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Antologia De Poemas


Enviado por   •  6 de Mayo de 2012  •  2.280 Palabras (10 Páginas)  •  734 Visitas

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Prologo

En mi antología hay algunos poemas de algunos escritores muy reconocidos como lo son pablo Neruda, Amado Nervo entre otros.

Algunas canciones de amor de los artistas Playa Limbo, Belanova entre otros.

Espero que mi trabajo sea de su agrado.

Índice

El amor- Pablo Neruda……………………………………………………1

Tus manos-Pablo Neruda………………..………………………………2

El primer beso-Amado Nervo……………………………………………3

Mi secreto-Amado Nervo……………………………………………….4

Promesa-Ramiro Fonte……………………………………………………5

Viajero-Ramiro Fonte……………………………………………………..6

Venus-Ruben Dario……………………………………………………….7

De otoño-Ruben Dario…………………………………………………..8

Una carta de amor-Julio Cortázar…………………………………….9

El breve amor-Julio Cortázar…………………………………………10

10 para las 10-Playa Limbo………………………..…………………….11

Amor mio-Eiza Glez.……………………………………………………..12

Nada de mas-Belanova…………………………………………………..13

Si yo fuera un chico-Beyonce…………………………………………14

Intocable-Alex Sintek……………..……………………………………15

El amor

Pequeña

rosa,

rosa pequeña,

a veces,

diminuta y desnuda,

parece

que en una mano mía

cabes,

que así voy a cerrarte

y a llevarte a mi boca,

pero

de pronto

mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,

has crecido,

suben tus hombros como dos colinas,

tus pechos se pasean por mi pecho,

mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada

línea de luna nueva que tiene tu cintura:

en el amor como agua de mar te has desatado:

mido apenas los ojos más extensos del cielo

y me inclino a tu boca para besar la tierra.

Autor: Pablo Neruda

Tus manos

Cuando tus manos salen,

amor, hacia las mías,

¿qué me traen volando?

¿por qué se detuvieron

en mi boca, de pronto,

por qué las reconozco

como si entonces, antes,

las hubiera tocado,

como si antes de ser

hubieran recorrido

mi frente, mi cintura?

Su suavidad venía

volando sobre el tiempo,

sobre el mar, sobre el humo,

sobre la primavera,

y cuando tú pusiste

tus manos en mi pecho,

reconocí estas alas de paloma dorada,

reconocí esa greda

y ese color de trigo.

Los años de mi vida

yo caminé buscándolas,

subí las escaleras,

crucé los arrecifes,

me llevaron los trenes

las aguas me trajeron,

y en la piel de las uvas

me pareció tocarte.

La madera de pronto

me trajo tu contacto,

la almendra me anunciaba

tu suavidad secreta,

hasta que se cerraron

tus manos en mi pecho

y allí como dos olas

terminaron su viaje.

Autor: Pablo Neruda

El primer beso

Yo ya me despedía.... y palpitante

cerca mi labio de tus labios rojos,

«Hasta mañana», susurraste;

yo te miré a los ojos un instante

y tú cerraste sin pensar los ojos

y te di el primer beso: alcé la frente

iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente

mientras tu te asomabas a la puerta

mirándome encendida y sonriente.

Volví la cara en dulce arrobamiento,

y sin dejarte de mirar siquiera,

salté a un tranvía en raudo movimiento;

y me quedé mirándote un momento

y sonriendo con el alma entera,

y aún más te sonreí... Y en el tranvía

a un ansioso, sarcástico y curioso,

que nos miró a los dos con ironía,

le dije poniéndome dichoso:

-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

Autor: Amado Nervo

Mi secreto

¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido

de amores por un ser desaparecido,

por un alma liberta,

que diez años fue mía, y que se ha ido...

¿Mi secreto? Te lo diré al oído:

¡Estoy enamorado de una muerta!

¿Comprendes -tú que buscas los visibles

transportes, las reales, las tangibles

caricias de la hembra, que se plasma

a todos tus deseos invencibles-

ese imposible de los imposibles

de adorar a un fantasma?

¡Pues tal mi vida es y tal ha sido

y será!

Si por mí sólo ha latido

su noble corazón, hoy mudo y yerto,

¿he de mostrarme desagradecido

y olvidarla, no más porque ha partido

y dejarla, no más porque se ha muerto?

Autor: Amado Nervo

Promesa

Quizá fuesen mejores

Nuestros corazones cuando eran frágiles

Y algún golpe de mar, o la noche de julio

Pudieran abrirles las calladas heridas

Que ahora, y para siempre, llamaremos nostalgias.

Quizá fuesen mejores cuando eran

Cual regatos ligeros o lluviosas tardes

Que mojaban la infancia y partían

Un dominio común; un valle abierto,

Inmensos arenales, aquel balcón

Detenido en la presencia de pulidos geranios.

No eligieron barcos para partir lejos;

Ni la brisa liviana de un verano

Para que los apagase, con su fuego insumiso.

Semejantes a los hombres, desearon

A los árboles antiguos de esta tierra.

Autor: Ramiro Fonte

Viajero

En este lugar extraño

Penó doce lunas. Tres riachuelos partieron.

Uno se fue hacia el otoño,

El otro besó los arenales del verano

...

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