Cuentos ÁRBOLES. PLANTAS

ÁRBOLES

Es domingo en la mañana el sol ya salió y salgo de la cama corriendo hasta bajar las escaleras y llegar a la cocina, de pronto el silencio me invade solo puedo escuchar mi respiración y me pregunto ¿dónde podrán  estar mis padres?...seguro salieron a la iglesia. Posterior a eso tomo una manzana del frutero y salgo al patio trasero, me gusta el olor de la mañana me da una sensación de paz, volteo la mirada y veo aquel columpio que mi padre construyo con lazos y la llanta de nuestro anterior carro, me dirijo a el y me siento unos minutos a observar el paisaje.

Tengo  la sensación de que algo anda mal ¿desde cuándo tenemos tantos árboles? son hermosos y de muchos colores pero hace unos días  no estaban aquí, sin querer dejo caer  mi manzana y camino hacia ellos.

No se mucho de árboles pero el que esta al centro parece ser un cedro,  es demasiado alto, parece  un poco viejo, el tronco es demasiado grueso y las hojas son de un verde intenso, esta rodeado de mas árboles pero éstos son de otros colores y formas, me da curiosidad tocarlo parece increíble,  así que  acerco mi mano y lo toco, está frio y su corteza es dura, de la nada escucho al viento aproximarse, mi piel se eriza volteo la mirada y esa ola de viento me abraza parecen estrellas blancas diminutas, no puedo creer lo que esta pasando, es magia! Asustada cierro los ojos y abrazo al árbol para evitar que el viento me eleve, no pasaron ni diez segundos cuando el viento cesó, la calidez del sol regresó y al abrir los ojos me encuentro abrazada  a un anciano, rápido lo suelto y me alejo unos centímetros, su cabeza es una mezcla de canas y cabello color verde, su olor es similar al pasto recién cortado, viste una túnica  café y trae consigo una muleta, me mira pero no dice  nada.

Pero eso no es lo más raro, rápidamente  giro la cabeza y veo a otras personas, son muy raras tienen el cabello  de colores y visten raro, parece una aldea o algo así  he visto en películas, todos ríen pero no notan que estoy aquí. De la nada el anciano hace un ruido con la boca creo que solo él nota mi presencia,  seguro él tiene respuestas así que me acerco y  le pregunto ¿cómo llegué a éste lugar?, ¿cómo regreso a casa? A caso estoy muerta… me mira, sonríe y dice: -este es tu hogar. Esta loco! en seguida pienso, pero nada aquí parece normal.

-Soy Cedro el mas viejo de aquí, yo te he llamado, todos nosotros somos árboles, tenemos vida, hablamos, sentimos pero los humanos no lo notan, para ellos somos simples troncos, cada vez que una persona muere, nace un árbol. Y la respuesta es si! A tus cincuenta años has muerto, seguro no lo  recuerdas, pero no te preocupes la vida no acaba ahí, hoy volviste a nacer, pero es tu decisión si quieres quedarte no es necesario que lo digas solo tienes que desearlo.

El anciano dejó de hablar pero yo no podía  creerlo, estaba confundida, hace unas horas parecía un dia como cualquiera pero de alguna manera me sentía en paz, mi alma quería quedarse aquí. De pequeña creía que los arboles eran sabios, al parecer no estaba equivocada ellos lo son porque viven dos vidas.

Sin haber dicho  más aquel viento volvía, esta vez con algo de brisa, me inundó nuevamente, en medio de eso mi cabello tomaba un tono color lila como el de las jacarandas y mi ropa se convirtió en un trozo de tela y solo escuchaba los murmullos de los aldeanos impresionados cuando el viento cesó pude notar que todos me miraban y sonreían. Ahora era una de ellos, tenia una nueva oportunidad de vivir y no podía estar mas feliz. [pic 1]

PLANTAS

Era una noche lluviosa el cielo oscuro se iluminaba tras el brillo de los relámpagos, el relajante sonido de las gotas al caer era interrumpido por el ruido de los truenos, en efecto, era temporada de tormentas y la electricidad siempre se daña  así que usamos velas para iluminarnos, es por eso que yo me encontraba relajado en mi cama y bebiendo el chocolate caliente que mi abuela preparó, a mis ocho años no había  nada mejor que hacer en una noche así.

...