ENSAYO CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Soledad y olvido

En esta novela parece ser que todos sus personajes están condenados a padecer de la soledad y sus estragos, como una característica singular de la familia Buendía.

        A lo largo de  la lectura vemos como la soledad es quien se encarga de marcar la vida de cada protagonista, especialmente la de los hombres. Es la característica que acompaña a cada uno de los integrantes de la familia y de la cual  intentan escapar en algún punto determinante de su vida, sin tener éxito alguno, al parecer la soledad es su destino inevitable y no queda más que aceptarla. La soledad se evidencia principalmente en  el Coronel Aureliano Buendía, por su poca capacidad de expresar amor decide marcharse a la guerra, regresando de ella sumergido en la idea de encerrarse en su taller y dedicarse a fabricar pescaditos de oro hasta que la muerte o el olvido lo encuentre primero, hace así un pacto honrado con la soledad. Otro claro ejemplo es el de Aureliano Babilonia, quien a comparación del Coronel, fue el único personaje que encontró un amor verdadero, pero como ya sabemos qué destino le esperaba, se quedó sólo al final de la novela, siendo el último miembro de la familia con vida, estaba en Macondo, un pueblo que para ese momento ya estaba totalmente abandonado.

        Gran parte de la historia se desarrolla en Macondo, un pueblo aislado y rodeado de ciénagas, fundado por José Arcadio Buendía. Al inicio, el único contacto que tenían con el mundo exterior era por medio de visitas de un grupo de gitanos, quienes traían consigo nuevos inventos de todo tipo.  La historia se va tejido en este escenario, entre un pueblo lleno de vivencias y nacido de la necesidad, donde la muerte es el destino de sus habitantes, y aunque esta no sea equivalente a la soledad, el autor Gabriel García Márquez, nos deja entrever como la soledad marca muchas veces el destino de sus personajes con una muerte predestinada.

La soledad es el olvido, como el pueblo de Macondo que estuvo a punto de desaparecer por la peste, en donde se vieron forzados a marcar los objetos  con notas, por si los alcanzaba no olvidar su uso o su significado, como Rebeca que en  su aislamiento hizo pensar a su familia que había muerto, pero aun respiraba en una casa abandonada, donde la tragedia estaba en el ambiente y a  diferencia con Úrsula, para quien la soledad fue el olvido, cuando por su vejez y las repercusiones que esta trae consigo, no pudo seguir respaldando a su familia. El olvido, frecuenta en los sucesos trágicos tan recurrentes tanto en la historia cultural que presenta la obra, como en los momentos de cada personaje.

El tema central es la soledad, que como una ley, todos están obligados a padecerla. La soledad sirve para entrelazar los diferentes destinos de los personajes  y se rige como característica esencial de los Buendía. La soledad es una consecuencia de la locura y la incomunicación, no hay ni una página de la novela en donde no aparezca el sustantivo soledad. No hay pues un solo personaje que se escape de ella.

El motivo principal por lo que cada uno de los personajes de la historia terminan siendo seres solitarios se debe por su  incapacidad de amar, de querer o de tener sentimientos verdaderos hacia otra persona, o sus prejuicios que tienen ante el mundo y su propia vida. Este ciclo se rompe con el matrimonio entre Aureliano Babilonia y Amaranta Úrsula, mismos personajes que provocan el final lúgubre de la obra, donde el su hijo, el único procreado con amor es devorado por hormigas; estaba destinado a morir y con ello causar el fin de la estirpe Buendía. Todo esto basado, claro está en un realismo mágico, característica singular con que el autor Gabriel García Márquez, desarrolla esta historia, una corriente literaria  en la que los protagonistas consideran normal cualquier suceso extraño o mágico y lo aceptan con naturalidad.  Por ejemplo, los muertos se aparecen y hay lluvias que duran años.

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