Comentario literario de: En tanto que de rosa y d’açucena se muestra la color en vuestro gesto
Enviado por Álvaro • 12 de Noviembre de 2018 • Apuntes • 1.601 Palabras (7 Páginas) • 246 Visitas
Comentario literario de:
En tanto que de rosa y d’açucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparze y desordena;
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes qu’el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hazer mudança en su costumbre.
El motivo por el que escogí este Soneto XXIII es porque me parece un texto con bastante contenido y uno de los más importantes y comentados en la tradición lírica española.
Este es el Soneto XXIII de Garcilaso de la Vega escrito entre 1533 y 1536. En él se presenta el tópico clásico del collige, virgo, rosas. Un tópico extendido ya desde Ausonio en su De Rosis Nascetibus y Horacio en su Oda XI que muchos poetas han querido plasmar en algunas de sus composiciones. Podemos ver como Garcilaso hace aquí una imitatio de otros textos con este tópico como podría ser el de Bernardo Tasso Mentre che l’aureo crin… Es un apóstrofe en el que un yo elocutor anónimo apela a un tú lírico como si fuera su amada, exhortándola a que saboree cada instante, introduciendo así el tópico del carpe diem, puesto que pronto el tiempo la privará de toda la belleza que nos presenta esta lírica descriptiva con el tópico descriptio puellae en los dos primeros cuartetos, por lo que se puede percibir el tópico del tempus fugit en el poema con un toque de genus irritabile vatum.
Este soneto puede dividirse en dos partes; una primera parte formada por los dos cuartetos y el primer terceto (versos 1 a 11), en la que tiene lugar una descripción de una donna angelicata, ya que la figura descrita encaja por sus rasgos físicos en el canon de belleza del Renacimiento, y en la que aparece la oración principal de la composición, una oración de carácter imperativo que anima a coger el dulce fruto antes de que sea demasiado tarde, y una segunda parte formada por el último terceto (versos 12 a 14) en el que el tópico de tempus fugit se presenta a través de una conclusión metafórica donde reflexiona sobre los estragos del incesante paso del tiempo que llevan hasta la vejez a aquella figura angelical, aunque sin atreverse a mencionar la muerte, como sí hará Góngora años más tarde.
En cuanto a la dispositio de las partes del discurso debe ser catalogada como ordo artificialis cerrado, contrario al ordo naturalis, ya que el poema empieza ya en plena acción y termina con una conclusión final que deja el poema cerrado. Estos recursos aportarán coherencia y cohesión del discurso [isotopía discursiva], dando prioridad a lo que se considera importante [leitmotiv] colocándolo al principio del discurso, repitiéndolo, etc.
El “coged” que inicia los tercetos y que introduce la oración principal de la composición, es un claro elemento vertebrador basado en la unidad métrica y en la sintaxis que permite unir los cuartetos y los tercetos. Coincidiendo ambos cuartetos siendo una cláusula temporal encabezada por “en tanto que”.
Además hay varios signos temporales que ayudan a cohesionar el soneto, ya que son bastante persistentes, casi obsesivos.
Esta composición se incluye en el género de la lírica de tipo descriptiva, y en cuanto a la métrica, podemos decir que es un soneto; una forma surgida en Italia entre 1220 y 1250 y que deriva de la canzuna de ocho versos, versión siciliana del strambotto, a la que añadieron un sexteto y que fue importada y asentada en España gracias a Garcilaso y Boscán. Este soneto está formado dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos y rima consonante (ABBA-ABBA-CDE-DCE).
En cuanto al ritmo cabe señalar lo más básico: que son endecasílabos yámbicos con un ritmo heroico predominante, ya que este es un aspecto que se tratará más tarde en el nivel fónico de la elocutio.
La actitud del poema es claramente de apóstrofe: el tú lírico, sujeto de 2ª persona funciona como excitador de la apelación, moral, pero amorosa, que realiza un yo elocutor anónimo como si estuviese expresándose hacia su amada.
En cuanto al cronotopo, no hay rasgos de espacialización, pero sí se puede apreciar bien en los tiempos verbales del poema su temporalización, ya que usa formas presentes en los cuartetos, una forma imperativa en el primer terceto, y una forma de futuro en el segundo terceto. Por lo que la composición comienza en un tiempo presente y termina con una sentencia que hace referencia al futuro del destinatario. El esquema compositivo es complejo, pero podría caracterizarse como contrastivo, ya que distingue entre la beldad presente con los resultados antiestéticos del paso del tiempo. Existe un claro clímax en este soneto, está situado en el noveno verso, con la oración principal, y hay también un anticlímax en el último terceto.
En lo referente a la elocutio, cabe señalar que la entonación es expositiva en todo el soneto salvo en el primer terceto donde es exhortativa. Este soneto posee un ornatus
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