El cortesano. TP 1

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El Cortesano: la Dama Perfecta, la Perfecta Cortesanía y el Amor Cortesano

“¿Quién no alcanza que las mujeres son las que quitan de nuestros corazones todos los baxos y viles pensamientos, las fatigas, las miserias y aquellas tristezas tristes que andan en compañía de todo esto? Y si quisiéramos bien considerar la verdad, conoceremos que acerca del conocimiento de las cosas grandes no nos desvían de ellas, ni nos embarazan, antes nos despiertan y nos levantan (...)”

                    (CASTIGLIONE: 1984, 272)

En el presente trabajo trataremos de describir de manera sintética algunas características sociales de la época cortesana española. Estas son, específicamente, las cualidades de la dama, las condiciones que deben reunir la dama perfecta, la finalidad de la perfecta cortesanía y las maneras de amar del cortesano

En pos de avalar nuestras descripciones, utilizaremos el libro “El Cortesano” de Baltasar Castiglione, del cual nos valdremos para realizar una serie de ejemplificaciones que  plasmen las características descriptas. El autor de la obra utilizada nace en Casatico, 1478. Militar, diplomático, artista y literato, fue uno de los más nobles y perfectos caballeros de su época, y no se dejó envanecer por los honores obtenidos ni por su extraordinaria cultura; concilió el humanismo con la vida cortesana, desarrollando sus coloquios "en la grata compañía de excelentes personas". Fallece en Toledo en el 1529.

El Cortesano adopta la forma de diálogo que se dividen en cuatro libros, exponiendo lo que se habla durante cuatro noches entre una duquesa, una princesa, un cardenal, un poeta, Giuliano de Medici y Fregoso. Éste último sugiere un juego para elegir las propuestas sobre la cortesanía más conveniente. En el primer libro, se presenta el debate sobre el nacimiento y la educación del gentilhombre; en el segundo, el comportamiento del mismo en sociedad; el tercero se nos presenta el ideal de la perfecta dama en el palacio y, por último en el cuarto libro sobre las relaciones del cortesano con el príncipe.

La finalidad del libro es presentar un ideal de vida del Renacimiento y propugnar un modelo de caballero que responda a las inquietudes y a la visión del mundo que se tenía en esa época: el caballero debía ser tan experto en las armas como en las letras, saber conversar y tratar con sus semejantes –en especial, con las mujeres- al igual que saber ejecutar algún instrumento.

Cualidades y condiciones de la dama perfecta:

Si bien, El Cortesano de Castiglione se encuentra introducido en el género específico de la literatura, de todas maneras podemos reconstruir el modelo de sociedad y los valores de ese lugar y esa época. De esta manera vemos cualidades específicas que les corresponden a las damas y los caballeros. En este, se presenta la corte de Lorenzo el Magnífico ubicada en Urbina, en la cual se reúnen amigos –mujeres y hombres cortesanos-. En ella, los presentes discuten acerca de las condiciones que son naturales de los hombres cortesanos, como ser el linaje y la belleza física y moral así como también la educación y las aptitudes necesarias para desempeñar las funciones sociales y políticas.

Con respecto a la mujer genérica, esas condiciones y cualidades que se ven en el hombre –con excepciones en el desempeño de funciones sociales y políticas- también les son propias y se suponen naturales y necesarias a todas las mujeres de la época. Pero se añaden cualidades específicas para crear una imagen de dama perfecta,  como ser mujer buena y discreta, saber mantener en orden su casa y los hijos del marido; conducirse en la sociedad de la corte y en las relaciones con los cortesanos de manera dulce y honesta, con soltura y amabilidad, grandeza de ánimo y continencia. Algunas de estas cualidades podemos ver plasmadas en el siguiente fragmento del libro de Castiglione:

“Dejando aquellas virtudes del alma que le son a ella comunes con el Cortesano, como es la prudencia, la grandeza del ánimo, la continencia y muchas otras, y asimesmo aquellas cualidades que se requieren en todas las mujeres, como ser buena y discreta, saber regir la hacienda del marido, y la casa y los hijos, si fuera casada, y todas aquellas partes que son menester en una señora de su casa (…)” (CASTIGLIONE: 1984, 232)

También existían casos específicos de mujeres con cualidades más ensalzadas, desde la perspectiva de aquella época, estas son las denominadas mujeres célebres, como Isabel la Católica y Germana de Foie, cuyas cualidades muestran superioridad en las prácticas de sus conductas, esforzadas e incluso heroicas.

Cabe aclarar que en la época existía la conocida “querelle” sobre las mujeres, en donde la disputa era entre misóginos, que defendían la inferioridad física y moral de las mujeres, y los defensores de la superioridad femenina frente a los hombres. Para los primeros, la mujer tenía una condición siempre sospechosa y parecía impensable para ellas la excelencia que justifica la influencia moral o el ejercicio del poder en los hombres. Mientras que los segundos se defendían citando los ejemplos de las mujeres célebres antes descriptas. (Cfr. Morant, 352-353).

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