La Eutanasia

La Eutanasia una indulgencia ante el dolor

Si se parte del significado etimológico se puede notar que la palabra eutanasia viene del griego euthánatos, que expresa buena muerte, lo cual hace relación al hecho de acabar con la vida de otra persona, a solicitud suya, con el fin de atenuar su agonía; bajo esta premisa se vale decir que es posible que el mismo termino nos lleve a pensar que esta opción puede ser una salida válida para un enfermo terminal.

Ahora bien, la eutanasia es uno de los temas más debatibles al día de hoy, puesto que su contexto nos atañe a todos los individuos en nuestro entorno personal, emocional, afectivo, ideológico, moral, ético y social, es un contenido que aflige a cualquier persona directa o indirectamente a tal grado que en algún momento se ha vivido o posiblemente se vivira una situación que lleve a vislumbrarla como una justificación viable al sufrimiento y al dolor personal o de un ser querido.

Se puede resaltar el hecho de la muerte conexo con la eutanasia, tropezandonos con el inconveniente de tener claro en qué situaciones se realiza, se apunta que la eutanasia solo es ajustable a personas que se están desahuciadas y que desean que la muerte sea lo menos traumática y dolorosa, generando una especie de misericordia tanto para el que sufre como para el que lo rodea; esto concuerda con el hecho que si vivimos nuestra vida con decoro y representamos a esa misma existencia como queremos vivirla, no como no las quieran imponer, aunque esto lo podamos hacer desde el lugar menos indicado siempre y cuando sea analizado con cabeza fría, (Sampedro, 2004). Vinculado al concepto de la eutanasia se encuentra el tema de la legalidad del mismo, ya que este procedimiento no es nuevo, se ha venido realizando hace muchos años la diferencia es que actualmente se ha hecho público porque los casos que han aparecido son de personas que han luchado y siguen haciéndolo para que se convierta en un método legal. Asimismo cuando dicho individuo decide practicarse este procedimiento lo hace de manera intima y personal, con la firme convicción que él como persona libre tiene derecho a morir dignamente, porque hay algo muy importante en este tema y es la libertad esa con la que todos nacemos y con la que vivimos; con respecto al tema de quien se hace cargo de este hecho podemos decir que sería el médico tratante quien por medio de técnicas que no le causen dolor al paciente la lleva a cabo. Cuando se saca a colación este tema se genera un sinnúmero de opiniones algunas de tipo moral, religiosa, legal, psicológica, entre otras. Aunando en la situación algunas vez nos hemos preguntado ¿Qué considera la persona que se encuentra desesperanzada?, he aquí la gran disyuntiva, con qué facultad podemos nosotros atrevernos a decidir sobre la vida de alguien, igualmente de que manera podemos saber si ese ser quiere seguir en esa condición o definitivamente no quiere continuar con la angustia

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