El Universo Discursivo En Cual Crece

“El universo discursivo en el cual se crece”

Paul Goodman

Mientras en las comunidades más simples la comunicación es directa, y las etapas de la vida son marcadas por ritos, como el de iniciación; en las sociedades modernas, en las cuales nos jactamos de ser inmensamente comunicativos y que todo gira en torno a la información, existen huecos generacionales que nos impiden crecer como sociedad.

Era de esperar las consecuencias que el exceso de tecnología, así como la segregación social en la que nos encontramos inmersos llegarán. Esta momento en el que la sociedad se encuentra en aparente movimiento, ha hecho lo posible por mantener estático al niño actual; haciéndole difícil madurar, matando su curiosidad, guardando su energía y destruyendo el lenguaje.

La visión actual del mundo es irrelevante; se le percibe simplemente como: una fuente de recursos, se cree que porque nos separa una frontera vivimos en un mundo distinto, y que las decisiones tomadas, por muy nocivas que resulten no tendrán repercusiones del otro lado. Si esto es lo que creemos de donde vivimos, imaginemos cuán abandonados tenemos a los adolescentes, cuán indiferentes somos ante sus necesidades espirituales.

Ya nos encontramos en una maquinaria en funcionamiento, la cual no puede detenerse; no le importa que la juventud encuentre su identidad o vocación, este desinterés en la integración de los jóvenes solo lleva a problemas de diversas índoles, tanto religiosos como psicóticos.

La complejidad del adolescente no solo llega al aspecto social, sino que permea al ámbito sexual. Dentro de esta sociedad en la que ya es conocido que el adolescente cruza por una revolución sexual, pero a la vez existe represión en el actuar conforme a los instintos, pero a la vez existe menor inhibición e incluso envidia (de los mayores) en cuanto a su comportamiento. Todo esto regulado por los patrones de economía, familia, valores e información conocida.

Durante el crecimiento para los jóvenes no es fácil obtener información de primera mano, en cuanto aspectos sexuales: los padres estigmatizan este tipo de cuestiones, y en el sistema de educación básica no existen oficialmente los factores sexuales. Independientemente de esto, un adolescente debe ser sexual para que no haya problemas. Esta indiferencia por parte de los padres, y desinterés por parte del sistema solo orillan a los jóvenes a la vergüenza, timidez y desconcierto; reaccionando de manera hostil y desesperada por tratar de darse a entender.

Con la intención de erradicar este desconcierto se crea este último intento desesperado por tratar de restablecer los lazos comunicativos con los adultos. Cuando ésta finalmente se corta se desarrolla la “subcultura”: donde los adolescentes con su lenguaje, modelos, ideología y secretos, terminan por apartarse de los intereses de los adultos los cuales son irrelevantes y aburridos. Con esto podemos decir que las subculturas actuales son reacciones de la hostilidad e indiferencia a los intereses de los

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