Exposición de análisis

Escena 1: Tierras del patrón (4:48 - 6:10)

La escena se desarrolla completamente en el campo. En este lugar, el propietario estereotipa y generaliza a sus trabajadores. El “Patrón” indica que ellos son personas ignorantes y borrachas, asimismo, señala que son personas envidiosas, dado a que se encuentran en una clase social baja y no desean que los negocios de personas de la clase alta progresen, por lo que cometen boicots contra las propias cosechas. Al mismo tiempo, el “Patrón” se expresa a los trabajadores como “animales” y como “bestias”, que tienen que ser educados con violencia (en este caso, con un látigo).

Sin embargo, el hijo de un trabajador no acepta que su propio padre sea insultado y ataca al “Patrón” de la misma manera, primero al derribarlo con un puñete y, posteriormente, con el látigo. Esto hace que el padre y los trabajadores le digan que huya, porque, de lo contrario, el “Patrón” lo mandará a prisión por haber golpeado a la “clase alta”.

Intencionalidad del emisor

La principal intencionalidad del emisor es mostrar el constructo social, manifestándose en una confrontación totalmente desigual entre la comunidad, que se denomina a sí misma “clase alta” y la comunidad, que la denominan como “clase baja”, llamado también constructo social

El emisor trata de exponer el abuso de poder por parte de la “élite” hacia la clase baja. Dado a que se exhibe como la tiene la libertad de golpear, estereotipar e insultar a la clase baja, sin ningún tipo de consecuencia. Sin embargo, la clase baja no tiene esa misma libertad e incluso al intentar defenderse, pueden ser arrestados, como se intenta con Valentín, el hijo y defensor del campesino maltratado. 

Función del lenguaje

A lo largo de la escena, se utilizan diferentes funciones del lenguaje en el discurso de los personajes de la telenovela, para transmitir la emoción y estado de ánimo de los personajes a los espectadores. La principal es la función emotiva, porque, de esta manera, expone la desigualdad social en la comunidad peruana, donde las personas con mayor poder atacan, con gritos e insultos, a las personas con menor poder, expresando su estado de ánimo contra los agricultores. Además, mediante los agricultores también se manifiesta la desigualdad social, con ayuda de la emoción, dado a que se asustan por haber enfrentado a la clase alta. 

La otra función del lenguaje es la apelativa, que se espera una reacción de indignación o disgusto por parte del receptor. Se puede dar a entender que los trabajadores están sumisos a sólo recibir órdenes de una persona con mayor poder y que no puede haber ningún tipo de confrontación a estas órdenes. Sin embargo, se puede percibir al hijo del campesino, como la comunidad rebelde, que no obedece a órdenes, que sean “desfavorables” para él, con el que se espera que el público genere empatía. 

Cite su análisis con textos del mismo autor

En la presente escena, el patrón grita e irrespeta a los trabajadores de las tierras, al utilizar recursos como la adjetivación y llamar a un trabajador: bruto, ciego, ignorante, indio resentido e imbécil, su “discurso racista, junto con las otras prácticas (no verbales) discriminatorias, contribuye a la reproducción del racismo como una forma de dominación étnica o racial.” (T. Van Dijk). Él los agrede físicamente, desde su situación social de poder, mientras hace uso de un símil indicándoles que son “como animales o como bestias”, de manera que los excluye y les impide defenderse de dicho abuso, donde claramente se muestra la relación discurso-poder y el control que este ejerce sobre los campesinos.

Además de la discriminación no verbal ejercida por la élite, su discurso racista destaca su posición dominante, “utilizando expresiones ofensivas, derogatorias, insultos, groserías u otras formas de discurso que explícitamente expresan y promulgan la superioridad y falta de respeto.” (Van Dijk). Asimismo resalta la posición sumisa del marginado, ya que el contexto social y político en el que se encuentran no les permite acudir a las autoridades para denunciar estos abusos, por el contrario las autoridades defienden a la clase alta tratándose así de un “Nosotros”, el cual se refiere a la élite, contra los “Otros”, cuyas decisiones son sometidas por el discurso del patrón, quien “abusa del control sobre el discurso para controlar las creencias y acciones de la gente en interés de los grupos dominantes.” (Van Dijk, 1999), impidiendo así que los agredidos sean defendidos por las autoridades. 

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