El Alquimista
Enviado por pfpollo182 • 24 de Septiembre de 2014 • 1.889 Palabras (8 Páginas) • 226 Visitas
a encontrar un tesoro, que no se diera por vencido hasta lograr encontrarlo. Santiago entonces decidió ir a buscar su tesoro, vendió sus ovejas y compro el boleto para el barco que lo iba a cruzar al continente africano.
Cuando llegó al otro continente, todo era muy diferente, era otro mundo. Entró a una cantina, donde se encontró con un joven que hablaba su idioma y le dijo que el conocía las pirámides y que lo podía llevar hasta aquel lugar, pero que tenia que darle dinero para comprar camellos y así poder cruzar el desierto para llegar. El le dio el dinero y cuando llegaron a una plaza donde había mucha gente, Santiago se quedo embelezado con una espada muy hermosa que vio, cuando volteó a ver a su acompañante el ya no estaba. Lo empezó a buscar, pero nunca lo encontró. Al que le había entregado su dinero era un ladrón y el se había quedado sin un centavo en aquel lugar desconocido, se encontraba muy frustrado, pero nunca perdió la calma. Al día siguiente al salir el sol se empezaron a poner unos puestos, Santiago le ayudo a un pastelero a montar su puesto y el pastelero le dio un pan para que desayunara. De ahí se fue a examinar el lugar, al subir una lomita paso por una tienda de cristalería, donde ayudo al dueño a limpiar unos objetos de cristal. El señor le dio de comer y santiago le pidió trabajo, el accedió. Santiago en el transcurso de su trabajo le ayudo al comerciante a mejorar sus técnicas para vender, y le empezó a ir bien al negocio, el comerciante estaba satisfecho con la labor de su empleado y le dijo que le iba a dar comisiones por lo que vendiera.
En una de las platicas que sostuvo con el comerciante, santiago le contó acerca de su sueño y que quería llegar a completarlo. El comerciante también le dijo que uno de sus anhelos era llegar a la Meca, el lugar mas importante de los que profesan el islamismo, entonces el joven le propuso que fuera ahora que tenia dinero para hacer el viaje, pero el señor le dijo que no porque después no iba a tener otro motivo o razón para vivir. Santiago en esos momentos estuvo a punto de desistir y abandonar su sueño, y mejor volver a pastorear sus ovejas. Pero entonces se acordó del viejo rey sabio y decidió seguir adelante.
Cuando ya hubo juntado el dinero suficiente para seguir con su viaje, se fue en busca de su tesoro a Egipto. Salió en una caravana que iba a un lugar diferente, pero que pasaba por Egipto. En la caravana conoció a un ingles que iba en busca de un alquimista, para aprender la alquimia y poder convertir cualquier metal en oro. Este hombre llevaba muchos libros que trataban de la alquimia, y no paraba de leerlos, siempre que tenia tiempo los estudiaba y se encerraba en su mundo. Santiago trato de leer algunos pero no entendió nada.
En esos tiempos se murmuraba que había una guerra entre los clanes de aquella región, y cuando el jefe de la caravana se enteró de esto decidió llegar a un lugar neutral, o sea que no podía haber guerra, este lugar era un oasis que estaba en medio del desierto. Llegaron a este lugar y el ingles empezó a buscar al alquimista, le dijo a Santiago que le ayudara. Los dos salieron a buscarlo, iban preguntando a la gente de ahí a ver si lo conocían, primero le preguntaron a un señor ya de avanzada edad, pero cuando este escucho la palabra alquimista les dijo que eran unos brujos malditos, después Santiago se acerco a unas mujeres vestidas de negro, cuando se les iba acercando, las mujeres le dijeron que se alejara porque eran mujeres casadas y no podían hablar con ningún hombre. Entonces el se alejo, y junto con el ingles se dirigió hacia un pozo de agua a beber un poco. Ahí se encontraban cuando apareció una mujer vestida de blanco, cuando Santiago la vio se quedo pasmado por su belleza, y le sacó platica para así preguntarle por el alquimista, el le pregunto y ella le dijo que vivía en una tienda fuera del campamento, entonces le dijo al ingles y este se dirigió rápidamente hacia allá, cuando llego con el alquimista, le dijo que le enseñara como convertir cualquier metal en oro, pero el alquimista nada mas le dijo que fuera y lo intentara. Decepcionado el hombre, volvió con santiago y le dijo lo que había sucedido.
Luego santiago se dirigió al pozo de agua, ahí encontró a Fátima, la chica de sus sueños, y le dijo que la amaba y que quería que fuera su mujer. Ella le dijo que hacia mucho tiempo que lo estaba esperando y que ella también lo quería, pero que el era un hombre del desierto que iba persiguiendo un sueño y que no parara hasta alcanzarlo, también le dijo que si volvía quería decir que si era para ella. El muchacho se fue un poco confundido por lo que le había dicho Fátima y decidió ir a vagar un poco por el oasis, y en el transcurso observo a unos gavilanes que parecía ser que estaban peleando y vio unos hombres armados que entraban en el oasis, el se asusto mucho y decidió volver. Decidió contarle lo que había visto al jefe de la caravana, cuando le dijo, el jefe le sugirió que lo consultara con los jefes del campamento. Y así fue lo comento con los jefes de ese lugar y estos le dijeron que en el desierto era común ver alucinaciones, pero que si era cierto le iban a dar una moneda de oro por cada diez enemigos que murieran. Cuando termino la platica con los jefes el joven se fue caminando a su tienda, y en el transcurso un hombre montado en un caballo lo intercepto, el hombre lo aventó al suelo y le pregunto que si porque había
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