El equilibrio de asumir la novedad de forma crítica en su prólogo a Un viaje de novios

Emilia Pardo Bazán, el equilibrio de asumir la novedad de forma crítica en su prólogo a Un viaje de novios

Emilia Pardo Bazán acostumbra a escribir prólogos en sus novelas en los cuales recoge un compendio de críticas o pensamientos de personajes del momento. Este prólogo es básico para entender que la novela es un género maravilloso y que el naturalismo tiene aspectos que no lo son tanto. Sumado a este, se hacen fundamentales también una serie de artículos que publicó en un periódico bajo el nombre La cuestión palpitante.

La idea es que no hay que negar el naturalismo en su conjunto, pero tampoco aceptarlo sin más, hay que ser crítico al respecto y así lo hace la autora durante todo el prólogo.

Comienza Bazán recordando que en todas las épocas hay enfrentamientos literarios, mencionando concretamente el llevado a cabo en manos de Böhl de Faber. Hace alusión al propio Zola, asegurando que las novelas creadas en torno al

Naturalismo son «engendros», pero que, aun con todo, incluso las ter ribles traducciones, son un éxito, gozando de grandes ventas. No titubea al afirmar que este nuevo género le parece una dirección errada del Realismo. Acepta la investigación que hay detrás de la escritura de obras naturalistas, acción que ella misma realizará para sus obras, como trabajar en una tabacalera. Mas rechaza la temática que de tan mal gusto, a su entender, gira en torno a este género.

"No censuro yo la observación paciente, minuciosa, exacta, que distingue a la moderna escuela francesa: desapruebo como yerros artísticos, la elección sistemática preferente de asuntos repugnantes o desvergonzados, la prolijidad nimia, y a veces cansada, de las descripciones [...] Para mi es Zola el más hipocondríaco de los escritores habidos y por haber. "

Aboga Bazán por lo que ella denomina «Realismo nacional», mostrando una serie de referentes como lo son Tirso o Velázquez. Admite que sentiría orgullo de que la obra que sigue a este prólogo fuese calificada dentro de ese género.

Todo esto resulta irónico, pues mostrando su inclinación hacia el Realismo y un ligero rechazo al Naturalismo, será esta considerada por críticos, como González Blanco, una novela que marca la introducción del Naturalismo en España.

Se observa en los escritos de Bazán, concretamente en sus prólogos, llenos de crítica y reflexión, una sobriedad admirable sin necesidad de menoscabar a quienes podrían denominarse sus oponentes o aquellos a quienes critica. Así lo afirma Mariano López en su artículo El naturalismo trascendido de Emilia Pardo Bazán en "Un viaje de novios": «Consigue mantener una línea clara frente al naturalismo francés evitando por igual el juicio ditirámbico como la hostilidad absurda».

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