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FILOSOFIA DEL AMOR


Enviado por   •  30 de Octubre de 2014  •  1.536 Palabras (7 Páginas)  •  259 Visitas

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Filosofía del amor

Análisis racional del amor y sus diferentes modos de darse en sociedad

Hay una cita de Khalil Gibrán que dice así:

“Sois libres ante el sol del día, y libres ante las estrellas de la noche. Sois incluso libres cuando no hay sol, ni estrellas, ni noche. Pero sois esclavos del que amáis porque lo amáis, y sois esclavos del que os ama, porque os ama”.

¡Y cuanta razón tiene! El amor es una cárcel para el alma del enamorado, que, por más que lo desee, mientras así se encuentre, jamás podrá escapar de las redes de su amante. Estar enamorado, sea lo que sea qué sea esto, supone realmente una esclavitud respecto de tu amado/a, un querer y no poder escapar de su lado. Estar enamorado es un compromiso ineludible, una cadena que te impide alejarte de la sombra de tu amor. Por eso el amor es, debe ser, siempre un sentimiento recíproco, un sentimiento que se da entre dos o más personas de forma simultánea y correlativa, y que impide a las partes implicadas huir de su compromiso con el resto de las partes. Los amantes se atan entre sí, y ninguno de ellos podrá escapar del resto. Cuando existe amor de verdad, te tiene cogido, agarrado, esclavizado y preso, y te adormece como un niño en los brazos de su madre. Cuando existe amor de verdad, el alma se siete en deuda continua con el alma del amado, y la vida del enamorado se funde en una sola con la vida del ser al que ama. Pero, ¿qué es el amor? Una cárcel sí, de eso no hay duda. Pero, ¿Qué más es el amor?, ¿Cuándo hay amor?, ¿Cómo nace y dónde muere?, ¿Quiénes son los implicados? Son tantas las dudas que se me ocurren, y tan pocas las respuestas, que me siento inútil, perdido. Por eso, en este breve artículo trataré de (auto) responder (me) a estas y otras preguntas sobre el amor, con la esperanza de poder encontrar algún sentido racional a eso que todos sentimos alguna vez en nuestras vidas (y pobre de aquel que no lo haga), pero que difícilmente podemos explicar con palabras. Todo un reto, que espero y deseo pueda ser, además, de utilidad para todas aquellas personas que tengan la ocasión de leerlo.

Para empezar, lo que parece evidente es que el amor, por sus implicaciones vitales y sentimentales, sea lo que sea, es algo totalmente subjetivo, un sentimiento que solo se puede entender a través de la experimentación personal, un modo de estar en el mundo que cada cual vive y entiende de una manera diferente. No creo que el amor pueda ser jamás la misma cosa para dos personas distintas, por tanto, no creo que se pueda hablar del amor como si de un ente objetivo se tratase, ni tan siquiera como un referente semántico que unifique bajo sí a todas y cada una de las manifestaciones sentimentales que se dan en los seres humanos que se dicen enamorados, ni siquiera esto. Cada cual es libre de vivirlo a su manera, y cada cual lo siente por sí mismo a su estilo. Aunque tratemos de elaborar complejos conceptos mentales para encuadrar a todos los enamorados, lo cierto es que solo podremos pensar moldes aproximados, pero nunca podremos elaborar leyes científicas para categorizar el amor. El amor no es una regla matemática, ni tan si quiera es algo que se pueda expresar con palabras, el amor es puro sentimiento que solo se entiende cuando se tiene, y que se solo se conoce cuando es subjetivamente experimentado. Por eso resulta tan difícil hablar de amor. Pero, sin embargo, en la civilización de nuestros días, como con casi todo lo relacionado con la vida del ser humano, existen una serie de valores sociales y culturales que tratan de poner normas y condiciones al amor. Esos mismos valores que hacen que al hablar de amores todos creamos posible poder elaborar un concepto general en nuestra mente, y a partir del cual nos dejamos arrastrar para buscarlo. El amor como entidad metafísica, como ideal, como modelo referencial para la búsqueda, recorre nuestro mundo cognitivo cual idea natural que nace de lo más profundo de nuestro ser, a la cual no es posible poner alternativas. Pero nada más lejos de la realidad. Según estas normas no escritas, estas leyes no impresas, amor es algo parecido a un sentimiento dado entre dos personas que se desean, y que se vinculan en libre compromiso para hacer juntos un plan de futuro, prometiéndose mutua fidelidad. Por eso la mayoría de nosotros aspira a encontrar a esa persona con la que compartir su vida, y con la que fundirse en un compromiso de futuro y una pasión desbocada.

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