Análisis de TRISTANA de Benito Pérez Galdós
Enviado por msgouri • 17 de Enero de 2016 • Trabajo • 1.875 Palabras (8 Páginas) • 328 Visitas
~ Análisis de TRISTANA, de Benito Pérez Galdós ~
Estructura
Externa
La obra está dividida en 29 capítulos
Interna
• Además de la estructura narrativa tradicional de introducción – nudo – desenlace, podemos establecer otra que articula la obra en base a:
• Los cambios, las mutaciones o metamorfosis que experimenta la protagonista a lo largo de la historia. Son recursos utilizados para dar estabilidad a la inestable protagonista: una serie de mutaciones la altera incidentalmente sin afectar a su esencia. Su carácter la inclina siempre al cambio; y eso es lo estable precisamente: su tendencia al cambio. Aspira a realizarse, a ser como se desea, libre e independiente, y este deseo sirve de soporte y de amortiguador en los cambios ocasionados por las circunstancias que la transportan de una fantasía a la siguiente hasta que su vida se quiebra en la adversidad.
Analicemos en qué consisten estas metamorfosis de la protagonista:
No sabemos casi nada de cómo era Tristana cuando vivían sus padres. Era una <<página en blanco>> que no tardaría en emborronar don Lope haciéndola su amante.
- Primera metamorfosis de Tristana: Don Lope la transforma de pupila en amante y, paralelamente, infiltra en ella sus ideas. Por tanto, la posee doblemente, carnal y psicológicamente. Él fomenta la tendencia a idealizar de Tristana, que es lo que provoca los siguientes cambios.
- Segunda metamorfosis: La esclava despierta pasados unos meses de sumisión y se rebela. Quiere ser libre e independiente.
- Tercera metamorfosis: Se enamora de Horacio. Y se establece un conflicto interno: ser para su amado, centrar en él sus sueños, sin renunciar a la independencia y a la libertad. Tristana no tarda en lograr armonizar sus ansias de libertad con el amor. Tristana, de Benito Pérez Galdós
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- Cuarta metamorfosis: Horacio es pintor y, por proximidad y admiración, ella decide que será una gran pintora. Pensarse artista es consolador, es excitante. La sociedad, en boca de Saturna, reduce a tres las vías de liberación accesibles a la mujer, pero el arte le ofrece una salida impensable hasta aquel instante. Sin embargo, se presentan obstáculos difíciles de superar: problemas de técnica, la necesidad de un largo aprendizaje… ¿No resultará más fácil ser artista en la escritura o llegar a la sabiduría, dada su afición a devorar libros y –según cree- para asimilarlos?
- Quinta metamorfosis: Tristana, sin darse cuenta, hace realidad su fantasía. Se convierte en escritora, pues, en sus cartas a Horacio, muestra aptitudes noveladoras indiscutibles: 1. Su resistencia a ver la realidad como es facilita el trasvase de lo cotidiano al orden de lo novelable; 2. Las ilusiones que se hace sobre sí misma, sobre su proximidad a eminentes figuras literarias favorece la invención.
- Sexta metamorfosis: Quiere ser actriz. Novelará en las cartas, y ante Horacio y don Lope representará el papel que se asignó a sí misma. Llega después la amputación, que la obliga a desempeñar el rol de señora coja, nunca <<imaginado por ella>>.
Pintar es crear mediante el color y la línea. Novelar es inventar en la escritura. Actuar en un escenario es encarnar figuras vivas, equivalentes a las trazadas por el pintor y a las imaginadas por el novelista. La protagonista cree tener competencia para representar cualquier papel… y no se equivoca. Tristana persigue un objetivo: liberarse de sus servidumbres por el trabajo en actividades que juzga a su alcance.
- Séptima metamorfosis: Tras la amputación, queda desprovista del arsenal de ideas que alardeaba poseer (<<las ideas se me han escapado, como si se echaran a volar>>). Sus ideas desaparecen en el olvido, donde se pierden las cosas desagradables de la vida y lo inalcanzable. Y aquí se plantea una duda sobre la protagonista: ¿Se acoge a la fe religiosa o frecuenta la iglesia para pasar horas y horas en paz, lejos de un hogar sin aliciente?
- Octava metamorfosis: Aceptación de lo rechazado (don Lope) como negación de la libertad, meta suprema que le alentó durante tanto tiempo. No resignada, sí indiferente y como ausente de sí misma, Tristana se casa con don Lope y se acomodan a la domesticidad y a la grisura. Tristana, de Benito Pérez Galdós
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¿Es la música una nueva opción buscada por Tristana para alcanzar la libertad? No. La idea de alternar la pintura con la música es de don Lope. Y, cosa extraña, acaba convirtiéndose esta vez en pianista semiprofesional que toca en la iglesia cercana a su casa.
La afición a la repostería tiene connotaciones irónicas: el caduco marido, incapaz ya de gozar del sexo como en su juventud, disfruta de las delicias preparadas por su mujer.
Narrador
Es un narrador en 3ª persona, omnisciente, que habla y deja hablar: sus reflexiones y comentarios alternan con lo dicho en diálogos y cartas por los protagonistas.
El narrador es siempre el mismo pero su manera de expresarse, el vocabulario que emplea, el ritmo de su prosa, etc. varían dependiendo de la circunstancia. Podemos afirmar que hay al menos dos voces bien diferenciadas en su relato:
- Por un lado, emplea un lenguaje coloquial, propio de las clases populares: <<el batacazo fue de los más gordos>>, <<cerrar las pestañas>>, etc.
- Por otro lado, su prosa alcanza un alto lirismo en la descripción de paisajes y en la exposición de ciertas circunstancias: <<se sintió embelesada por el sentimiento de su independencia>>, <<Madrid enfundado de nieblas>>, <<soñando paso a paso o sentaditos en estático grupo>>.
Como veremos más adelante, en algunos casos, el narrador es irónico e incluso recurre a la parodia para presentar a algunos personajes, especialmente a don Lope.
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