Diario Del Maestro
Enviado por gamiz1991 • 10 de Octubre de 2013 • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 462 Visitas
EL DIARIO DEL PROFESOR: UN RECURSO PARA LA INVESTIGACIÓN EN EL AULA
Rafael Forlán y José Martín
EL DIARIO COMO INSTRUMENTO PARA DETECTAR PROBLEMAS Y HACER EXPLÍCITAS LAS CONCEPCIONES
CÓMO EMPEZAR EL DIARIO: DE LO GENERAL A LO CONCRETO
Al comenzar el diario se suele tener una visión simplificada y poco diferenciada de la realidad. Las situaciones y acontecimientos de la clase se perciben como hechos aislados sin que la mayoría de las veces se establezcan relaciones entre sus diferentes elementos.
La percepción simplificadora conduce a que el diario se centre inicialmente en aspectos superficiales y anecdóticos de la realidad, olvidando otros menos evidentes.
El objetivo debe centrarse inicialmente en la panorámica general y significativa de lo que, desde nuestro punto de vista sucede en la clase, categorizando, así una posible clasificación podría ser:
a) Las referidas al profesor.
b) Las referidas a los alumnos.
c) Las referidas a la comunicación didáctica.
d) El análisis de las observaciones puede orientarse a identificar y aislar los diferentes elementos que las configuran, buscando establecer relaciones entre los mismos, haciendo preguntas problematizadoras, permitiendo focalizar progresivamente nuestras observaciones, llevándolas de lo general a lo concreto.
Todo permite focalizar progresivamente nuestras observaciones, llevándolas de lo general a lo concreto, sin perder las referencias del contexto.
PROBLEMAS Y CONCEPCIONES
Puede resultar difícil diferenciar la descripción de la dinámica general de la clase de las interpretaciones y valoraciones espontáneas. Esta dificultad se puede ir superando si se comienza a incorporar poco a poco un cierto grado de diferenciación consciente entre lo que se describe espontáneamente y el análisis más sosegado, sistemático y racional que posteriormente podemos hacer.
El diario ha de propiciar el desarrollo de un nivel más profundo de descripción de la dinámica del aula a través del relato sistemático y pormenorizado de los distintos acontecimientos y situaciones cotidianas; comenzando con narraciones, reflejando los tipos de actividades y las diferentes secuencias que son más frecuentes en la clase y, describiendo acontecimientos más significativos de la dinámica psicosocial.
El diario facilita la posibilidad de reconocer esos problemas y de asumir la realidad escolar como compleja y cambiante, favoreciendo su tratamiento a través del análisis y seguimiento de los mismos.
Los problemas no tienen por qué ser preguntas explícitamente formuladas; el problema es un “proceso” que se va desarrollando, reformulando y diversificando. Podemos considerar como “problema” algo que no puede resolverse automáticamente mediante los mecanismos que normalmente utilizamos, sino que exige movilización de diversos y variados recursos intelectuales.
Generalmente, en una clase suele haber un grupo de alumnos que “aceptan” el juego de adaptarse a las apariencias que la escuela impone; pero también nos solemos encontrar con otros que no se adaptan y que ponen en evidencia las contradicciones del sistema en el que están inmersos.
Una de las características más significativas de la enseñanza es la de tener que realizarse en un ambiente “complejo” y “diverso”; por tanto, una de las condiciones que debe reunir cualquier estrategia didáctica es la de poder adaptarse a dicha diversidad y complejidad.
A MODO DE SÍNTESIS
El uso del diario como un instrumento es útil para la descripción, el análisis y la valoración de la realidad escolar; además pretende iniciar un proceso de reflexión-investigación sobre la práctica.
En este sentido insistimos en la idea de que todo problema es un proceso continuo.
EL DIARIO COMO INSTRUMENTO PARA CAMBIAR LAS CONCEPCIONES
Las concepciones no solo determinan nuestra manera de ver la realidad, sino que “de hecho” guían y orientan nuestra actuación en el aula:
a) Concepciones referidas al alumno.
b) Concepciones referidas al papel del profesor.
c) Concepciones referidas a la materia.
d) Concepciones referidas al ambiente.
Una manera de concebir el aprendizaje de los alumnos se corresponde generalmente con una determinada visión del papel del profesor, o de las relaciones sociales en la clase. Otra característica es su resistencia al cambio.
EL DIARIO TRABAJADO EN EQUIPO: CONTRASTANDO EL PUNTO DE VISTA CON LOS COMPAÑEROS
Comenzar con la lectura y el análisis de los acontecimientos reflejados en el diario genera una dinámica de intercambios de puntos de vista que eleva el nivel de la comunicación, hasta ahora fragmentaria, intuitiva y basada frecuentemente en estereotipos pedagógicos.
El diseño del nuevo programa de intervención tendrá en cuenta, los problemas concretos y significativos de los miembros del equipo; además de criterios y procedimientos que den alguna respuesta al problema del qué enseñar, del cómo enseñar; y del qué y cómo evaluar.
La perspectiva de adecuar, adaptar y negociar con los alumnos, tanto su papel en la escuela, como el contenido y la orientación de los procesos de enseñanza-aprendizaje requiere la explicitación y contrastación con los alumnos de aspectos como:
a) La visión que tienen de la escuela, del profesor y de la clase en general.
b) La percepción que tienen de su papel en la clase y de su relación con el resto de los compañeros/as.
c) Los esquemas de conocimientos que poseen sobre los tópicos curriculares que se están trabajando en clase.
d) Los obstáculos cognitivos, afectivos y metodológico que presentan en sus procesos de aprendizaje y desarrollo.
e) Los intereses, necesidades y problemáticas que manifiestan.
f) Las conductas más significativas que presentan.
La enseñanza es una actividad práctica y no debemos perdernos en la simple especulación teórico-filosófica. El intercambio, la contrastación y el análisis de los aspectos facilita la ampliación de los puntos de vista iniciales y favorece la evolución de las concepciones. Estas nuevas ideas deben traducirse en el diseño de una nueva intervención, los cambios en las ideas (“el saber”) han de tener un reflejo en los cambios en el programa (“en el saber hacer”).
Es deseable que, partiendo de los problemas concretos detectados en las reuniones de equipo, el diseño de la nueva práctica se aborde desde planteamientos más globales, a través de la elaboración y experimentación de centros de interés o unidades didácticas.
Nuestras observaciones sobre
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