Aprender A Redactar
Enviado por okazaki123 • 7 de Mayo de 2013 • 5.005 Palabras (21 Páginas) • 328 Visitas
APRENDER A REDACTAR
Consejos, tips y algunos secretos para aprender a redactar de forma correcta, ágil y sencilla, sin complicarte mucho la vida. Escribir es una actividad que, como cualquier otra, se va perfeccionando con el ejercicio y la práctica. Por ende (y aunque parezca redundante) la clave para aprender a redactar es justamente redactar. Escribir borradores, todos los días, hasta que se haga un ejercicio automático, mejorando cada día la expresión y el vocabulario, así como la capacidad de transmitir una idea.
La segunda base para aprender a redactar es tener claro qué se quiere decir, cuál es la historia que se quiere contar, cuáles son los personas que importan y cuál es el resultado qué idea central se quiere transmitir cuando otra persona lea el texto.
En segundo lugar, es necesario definir la extensión del texto.
“Lo bueno, si breve, dos veces bueno” es una expresión proverbial del autor Baltasar Gracián, y así es cómo funciona para comunicar efectivamente y no perder la atención del lector.
Para aprender a redactar en forma concisa es necesario ejercitar la capacidad de síntesis.
Otro punto importante a la hora de aprender a redactar es dejarse llevar por los impulsos y luego editar el texto.
A veces se sabe a dónde se va pero no se encuentra el punto en el cual comenzar, lo ideal en este caso es empezar a escribir con el concepto principal de fondo, y dejar que todo fluya. Al finalizar se edita y se retira todo aquello que esté de más, dejando simplemente el material relevante.
Finalmente, es necesario saber que para aprender a redactar hay también que aprender a recibir críticas constructivas. Es muy bueno entregar los borradores de los primeros textos a otras personas, para que éstas le guíen y aporten ideas y sugerencias.
Muchas veces, al ser nosotros los que leemos y releemos un texto, perdemos la perspectiva de lo que está bien, de lo que se entiende y de lo que es atractivo para el lector.
Técnicas de Redacción de Textos
Existen distintas Técnicas de Redacción de Textos, que facilitan la redacción de un texto. Conocer al público objetivo, ordenar las ideas y utilizar un lenguaje apropiado son solamente algunas de las pautas que permiten obtener textos que llamen –y mantengan– la atención de los lectores.
Lograr textos de buena calidad es un requisito indispensable para el éxito en distintos medios: prensa escrita, radio, Internet, etc. Existen algunas técnicas de redacción de textos que pueden ser de gran utilidad para redactar textos atractivos y que llamen la atención del público, como veremos a continuación.
Conocer al público
Una de las técnicas de redacción de textos es conocer a quién le estamos escribiendo.
Ees decir: ¿cuál es nuestro público objetivo? Saber a quién nos dirigimos nos ayudará a definir qué términos y vocabulario utilizar.
Ordenar y estructurar el texto
Los periodistas suelen estar muy familiarizados con el concepto de “pirámide invertida” y la mayoría lo utilizan como técnica de redacción de textos efectivos.
La “pirámide invertida” es un estilo de escritura en el que la información más relevante es transmitida en primer lugar.
Separar las ideas en párrafos
Cada párrafo debe desarrollarse alrededor de una idea, clara y concisamente.
Si se desea cambiar de asunto, ha de iniciarse un nuevo párrafo, permitiendo ordenar nuestros pensamientos y facilitando la lectura.
La extensión de los párrafos es otro tema importante como técnica de redacción de textos atractivos.
Al escribir para la web es recomendable utilizar párrafos cortos –en el entorno de las 50 palabras– y que no superen las cinco líneas.
Escribir y reescribir
“La práctica hace al maestro” es una frase muy popular y completamente aplicable como técnica de redacción de textos.
El don de generar escritos interesantes puede cultivarse a través de la práctica: escribir frecuentemente ayuda a obtener experiencia y soltura, invaluables al momento de redactar.
Otro aspecto substancial como técnica de redacción de textos, es la capacidad de reescribir y mejorar lo realizado, para lo cual es necesario desarrollar una cualidad que nos conduce al punto siguiente.
Leer y releer
Al terminar de escribir es aconsejable leer lo que hemos creado para detectar posibles errores que quizás no se manifiesten durante la escritura.
Si los tiempos no apremian, tomar un descanso antes de hacer una nueva lectura nos permitirá despejar la mente y revisar lo escrito con una visión fresca.
Los procesadores de texto actuales incluyen correctores ortográficos y gramaticales que pueden ser de gran ayuda; sin embargo, pueden hacer arreglos no deseados. Leer y releer lo escrito es, entonces, la mejor manera de comprobar que no hayamos cometido ningún error.
La importancia del lector
Para Tim Radford, corresponsal y editor del periódico británico “The Guardian” durante más de treinta años, el primer mandamiento como técnica de redacción de textos es asignarle a sus destinatarios la importancia que merecen. “Cuando te sientas a escribir –dice Radford– hay una sola persona que importa en tu vida. Es alguien a quien jamás conocerás, llamado lector”.
Según Radford, cada una de las frases que componen un texto son las más relevantes de la vida del escritor. ¿Por qué? Porque aunque en ocasiones podemos sentirnos obligados a escribir, nadie es obligado a leer lo que escribimos.
Distintos Tipos de Textos
Los distintos tipos de textos se pueden clasificar de acuerdo a diversos criterios. Según la función que cumplen en la comunicación (tomando en cuenta su intención), según la práctica discursiva o según un criterio global de estructuras.
Los distintos tipos de textos que conforman la escritura se suelen categorizar específicamente por sus superestructuras, aunque también existen clasificaciones que se ciñen a sus estructuras más pequeñas.
En primer lugar, una de las clasificaciones de los distintos tipos de textos es según su función.
De acuerdo a la función que cumple en la interlocución, un texto puede ser informativo (informa de algo sin intentar cambiar la situación), puede ser directivo (ya que incita a realizar una acción) o puede ser expresivo (cargado de subjetividad; expresa una opinión
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