Caultiverio Feliz

“El Cautiverio feliz” de Francisco Núñez de Pineda fue escrito en 1673 cuando comienza una cercanía con el pueblo Mapuche, un proceso de aprendizaje de la cultura, y un entendimiento de que quizás los que llamaban “bárbaros” eran más civilizados que los que fueron a conquistar sus tierras. En la obra, Pineda pone el énfasis no en el combate ni en el enfrentamiento de dos razas, sino, en la tolerancia, en la simpatía con el enemigo, en la compasión, puesto que su cautiverio le da un positivo acercamiento a la cultura del otro.

Vemos como Pineda narra con gran frescura y amena descripción el choque de dos culturas, la cultura Mapuche y la cultura Española. La narración de Pineda constituye un testimonio irremplazable de la relación intercultural y las costumbres indígenas de la época. La obra contiene muchas emociónes y enseñanzas morales. También tendríamos que agregar que en la obra podemos leer sobre la muerte de Valdivia, de los entierros y las fiestas de los indios, la curación de la mujer de su amigo Pedro que tenía un pecho aposentado, la razón de la increíble resistencia de los indios, muy distinta a las razones dadas por los españoles. Así, en su “Cautiverio feliz”, Pineda aprendió de las costumbres, fiestas, juegos, borracheras, vida doméstica, sistemas de guerra, industria y organización política de los araucanos. Por sus descripciones, puede señalarse que el escritor se sintió muy a gusto viviendo con ellos. Según sus palabras: "los indios (...), aunque bárbaros, saben ser humanos y agradecidos."

El libro está estructurado en cinco discursos, donde se presentan los temas judiciales, políticos, militares, autobiográficos, religiosos, etc. Cada uno de estos discursos representa la realidad Americana según una percepción mental específica; cual a lo largo de estos se ilustran los hechos que forman la historia. Ejemplo de esto se ve en sus comentarios sobre el comienzo de las guerras injustas que facilitan obligar a estos “bárbaros” a entrar en el gremio de la iglesia a fuerza de armas. Su relato comprueba que estos infieles no habían sido herejes ni apostatas jamás; igualmente, nos informa como se estableció la cedula de la esclavitud, y sobre el origen de la guerra entre el pueblo Mapuche y los Españoles. También notamos la influencia moral, la importancia al recato y compostura en las mujeres. Pineda habla de los grandes hombres del pasado. Sabemos que se inspira en la Biblia, dados ejemplos que encontramos en nuestra lectura de los cinco discursos. Por ejemplo cuando se refiere a la “avara codicia“de los gobernantes cita al profeta Ahías, “el cual no quiso aceptar los regalos que le ofreció la mujer del rey Jeroboan cuando fue a consultar la enfermedad de su hijo…”.

Seguidamente, con el propósito de entender la conexión de los temas implementados en la obra y para analizar el texto usado en esta época por el escritor, señalaré estudios por críticos. Según Sánchez, Pineda utiliza como técnica la elaborada disposición retórica dentro de sus discursos, estrategia que nace de su educación jesuita, y la cual ayuda a profundizar sus argumentos. Por ejemplo,

“El principal blanco a que se encaminan mis discursos, no es otro que hacer las verdades patentes. Con que daremos principió a mi Cautiverio feliz, de donde sacaremos el fundamento de la dilación de esta guerra de Chile, pues lo uno, y lo otro viene a ser directo blanco de este libro (20)”.

Sánchez describe como Pineda utiliza el discurso retórico y judicial cuando se refiere a la injustica de los hechos cometidos por los españoles. Según Sánchez, Pineda discurre entre el consejo y la disuasión en la elaboración de sus discursos y aplica el método persuasivo en dos formas para conmover y convencer.

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