APRENDIENDO A EDUCAR La primera infancia resulta ser una etapa crucial en la vida

APRENDIENDO A EDUCAR

Benitez, L. (2016)

Uniminuto

Resumen

        La primera infancia resulta ser una etapa crucial en la vida del ser humano en la que se desarrollan una serie de competencias y en gran parte la adquisición de estas habilidades y capacidades a nivel cognitivo, motriz, emocional y social dependen de los estímulos que reciba por parte del medio en el que se desenvuelve y de sus agentes educadores. Por esta razón, quienes nos encargamos de educar tenemos la gran responsabilidad de impartir unas pautas que incidan en el hecho de formar personas capaces y autónomas de cumplir un rol de trascendencia dentro de la sociedad.

Abstract

Early childhood turns out to be a crucial stage in the life of the human being in which a series of competences are developed and to a large extent the acquisition of these abilities and capacities in cognitive, motor, emotional and social level depend on the stimuli that receives by part of the environment in which they develop and their agents educators. For this reason, those in charge of educating have the great responsibility to impart some guidelines that influence the fact of forming capable and autonomous people to play a role of transcendence within society.

Palabras claves

Desarrollo, educación, educador, infancia, niño, formación.  

Key words

        Child, childhood, development, education, educator, training.

Introducción

        Es de saber que durante la etapa de la primera infancia se efectúan variedad de desarrollos a nivel neuronal, esto correspondiente a las conexiones cerebrales que son características de este periodo, a su vez que se comienza a alcanzar diversas habilidades básicas como lo son el hablar, el pensar, el razonar y mecanismos de interacción, lo que conlleva a que este ciclo del crecimiento se resalte como el más significativo y el que requiere mayor acompañamiento y atención por las singularidades que además representa.

Dentro del contexto educativo, se tiene mucha claridad acerca de la pertinencia que sujetan las acciones desarrolladas y que configuran el proceso de formación, estas abarcan tanto el aspecto académico, como ético y social, en base a esto se estructura detalladamente cada una de las condiciones que permitirán que de manera exitosa se cumpla con el objetivo de impartir una educación de calidad y pertinente con la posibilidad de que el niño potencie sus capacidades y habilidades para la vida.  

La educación inicial se constituye en un estructurante de la atención integral cuyo objetivo es potenciar de manera intencionada el desarrollo integral de las niñas y los niños desde su nacimiento hasta cumplir los seis años, partiendo del reconocimiento de sus características y de las particularidades de los contextos en que viven y favoreciendo interacciones que se generan en ambientes enriquecidos a través de experiencias pedagógicas y prácticas de cuidado (Ministerio de Educación [MEN], 2014).

En ese sentido, el rol del educador es de suma relevancia ya que es el gran responsable de llevar a la realidad las actividades que logren este fin, es quien a través de sus percepciones y concepciones sobre lo que signifique el educar organizará y planteará sus metodologías para instruir a los infantes, convirtiéndose de esta manera, en el guía y orientador de cada uno de los procesos que sean ejecutados. Ahora bien, hay que situarnos en el tiempo y las condiciones que actualmente se están presentando en la inmediatez del hecho educativo, pues visiblemente la función del docente no es la misma hoy a comparación de la de hace veinte años atrás, esto dado que prácticamente todo lo que rodea el proceso educativo ha cambiado y evolucionado bajo muchos aspectos, como lo son el aspecto familiar, el social y las relaciones personales.

Partiendo de esta particularidad, se hace necesario abordar cada uno de estos ejes que han influenciado como ya se ha nombrado anteriormente.

1. Aspecto familiar

Es fundamental resaltar el rol que juegan las familias en la formación del niño, la cual es primordial para su desarrollo psico- social y su personalidad, Aparici (2002) sostiene:

Es evidente que la familia juega un papel fundamental al ser el contexto en el que las niñas y los niños establecen sus primeros vínculos afectivos, en donde aprenden las primeras cosas y en donde el mundo comienza a cobrar sentido. También es cierto, que la red social de apoyo de la cual disponía la familia (abuelos, vecinos, ...) que de alguna manera ejercía una función de coparentalidad, ha ido mermando su presencia debido a transformaciones socioculturales de diversa índole como la pérdida de la primacía del modelo familiar, la incorporación de la mujer al mundo laboral extradoméstico, el retraso en la edad de la maternidad, el cambio en las tipologías familiares, el incremento en la esperanza de vida.

Donde se pretende relacionar directamente a la familia como eje fundamental en el desarrollo emocional y social de los niños, teniendo como base los valores morales que son inculcados desde su nido familiar.

Por otra parte, es fundamental partir del hecho que el modernismo, la tecnología, la violencia, la falta de educación y problemas culturales han ido cambiando el modelo de familia tradicional donde se evidencia la pérdida de valores dentro del núcleo familiar, por ende ha cambiando el contexto de lo que representa la familia dentro de una sociedad, como lo afirma  Valdez (s.f) en su artículo crisis de los valores tradicionales donde se tiene como causas principales: “La desintegración y los conflictos familiares ,los divorcios, la situación económica, deserción escolar, desobediencia y drogadicción”. Pero si bien esta es una realidad que nos acecha, es también importante resaltar que nuestro deber como pedagógicos es ayudar y servir como guía tanto a niños como a sus familias para contribuir al mejoramiento continuo estableciendo canales de comunicación con ellos en donde se interactúe y se forje al mejoramiento continuo. “La escuela no es un sustituto del hogar, sino un apoyo para los padres en la educación de sus hijos, y una y otros tienen la responsabilidad de formar integralmente al individuo” (Flores, 2013, p.33).

1. Aspecto Social:

Como señala Méndez (2009), Licenciado en Psicología en su artículo Desarrollo Social del niño:

El desarrollo social del niño puede decirse que comienza antes de nacer. Ya cuando sus padres están pensando en tener un niño y lo están imaginando, por ejemplo, al pensar un nombre, o cómo será físicamente, pues esto implica ya que el medio social está teniendo influencia en ese futuro niño. De allí la importancia de lo social, dentro del desarrollo y crecimiento infantil.

Basado en lo anterior partimos fijando como un aspecto relevante lo social- emocional que según la publicación del Centro sobre los Fundamentos Sociales y Emocionales del Aprendizaje Temprano se conceptualiza como: “la capacidad que un niño desarrolla entre el nacimiento y los cinco años de edad para formar relaciones estrechas y seguras (…). experimentar, regular y expresar los sentimientos de maneras social y culturalmente apropiadas; explorar su entorno y aprender” (p.6). Todas estas dimensiones de lo social-emocional tienen lugar en los contextos de familia, comunidad y cultura.

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