CONOCER, APRENDER Y ANALIZAR

CONOCER, APRENDER Y ANALIZAR

La falta de expansión de conocimiento y el desinterés por conocer, son unos de los mayores o más evidentes enemigos de la Literatura; si tuviéramos presente que el conocimiento es poder, no me es equívoco asegurar que todos, absolutamente todos quisiéramos ser poderosos. De estos enemigos no se escapa la Literatura Manabita; pero se le suman otros como la falta de reconocimiento, la capacidad de publicidad insuficiente y la carencia de apoyo.

La importancia de la Literatura Manabita radica en la necesidad de conocer nuestras raíces culturales, nuestros valores como provincia, nuestro contexto histórico, la necesidad de conocer más sobre nosotros mismos y expandir el talento que poseen nuestros exponentes. Es importante interesarnos por nuestra cultura y tradiciones, rescatar los valores que poseemos como manabitas, amar lo que plasman nuestros compañeros del camino, esos manabitas que dan a conocer lo que somos; nuestra sangre son décadas de historia, nuestra memoria es el habitad de nuestros héroes y nuestro corazón es la esencia, esa esencia de ser manabitas con garra.

La Literatura persigue la máxima expresión de la belleza por medio de la palabra, la fomentación de los valores en todos sus aspectos, la interacción de culturas diversas dando a conocer los contextos de cada una, la explotación del aprendizaje, la difusión del conocimiento, la capacidad de obtener ideas nuevas e innovadoras, el talento de expresar los silencios y plasmar nuestro sentir en las más bellas composiciones; es donde las letras dejan de ser solo eso, letras y se convierten en la magnificencia de la expresión.

La Literatura tiene mucho que ofrecernos, desde bellas palabras hasta la manifestación del silencio; pero es preciso notar que no todo lo que nos ofrece es gratamente beneficioso. Los jóvenes en su mayoría tienden por la Literatura sensacionalista, aquella que no pasa de romanticismo, pasiones, historias fantásticas y finales felices; curiosamente como los cuentos para niños, con sus fabulas y seres mitológicos. No manifiesto que este tipo de Literatura sea vana o impropia, manifiesto que existen mejores trabajos con grandes mensajes, que no solo nos entretienen y sacan suspiros, sino que más bien hacen que nos enfoquemos en nuestra realidad, en nuestro contexto actual dejándonos la puerta abierta para análisis propios y conclusiones productivas, permitiéndonos entablar diálogos con nosotros mismos que lograran forjar nuestra mente, fortalecer nuestra personalidad y nos encamina a tener un criterio libre para la meditación.

¿Qué podríamos proponer los jóvenes para mejorar la Literatura? Según mi criterio, no es cuestión de mejorar la Literatura o dejar que sea lo que ha venido siendo, no se trata de cambiar la mentalidad de autores para que escriban cosas diferentes, para mí se trata de cambiar la mentalidad de los lectores, es decir, ir más allá de

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