ALIMENTOS
Enviado por VELASQUEZ33 • 12 de Junio de 2013 • 4.290 Palabras (18 Páginas) • 215 Visitas
ELEMENTOS BÁSICOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANOPÓNICOS Y EL FOMENTO DE LOS HUERTOS INTENSIVOS.
El organopónico es la técnica de cultivo establecida sobre sustratos preparados mezclando materiales orgánicos con capa vegetal, los cuales se colocan dentro de contenedores, camas, barbacoas o canteros y se instalan en lugares o espacios vacíos, en las zonas densamente pobladas, donde el suelo resulta improductivo por diversas razones.
El huerto intensivo se organiza sobre canteros construidos "in situ'. Sin utilizar guarderas, costaneras u otro tipo de estructuras que los conformen lateralmente. Constituyen un "sistema abierto" al tener las plantas y los procesos que se desarrollan en su medio de crecimiento (cantero) una vinculación directa con el suelo.
Para la construcción y ubicación de los organopónicos y los huertos intensivos se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
I. Para los organopónicos:
1. Localización
a) La construcción se debe realizar en áreas improductivas y, preferentemente, planas.
b) Lo más cercana posible a los destinatarios de la producción final, lo que evita el transporte desde lugares lejanos, con el consiguiente deterioro de los productos.
c) Sin árboles intercalados para evitar la sombra y el efecto dañino de sus raíces.
d) En las zonas de mucho viento, buscar un lugar protegido por una cortina de árboles o construir alguna protección eólica.
e) En áreas con buen drenaje superficial y protegidas contra corrientes de agua y posibles inundaciones.
2. Diseño constructivo
El plan general debe integrarse a la estética del entorno y el proyecto constructivo tener un control y una ejecución planificados. Para construir o conformar los canteros, camas o barbacoas hay diversas variantes, entre las que figuran: uso de postes de concreto u hormigón defectuosos, que faciliten la conformación de las guarderas. Con el mismo propósito se utilizan bloques, ladrillos de materiales alternativos y piedras.
Uso de canaletas de asbesto - cemento (principalmente en azoteas o platabandas).
3. Drenaje
Favorecer el drenaje con grava, tubos, piedras u otros, fundamentalmente en terrenos bajos. En áreas con buen drenaje, o si se carece de estos materiales, remover con escardilla, pico o arado unos 30 cm. del suelo. La pendiente del cantero será hasta 2 por 1000 (2/1000).
4. Orientación
Los canteros se orientarán en relación con su longitud, siempre que sea posible, en sentido norte-sur.
5. Dimensiones de canteros y pasillos
Longitud: No exceder los 40 m
Ancho: 1,2 m. de cantero efectivo
Profundidad: 0,3 m. de sustrato efectivo
Ancho de los pasillos: 0,5 m.
II. Para los huertos intensivos:
1. Localización
a) Ubicar el huerto intensivo en suelos con buena fertilidad; en el que las propiedades físicas faciliten el drenaje y la friabilidad.
b) El área no debe estar propensa a inundaciones o arrastres por corrientes de aguas superficiales.
c) Estar libre de excesiva sombra, provocada por árboles o edificios.
d) Tener disponibilidad de agua, con la calidad necesaria para su uso racional en el riego.
e) Ubicado cerca de núcleos poblacionales. Además debe tener fácil acceso al flujo de los destinatarios de la producción final.
El tamaño del huerto intensivo varía de acuerdo con el área existente, la disponibilidad de agua y el volumen de producción necesarios: puede tener entre algunos cientos de metros cuadrados, hasta más de una hectárea, aun-que no resultan muy aconsejables los huertos extremadamente grandes, dado que necesitan personal administrativo y recursos materiales costosos y, por lo general, la eficiencia disminuye. Cuando se presenta la necesidad de un área considerable de huerto intensivo, en forma compacta, es preferible subdividirla en áreas menores.
2. Preparación del cantero para la siembra
Constituye una de las operaciones de mayor responsabilidad en la explotación del huerto intensivo. De su calidad depende el éxito de la producción y la estabilidad de los rendimientos en sucesivas cosechas.
Una vez seleccionada el área, de acuerdo con los requisitos establecidos, se procede a la preparación básica del suelo.
Para los huertos grandes, se incluye la subsolación y aradura profunda, en forma mecanizada o con tracción animal.
Para huertos pequeños, es necesaria una preparación, a la mayor profundidad posible, con pico y/o escardilla.
En ambos casos, siempre hay que tener presente que la friabilidad y aireación en el lecho o cama de siembra es imprescindible para la obtención de altos rendimientos. Después de preparado y nivelado el suelo, se procede a la formación de los canteros, camas o barbacoas, usando una de estas técnicas:
a) El tradicional cantero, cama o barbacoa. Consiste en la aplicación y mezcla de materia orgánica con el suelo. La cantidad de materia orgánica que se debe aplicar debe ser superior a 10 kg/m2 (100 t/ha).
b) La técnica del cantero chino. Consiste en extraer los 30 cm superiores de la capa del suelo, continuar removiendo con pico y/o escardilla u otra herramienta similar otros 30 cm y descartar esta última fracción de suelo. Mezclar el suelo extraído de los primeros 30 cm con materia orgánica, en proporción 1:1 y depositar esta mezcla en el lugar de origen del suelo, así queda conformado el cantero. Con el uso del cantero chino, se puede prescindir de la preparación básica del suelo.
c) Uso de cáscara de arroz. Consiste en depositar en la superficie del suelo, ya preparado y nivelado, una capa de 10 a 30 cm de este residuo de la industria arrocera. La cáscara de arroz se quema lentamente y posteriormente se procede a la conformación de los canteros, ya sea directamente sobre el producto de la combustión o mezclando éste con la capa superficial del suelo.
3 Orientación de los canteros
Siempre deben colocarse de norte a sur en su longitud. En todos los casos, es imprescindible que los canteros sean orientados, en su longitud, transversalmente a la pendiente predominante en el terreno. Si esto no fuera posible, entonces se procederá a formar canteros de corta longitud. Esta práctica contribuye, en gran medida, a la conservación de los suelos y con ello, a la garantía de altos rendimientos.
En casos excepcionales, se utiliza la siembra en surcos en el huerto intensivo, en algunos cultivos como el quimbombó, o con el fin de usar áreas en
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