Cuento Mateo Wilson
Enviado por antonioleyvat • 18 de Enero de 2019 • Tarea • 5.593 Palabras (23 Páginas) • 145 Visitas
Nació en Toronto, Canadá (1925). Su familia era pequeña, dos padres y dos hijas. Se graduó de St. Michael's College, University of Toronto y trabajo por un corto tiempo en una biblioteca sucursal del Sistema de Bibliotecas Públicas de Toronto.
Se casó con Fred O'Hearn teniendo cinco hijos, ella se quedaba en su casa para cuidarlos, después de una pelea con cáncer, comenzó a escribir profesionalmente en el campo de la adolescencia y publicó cuatro novelas para adultos jóvenes, cuyos personajes principales son, adolescentes. Los títulos son Me and Luke, Und was passiert mit Luke, Rob Loves Stell, Future Thaw, The Two of Them and Me. Me and Luke, fueron traducidos al francés y al alemán, y elegidos para una película en Canadá y los Estados Unidos.
En su camino, ayudo en una guardería para niños discapacitados, fue mentor escolar y voluntaria en una biblioteca para trabajadores sociales de niños. En resumen, si había niños y libros, ella estaba allí.
Falleció en el Hillcrest Village Care Center en Midland el 18 de octubre de 2012 a la edad de 87 años.
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Aquel día era de madrugada cuando Mateo estaba en un ring de box peleando con un hombre más fuerte y grande que él, el sujeto lo golpeaba tan fuerte que Mateo asociaba los golpes con las maquinas del taller donde trabajaba, Mateo trataba de defenderse cubriéndose la cara, pero esto no le servía de nada pues la persona le pegaba en otra parte de su cuerpo y cada vez que lo hacía sonreía. Fue entonces cuando de un golpe lo dejo tirado en la lona, Mateo mantenía sus ojos cerrados esperando a que la campana sonara, pero cuando esta sonó, termino su sueño.
Si, la campana era el teléfono sonando a la una de la madrugada, en la pensión donde vivía todo ruido se escuchaba pues las personas que se encontraban ahí no tenían amigos que les hablaran frecuentemente y fue cuando alguien toco la puerta de su cuarto y dijo:
-Es una chica, te busca; esperaría que alguien me hablara a esta hora. (se fue a su cuarto)
Mateo ya sabía quién hablaría a esas horas
- ¿Lorena? –preguntó.
- Si soy yo, en unos minutos me voy al hospital, tuve tiempo de marcarte porque mi mamá está pidiendo el taxi, espero que vallas, estoy muy nerviosa.
- Sí, no te preocupes estaré allí.
Mateo finalizó la llamada y se fue al cuarto para vestirse, era un cuarto con un tocador, cama y pintado de verde que lo hacían parecer suyo por las fotografías que tenía de su mamá y su abuela junto a su mochila. Cuando terminó de vestirse se dirigió al metro, pues Lorena vivía en Scarborough; al estar en el metro, él tenía que ver en un periódico la fecha en la que se encontraba, era diecisiete de septiembre, justo la misma edad que tenía. Entro al vagón y lo único que pensaba era como Lorena y él procrearon a un bebé, cuando salió del metro tuvo que apresurar el paso para llegar lo más rápido al hospital.
Mateo entro al hospital y preguntó por Lorena, a lo que le contestaron que estaba en el piso de maternidad y le indicaron como llegar, se fue en un elevador para más rápido y vio que estaba una señora de la tercera edad, a la cual le pregunto en donde se encontraba Lorena y la señora le contesto que si iba a tener un bebé, Mateo no supo que hacer para poder encontrarla hasta que llego otra enfermera joven, por lo que esta le indicó a la otra enfermera que Lorena necesitaba al doctor, Mateo pregunto en donde se encontraba y la enfermera joven le indicó que estaba en el cuarto 402, pero que no se quedara mucho tiempo. Mateo entro a la habitación donde estaba Lorena y la saludo, pero la mamá de Lorena le hablo a la enfermera para que retirara a Mateo de aquel lugar, por lo cual la enfermera lo dejó en la sala de espera y este pensó que todo era su culpa, por hacerla sufrir estando en un cuarto a punto de dar a luz solo por lo que hicieron juntos.
Semanas ante Lorena y Mateo hablaron por teléfono sobre el bebé, y ella le decía a Mateo que no sabía nada sobre bebés y la única opción que tenían era darlo en adopción, Mateo le decía a Lorena que todo se arreglaría teniendo un matrimonio, pero ella no estaba de acuerdo por el simple hecho de que Mateo no tenía ningún trabajo y de igual forma este tampoco se quería casar porque recordaba que su papá lo abandono a la edad de siete años; en eso un señor entra a la sala de espera y le pregunta a Mateo si su esposa ya estaba adentro, él le respondió que sí, el señor le comentó que tenía dos hijos varones y que ese era el último intento de tener a una niña, a Mateo se le ocurrió una idea y la cual era de que si Lorena tenía una niña la podía dar en adopción al señor pues se comportaba como todo un padre, pero cuando se lo iba a decir salió la mamá de Lorena y le dijo a Mateo que ya había terminado todo, el señor miro a los dos y les dijo felicidades, pero la señora Mitchell le comentó a Mateo que no buscara a Lorena cuando regresara a su casa, pues lo podía demandar porque Lorena todavía era menor de edad, y Mateo le contestó que no si los dos se casaran, pero la señora Mitchell le dijo que el niño se daría en adopción, fue entonces cuando un enfermero salió y se dirigió a la señora Mitchell, para decirle que Lorena estaba bien pero el niño no, pues tenía presión alta, por lo que la señora Mitchell le recrimino a Mateo que todo lo sucedido era su culpa.
Mateo le dijo al enfermero que él era el padre del bebé y que, si podía ver al bebe y a Lorena, el enfermero le respondio que sí, pero iba a dejar instrucciones para que las visitas pudieran pasar a ver a ambos; la señora Mitchell dijo que el bebé era un niño, y el señor que estaba en la sala de espera le comentó a Mateo que tuviera suerte. Para celebrar dicho acontecimiento, Mateo fue a la cafetería para comprarse unos huevos con tocino pues era muy temprano y no había desayunado, cuando salió de la cafetería creía que era una buena idea darle un regalo al bebé y así paso a una tienda de regalos, pero vio que el precio de un perro de peluche era muy caro y él no tenía suficiente dinero para comprarlo; salió del hospital para dirigirse a la pensión donde vivía, Mateo se quedó dormido y cuando despertó tenía ganas de contarle a alguien sobre la gran noticia de ser padre, miro la foto de su mamá (ella vivía en California) pero sabía que si la llamaba le tendría que costar y no era necesario pues su mamá ya estaba enterada de todo y no le daba importancia ese tipo de temas. En cuanto a su abuela, él ya había perdido el teléfono de ella, pero como vivía en una cabaña por la bahía de Georgian pensaba que no tendría teléfono a lo que no le dio importancia. La penúltima opción eran sus amigos, pero ellos ya habían regresado a clases y también estaban enojados con él por no haberles contado que Lorena estaba embarazada, pues a Mateo se le hacía de mala educación contarles a sus amigos que ella se encontraba en estado de gravidez; pero este había perdido contacto con todos ellos porque se había cambiado de casa. Su última opción fue marcarle a un amigo el cual recordaba su número.
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