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Conciencia


Enviado por   •  21 de Enero de 2013  •  9.319 Palabras (38 Páginas)  •  335 Visitas

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La televisión como compañero de juego

Los niños de edad preescolar y de primaria, ven entre cuatro y cinco horas de televisión diariamente. (Lyle y Hoffman, 1972; Friedrich y Stein, 1973). Para los niños de primaria que están en la escuela casi siete horas diarias, este dato indica que la televisión es un juguete muy importante para muchos niños.

La televisión expone al niño a un conjunto complejo de estímulos. Por una parte, al ver la televisión, la coordinación de los datos auditivos y visuales, la ausencia de respuesta por parte de quien la ve, y localización fija de la

buen padre o madre descansan en la seguridad que cada quien tiene de poder confiar en los demás y en si mismo. Esto no quiere decir que cada una de estas relaciones sea idéntica. Cada quien logra una combinación con diferencias perceptibles entre sus capacidades emocionales y su capacidad de relación social. Pero siempre el elemento de confianza aparece como condición indispensable de cualquier lazo social duradero. Sin el, el niño se encierra en una postura de sospecha o de cinismo. Sin confianza en si mismo y en los demás, no es posible tener una actitud social positiva.

La sonrisa del niño

Una de las conductas más tempranas del niño que manifiestan una interrelación positiva, es una sonrisa. La sonrisa cumple varias funciones. Los infantes sonríen al reconocer un objeto familiar (Piaget, 1952). Los infantes también sonríen cuando realizan algo: cuando hacen que un objeto se mueva (Watson, 1970) o cuando se sorprenden por algún gesto del juego que se les hace (welff, 1963). En la formación de la relación de confianza, la y sonrisa es un signo de relación que manifiesta un vigoroso sentimiento positivo con quien los cuida. A su vez, la sonrisa de quien atiende al niño se convierte en valiosa fuente de placer para él bebe. Las respuestas positivas entre el niño y quien lo atiende crean el canal de la primera comunicación. Sonriéndose mutuamente, el niño y quien lo atiende se demuestra su agrado y sentimientos positivos recíprocos.

La sonrisa es una de las pocas conductas que el niño y quien lo cuida usan de manera similar. El adulto puede lograr. Opero no lo hace con la frecuencia ni por las razones por las que lo hace el niño. El adulto puede relacionarse mejor con los sentimientos del niño, cuando este sonríe. Además, cuando el niño sonríe, puede reforzar la actitud benevolente de quien lo cuida, sonriéndole. Además, el niño también sabe que la sonrisa de adulto es una respuesta positiva. En le periodo en que muchos elementos de la experiencia del niño todavía no están organizados ni tienen sentido, la sonrisa del adulto es una de las primeras expresiones que el niño puede entender.

Los estudios que se han realizado para determinar los patrones normativos de la sonrisa infantil, han demostrado que le niño sonríe al escuchar voz humana, a las tres semanas de haber nacido (Wolff, 1963). Durante la cuarta semana, los niños sonríen al ver rostros humanos, sobre todo si se da un contacto visual (Wolff, 1963).

Entre la 5 y las 14 semanas, hay un periodo de sonrisa muy activo, en que gran variedad de estímulos nuevos y familiares provocan la sonrisa del niño. Entre ellos, las voces agudas, el rostro humano, golpear con la manita, mascaras o imitaciones de rostros, cosquillas o caricias. Freedam (1964) observo la sonrisa espontanea en niños ciegos o mas o menos de la misma época que en los infantes normales (entre dos y tres semanas). Sin embargo, para los niños ciegos solo las cosquillas provocan su sonrisa, en la etapa que los niños normales sonríen a partir de muchos estímulos. Hacia las 20 semanas, los niños comienzan a sonreír en forma más selectiva. Continúan sonriendo a objetos y personas conocidas pero ya no sonríen tan frecuentemente a los extraños o a los objetos desconocidos o inanimados.

Ahora bien, aunque la capacidad de sonreír parece ser innata, la frecuencia con que un niño sonríe depende del medio que lo rodea, si él bebe encuentra con frecuencia los estímulos que provocan la sonrisa, especialmente la voz y el rostro humanos, hay mayores probabilidades de que la sonrisa comience a ser una forma eficaz de comunicación social y reforzamientos.

La influencia que el medio ambiente tiene en la sonrisa del niño se ha estudiado desde dos perspectivas experimental y naturista.

PERSPECTIVA EXPERIMENTAL: Se reforzaran sistemáticamente las sonrisas del niño. Brackbill (1958) aumento la porción de las sonrisas entre bebes de cuatro meses, reforzando cada sonrisa con una combinación de sonrisas entre bebes de cuatro meses reforzando cada sonrisa con una combinación de sonrisas, vocalizaciones cargar al bebe, levantarlo y acariciarlo. Brossard y Decarie (1968) descubrieron que el reforzamiento mas eficaz para aumentar las sonrisas en un niño es levantarlo y mecerlo después de cada sonrisa de este.

PERSPECTIVA NATURAL: Gerwirtz (1965) registró los patrones de sonrisas de infantes en cuatro medio ambientes israelíes: en instituciones residenciales, en familias urbanas dee clase media. En kibbutzim (granjas colectivas) y en guarderías diurnas (niños de mas de 8 meses). Los infantes de los tres primeros grupos comenzaron a sonreír hacia las cuatro semanas, y llegaron al climax entre los 2 y los 4 meses.

Los niños que vivían en su familia o en un kibutz sonreían con mayor frecuencia en cada etapa que los niños criados en una institución. La disminución de la sonrisa era muy notable en los niños que vivían en una institución entre los 5 y los 10 meses casi no había disminución entre los niños que vivían en kibutz la edad y el medio se relacionan como determinantes para usar la sonrisa como una respuesta social efectiva. Cuando se provoca la sonrisa con frecuencia y cuando tiene consecuencias sociales significativas, continua funcionando como una forma positivas de comunicación social. En medios donde la sonrisa no se evoca o no se refuerza, difícilmente puede sobrevivir.

Autoconcepto

A pesar de que los términos de auto concepto y auto estima suelen utilizarse como sinónimos es importante mencionar que representan cosas distintas. El auto concepto es lo que un individuo sabe de sí mismo, cualidades personales que vamos formando a través de la vida, una vez formado un auto concepto coherente, construimos nuestra autoestima, es decir: “cómo nos sentimos con nosotros mismos”. Se relaciona más con una evaluación de la persona de su auto concepto. Por tanto la auto estima en un niño está constituida por una evaluación subjetiva de la información que él utiliza para describirse”.

El auto concepto se define como la imagen mental que nos hacemos de nosotros mismos, con

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