Cuento policial “EL LADRÓN DE RUBÍES”
Enviado por Natalia Cayul • 31 de Agosto de 2020 • Tarea • 2.257 Palabras (10 Páginas) • 5.061 Visitas
- Hola nuevamente, hoy vamos a conocer otra clase de cuentos…
- Observa las siguientes imágenes y piensa: ¿a qué clases de cuentos crees que puedan pertenecer?[pic 1]
- Observa el video: https://www.youtube.com/watch?v=dbxzpFPDvLM
- Teniendo en cuenta el video, responde:
- ¿Dónde surgen los cuentos policiales?
- ¿De quién es la frase elemental Watson?
- ¿Quién es el personaje más destacado en los cuentos policiales?
- ¿Qué hace el ayudante en los policiales de enigma?
- Escribe dos diferencias entre el investigador del policial de enigma y el negro
- Lee el siguiente cuento: “EL LADRÓN DE RUBÍES”
El en palacio de Rubilandia había un ladrón de rubíes. Nadie sabía quién era, lo único que se sabía de él era que vivía en palacio y que allí debía tener ocultas las joyas.
Decidido el rey a descubrir quién era, pidió ayuda a un enano sabio, famoso por su inteligencia. Estuvo el enano algunos días por allí, mirando y escuchando, hasta que se volvió a producir un robo. A la mañana siguiente el sabio hizo reunir a todos los habitantes del palacio en una misma sala. Tras inspeccionarlos a todos durante la mañana y el almuerzo sin decir palabra, el enano comenzó a preguntar a todos, uno por uno, qué sabían de las joyas robadas.
Una vez más, nadie parecía haber sido el ladrón. Pero de pronto, uno de los jardineros comenzó a toser, a retorcerse y a quejarse, y finalmente cayó al suelo.
El enano, con una sonrisa malvada, explicó entonces que la comida que acababan de tomar estaba envenenada, y que el único antídoto para aquel veneno estaba escondido dentro del rubí que había desaparecido esa noche. Explicó cómo él mismo había cambiado los rubíes auténticos por unos falsos pocos días antes.
Las toses y quejidos se extendieron a otras personas, y el terror se apoderó de todos los presentes. De todos, menos de uno. Un lacayo que al sentir los primeros dolores no tardó en salir corriendo hacia el escondite en que guardaba las joyas, de donde tomó el último rubí. Efectivamente, pudo abrirlo y beber el extraño líquido que contenía en su interior, salvando su vida.
O eso creía él, porque el jardinero era uno de los ayudantes del enano, y el veneno no era más que un jarabe preparado por el pequeño investigador para provocar unos fuertes dolores durante un rato, pero nada más. El lacayo así descubierto fue detenido por los guardias y llevado inmediatamente ante la justicia.
El rey, agradecido, premió generosamente a su sabio consejero. Cuando le preguntó cuál era su secreto, sonrió diciendo:
- Yo sólo trato de conseguir que quien conoce la verdad, la dé a conocer.
- ¿Y quién lo sabía si el ladrón había engañado a todos?
No, majestad, a todos no. Cualquiera puede engañar a todo el mundo, pero nadie puede engañarse a sí mismo.
- Dibuja al detective enano como te lo imaginaste.
- Para que recuerdes...
[pic 2]
El cuento policial
El cuento policial es un relato que refiere la historia de un crimen, un robo o un suceso realizado por un autor desconocido en circunstancias misteriosas o poco claras. Su trama narra el proceso para resolverlo y se basa en la observación y la interpretación de una serie de indicios, tenidos en cuenta por el personaje- detective para determinar o descubrir al culpable y explicar sus móviles.
[pic 3]
- Lee el siguiente cuento: “LOS ANTEOJOS DE ORO”
Era una noche tempestuosa, Holmes y yo habíamos estado sentados en silencio durante toda la tarde: él empecinado en descifrar con ayuda de una potente lupa, los restos de la inscripción original de un manuscrito, y yo concentrado, pensando en un reciente trabajo de cirugía. De pronto, alguien tocó la puerta con insistencia. Era el joven detective, Stanley Hopkins, que quería ver a Holmes.
- Estuve en el lugar del suceso y me he tomado un coche hasta aquí. Aunque este caso parecía muy sencillo, no he podido descifrarlo: no hay ningún móvil, señor Holmes, y eso es lo que me molesta.
Holmes encendió su pipa, se recostó en su silla y le dijo que le contara todo.
−Los hechos son muy simples: el profesor Coram alquila una casa de campo. Este hombre es inválido y se pasa mitad del tiempo en cama y la otra mitad en su silla de ruedas, ayudado por su jardinero. Según sus vecinos, se trata de un hombre muy agradable y culto. Su única compañía es una anciana ama de llaves, la señora Marker, y una criada, SusanTarlton. Como el profesor está escribiendo un libro, necesitó contratar un secretario.
Dos jóvenes ocuparon ese puesto hasta la llegada de Willoughby Smith, un muchacho universitario con experiencia en el rubro, quien esta mañana ha encontrado la muerte en el estudio de la mansión y todo parece indicar que se trata de un asesinato.
Holmes y yo nos acercamos al fuego, mientras el joven continuaba su relato:
−Nada de lo que sucedía en la casa de campo despertaba sospechas. El profesor trabajaba como de costumbre junto a Smith. Las mujeres de la casa realizaban sus quehaceres cotidianos y el jardinero, de vez en cuando, ayudaba trasladando al hombre inválido. Por otra parte, la verja del jardín que está a cien yardas de la carretera principal de Londres no había sido abierta.
A continuación, les voy a leer la declaración de SusanTarlton: “Siendo entre las once y las doce del mediodía, me encontraba colgando las cortinas; el profesor, en su dormitorio ubicado en la planta baja. La ama de llaves ocupada en sus quehaceres y Smith en el estudio. Escuché un fuerte grito, que bien pudo ser de un hombre como de una mujer, seguido de unas pisadas fuertes y no recuerdo si la puerta del estudio se cerró o no. Me quedé paralizada y de pronto atiné a ir al estudio y encontré al joven Smith tendido en el suelo. La sangre chorreaba de su cuello, junto a su cuerpo el cuchillo para abrir cartas. Para asegurarme de que el joven estuviera muerto, derramé agua en su frente y de repente abrió sus ojos y murmuró:
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