Idea Principal Y Segundaria

La información como punto de partida

Idea principal: La sociedad de la información se nos presenta como una realidad e incluso hemos tenido un reposo suficiente para analizar que hay dentro de ella e incluso más que hay para nosotros, que nuevos márgenes de acción nos permite.

Aunque la información nos rodea hace décadas, con el tiempo se ha ido mejorando ya que si antes se construía un avión se guardaba mucha información física hoy en día es diferente se guarda digitalmente para muchos casos.

Ideas secundarias: Es difícil no pensar en que la sociedad está creciendo y cambiando constantemente.

¿Cómo comprender su magnitud?

Acaso nos estamos olvidando de las cosas que antes nos servían como las bibliotecas, los archivos, etc.

Tenerlo todo o no tener nada

Idea principal: la biblioteca de Babel contenía toda información posible en sus miles y miles de estanterías habían libros buenos y malos, falsos y auténticos es decir los tenía todos. ¿Nos suena a algo? La web es nuestra biblioteca de babel pero necesitamos utilizarla.

Ideas secundarias: el conocimiento no es información.

Lo que hacemos en la web es recuperar información y no nos preocupamos por construir conocimiento.

Al parecer se nos hace mucho más fácil buscar por la web que añadirnos más conocimiento.

Ignoramos que somos seres capaces de aprender sin necesidad de buscar ayuda la web.

La llave de plata

Idea principal: la llave mágica del conocimiento es la lectura, estamos subyugados por la magnitud y las virtudes de los nuevos prodigios tecnológicos, y al tiempo deberemos reaprender las potencialidades y las maravillas de algo que consideramos trivial, sólo porque lo poseemos ya, y porque nos acompaña desde hace muchísimo tiempo.

La lectura es la capacidad de los humanos alfabetizados para extraer la información textual. Existe también la lectura de las imágenes Y es hora de avanzar: la lectura es la llave del conocimiento en la sociedad de la información.

Ideas secundarias: la sociedad digital no será nada sin los hombres que la rodean.

El mundo avanza y se construye día a día en base de lo anterior es así como la lucha en aprender lo nuevo también nos implica en seguir en lo antiguo.

Y de ellas es la lectura.

¿Qué hay en la lectura?

Idea principal: La lectura es una habilidad de un tipo muy desarrollado: de hecho es la suma de varias habilidades psicológicas que se adquieren y se ejercitan a edad temprana. Como ocurre con las facultades humanas que usamos desde siempre (la maravilla del lenguaje, de la percepción visual), es difícil darnos cuenta cabal de su complejidad.

Ideas secundarias: La lectura comprende, en un principio, la capacidad de discernir una letra de otra.

Las letras convocan sonidos en nuestra mente, pero los lectores avanzados leemos en silencio

Las personas con escasas habilidades lectoras murmuran cuando leen. Otras no emiten ningún sonido, pero practican lo que se conoce como subvocalización.

Dar forma a la información

Idea principal: ya es hora de que avancemos un paso más, y de camino nos acerquemos a lo que es el auténtico objetivo de estas páginas. En realidad, nuestra forma de leer actual —rápida, silenciosa, eficiente— fue surgiendo en paralelo al desarrollo de lo que hoy llamaríamos tecnologías editoriales. Los lectores de antiguos manuscritos leían en voz alta, entre otras cosas porque los textos estaban escritos sin separación de palabras. A medida que avanza la construcción del espacio gráfico y tipográfico en los libros, aumenta la finura de la información suministrada; a medida que los procedimientos de representación textual se refinan, los sistemas de lectura avanzan, mejoran y se automatizan. Es una dialéctica entre mejoras tecnológicas y habilidades psicológicas: en su desarrollo mutuo llegan a la evolución y eficiencia que conocemos en el libro y la lectura modernas... Ambas han crecido juntas.

Ideas secundarias: Los desarrollos editoriales y tipográficos fueron preparando el terreno para lograr una extracción de información rápida y eficiente.

Los recursos tipográficos ayudaron desde muy pronto a que el lector comprendiera la jerarquía de los contenidos.

La división en capítulos con sus títulos y apartados estructuró las obras. Las notas al pie, las apostillas y el cuerpo menor permitieron diferenciar al texto principal de los elementos laterales, o menos importantes. Las entradas de los capítulos, los cuadros sinópticos y los esquemas resumieron la información para una consulta rápida.

Escuchar con los ojos

Idea principal: lo que recalca Quevedo era el papel de la cultura escrita. Preservadora del conocimiento, como posibilitadora

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