Acuarismo y pesca ornamental

Acuarismo y pesca ornamental

Comunicación

Medicina veterinaria 2016-1

Christyan Camilo Agudelo Rodriguez

CC: 1152438484

Miercoles 5-9

Acuarismo y pesca ornamental.

La acuarofilia como se conoce la práctica de aquellos que gustan de tener un pedacito de mar o de rio en sus hogares se ha venido convirtiendo en una tendencia cada vez más arraigada, llegando a ocupar un espacio apenas comparable con la tenencia de un perro, o alguna otra mascota de aceptación popular. Como toda práctica tiene sus sectores a favor y sus detractores pero aun así la aceptación va en continuo aumento y Colombia no ha sido ajeno a ello, de hecho el país se ha convertido en uno de los principales exportadores de peces ornamentales en Suramérica con una cifra que alcanza los 7 millones de dólares al año(1) cifra que continua en aumento gracias al auge que tiene ahora esta práctica a nivel mundial.

Nuestro país en pro de convertirse en uno de los mayores exportadores de peces ornamentales en el mundo, ha arraigado esta cultura en los habitantes cercanos a las zonas de pesca generando empleo y desarrollo para poblaciones como Arauca, Inírida, Villavicencio entre otras(2) que a lo largo del tiempo han adoptado como una de sus principales labores comerciales y conexión al mundo ya que la producción para el interior del país está en una proporción mucho más baja a la que sale hacia otros países(2). Pero no solo somos un país exportador, también importamos otras especias que no son viables para crianza en nuestro país ni de forma natural ni inducido en cautiverio un ejemplo son los ciclidos africanos que se han convertido en algunas de las especies más apetecidas por los acuaristas debido a su colorido e intrigante comportamiento, pero también ha producido serios daños en los ecosistemas fluviales de nuestro país al ser liberados con la intención de reproducirlos generando depredación, virus que apenas se conocen y estudiamos(3) y una infestación bacteriana y parasitaria de consideración en las especies autóctonas de nuestro país y en otros países de Suramérica como Brasil y Perú(4).

Una viva muestra de esta problemática totalmente paralela a esta bonita práctica, es la invasión del pez león al mar caribe colombiano, y se debe pensar en cómo enfrentarla de manera rápida y eficaz ya que como dice el autor Hernández, et al, Las especies invasoras son consideradas el segundo motivo de extinción de especies después de la pérdida de hábitat(5) y terminara por destruir el ecosistema. Esto ha llevado a ciertos controles de importación y la prohibición de ciertas especies dejando como resultado “Según el Departamento Administrativo de Seguridad (Das), en las incautaciones de fauna realizadas entre 1998 y 2004 se estableció que los peces se han decomisado principalmente en los departamentos de Amazonas (60%) y Córdoba (32,6%) y corresponden a ejemplares de peces ornamentales en su mayoría. Sin embargo se debe destacar que los operativos no han cubierto todas las zonas del país, dejando por fuera zonas como el departamento del Guainía de donde se extrae la mayor parte de peces ornamentales que salen del país”(6).

Entre las regiones más comprometidas con esta práctica esta Puerto Carreño gracias a su riqueza ecológica se ha vuelto eje del comercio legal e ilegal de peces ornamentales “Puerto Carreño se localiza a 6° 11’ latitud norte, 67° 29’ longitud oeste y a 50 msnm. Su temperatura anual media es de 28,1°C, con valores que oscilan entre 18 y 42,8°C; el brillo solar es de 2.253 horas al año; la precipitación anual es de 2.174 mm; la evaporación media anual es de 2.041mm; la humedad relativa del 70% varía entre 49% y 88%”(7).

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