LOS NIÑOS CON PERDIDA AUDITIVA TIENEN PROBLEMAS CON EL LENGUAJE

LOS NIÑOS CON PÉRDIDA AUDITIVA TIENEN PROBLEMAS CON EL LENGUAJE

La capacidad auditiva es esencial para el desarrollo del habla, y también para aprender a leer. Un estudio indicaba que los niños con discapacidad auditiva tienen una media de 10 meses de retraso en lectura, en comparación con los niños con audición normal de su edad.

Se descubrió también que la capacidad de los niños de entender el lenguaje y de hablar estaba claramente relacionada con su capacidad auditiva. Basándose en las pruebas de habilidad de los niños para expresarse por sí mismos, el estudio puso de manifiesto que los niños con pérdida de audición estaban un 26 por ciento por debajo de los niños con audición normal. En comprensión del habla, los niños con discapacidad auditiva estaban un 20 por ciento por debajo de los demás niños. (Fuente: Outcomes of Children With Mild-Profound Congenital Hearing Loss at 7 to 8 Years: A Population Study, Ear & Hearing, febrero de 2004).

Entendiendo, que la discapacidad auditiva, acarrea graves problemas de comunicación, ya que si un niño desde que nace no oye, no aprender a hablar y por tendrá serios trastornos en el lenguaje y por tanto de comunicación.

Mi trabajo está dedicado y motivado a la rehabilitación audio comunicativa de estos niños, en especial, acuerdo a la valoración auditiva que me indique el motivo de la pérdida auditiva, grado y clase de pérdida auditiva y si hay compromiso de los dos oídos, además el grado de compromiso de la comprensión del lenguaje por medio de una audiometría tonal aérea y una logo audiometría, lo que me permite hacer una selección del aparato a adaptar y el proceso a seguir con las terapias del lenguaje.

Es un trabajo largo y arduo, pero muy satisfactorio, ya que nos involucramos muchas personas en él, el mismo niño, sus padres y su entorno familiar. Trabajo que me ha dejado muchas compensaciones a nivel profesional y personal, ya que el hacer que a un niño le cambie el brillo de sus ojos, deje su expresión triste y retraída ante la ausencia de estímulos sonoros, como es el simple hecho de poder escuchar un sonido de una timbre, de un frasco lleno de pepitas, ver salir de la boca de su mamá un sonido que el entiende y que sabe que significa, hijo te amo, por un gesto de sorpresa acompañado de un grito de satisfacción que indica su conexión al mundo, no tiene precio.

A lo largo de estos diez años de trabajo, he visto padres llorar de alegría al ver a su hijo responder ante una señal sonora y con el tiempo, al pasar por jornadas largas de terapias de lenguaje, pronunciar la palabra papá por primera vez, cuando este ya tiene 10 años; pero a la vez he tenido que llorar a solas, tragarme la sensación de impotencia y des frustración al ver el resultado de una audiometría y cambiar la expresión de mi rostro consternado, para decirle a los padres que su hijo no escucha nada

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