quien has de acallar, has de halagar.
A quien le dan pan que no coma.
A quien mucho tememos, muerto le queremos.
A quien no ama a sus parientes deberian romperle los dientes.
A quien paga adelantado, mal le sirve su criado.
A quien por sufrir deja la vida, vida por sufrir deja a la muerte.
A quien te engaño una vez, jamas le has de creer.
A quien tienes que dar la cena, no le quites la merienda.
A rey muerto, rey puesto.
A rio revuelto, ganancia de pescadores.
A su tiempo maduran las brevas.
A todo puerco gordo le llega su San Martin.
A tu mujer no la alabes, lo que vale tu lo sabes.
A unos da Dios ovejas, a otros, orejas. A veces perdiendo se gana.
A veces vivimos nuestra vida sintiendonos encadenados, sin saber que nosotros tenemos la llave.
Abejas sin comida, colmenas perdidas.
Abierto el cajon, convidado esta el ladron.
Abogadito nuevo, perdido el pleito.
Abracijos no hacen hijos, pero son preparatijos.
Abre el ojo, y te ahorraras enojos.
Abre la boca, que te va la sopa.
Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo.
Abrojos, abren ojos.
Aceite de oliva, todo el mal quita.
Aceitunas amargas, con el vino se pasan.
Acertar a la primera, no se ve todos los dias.
Aclaracion no pedida, acusacion manifiesta.
Acoge lo provechoso, y no admitas lo dañoso.
Acuerdate, nuera, de que tambien
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