Antologia Del Pan
Enviado por barbielove • 24 de Octubre de 2012 • 769 Palabras (4 Páginas) • 477 Visitas
Antología del pan
El pan, según la Biblia, resulta ser tan antiguo como el hombre mismo. Adán, vegetariano, al ser echado de su huerta, no sólo fue condenado a ganarlo con el sudor de su frente, sino que iba en lo sucesivo a alimentarse de carnes, caza y pesca para tragar las cuales necesitaba acompañarse de pan, tal como nosotros. Las frutas y las legumbres pasan sin él. Más para aquéllas constantes excursiones de nuestros abuelos prehistóricos, como para las nuestras, era bueno llevar sandwiches. Toda pena es buena con pan. Y el que tiene hambre, piensa como él. Lo comen las personas que son tan buenas como él. Calma el llanto.
¿A quién le dan pan que llore? Y las personas sinceras le llaman por su nombre, y al vino vino.
El pan es sagrado. “¿Maná? ¿ Qué es esto? Es pan que se cuaja en torno de nosotros mejor que en los trigales.” Antes, Lot (Génesis,III) hizo una fiesta “e hizo pan”. Y Abraham, cuando recibió a los ángeles, ordenó a la diligente Sara (Génesis, XVIII) que preparara panecillos.
Porque en la Edad de Piedra, aunque hacían panes, quedaban muy duros; y no eran de trigo, sino de bellotas, como las que se han encontrado en Wangen y en Robenhausen. Virgilio consigna el hecho de que los maridos molían el trigo mientras a las esposas, a cualquiera hora, se les podía encontrar con las manos en la masa (GEÓRGICAS, i, 267). Se asombraba Herodoto de que los egipcios, que llevaron a grande perfección el arte de la panadería, amasaran la harina con los pies y el barro con las manos. En Egipto nace la distinción, que prevalece en México, de las clases sociales por las del pan que consumían. Los primeros pambazos los comieron los esclavos y el pan blanco los ricos, como hoy. También los cocoles nacieron allá. Nos dice la arquitectura y lo confirma el ajonjolí que los decora y sazona.
Pero panaderías públicas no las hubo hasta el año 168 a. C. El pan traía en Roma el fecit de su autor. Más las caprichosas romanas, y más que ellas las pompeyanas, preferían seguirlo haciendo en su casa, acaso porque sabían que eran, hasta el tiempo de Constantino, los esclavos, y después los ladrones y los criminales, quienes lo hacían.
El pan no armoniza con ciertos guisos ni con determinados líquidos. Por eso a las personas inarmónicas se les llama “pan con atole”, y es preferible comer tortillas con los frijoles y piloncillo con el atole. Tal hacían los indios y todavía no aceptan el pan. Es sagrado, he dicho , y es católico. Conformándolo de distintas maneras se celebran fechas notables: las roscas de reyes, el pan de muertos, y luego las torrejas y la capirotada y los chongos...
El pan es inseparable de la leche. Si incompatible con el atole, es indispensable con el chocolate o con el café con leche. Niños y viejos lo bendicen porque se reblandece mojándolo en “sopas”. No
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