La Monotonia Cotidiana
Enviado por Monthserrat • 20 de Octubre de 2012 • 3.068 Palabras (13 Páginas) • 579 Visitas
Lectura: “La Monotonía Cotidiana”
Cada día laborable escolar los niños salen rumbo a sus escuelas con la finalidad de recibir sus clases educativas, ellos conocen la rutina diaria que hay que seguir para llegar al lugar donde están sus salones de clases, ya sea que mamá o papá los lleven en auto, en bici, a pie o moto o en el peor de los casos el niño se vaya solo a la escuela; o ya sea que el autobús escolar los traslade hasta donde deben. Los padres estamos tan acostumbrados también a la rutina de que nuestros hijos asistan a la escuela, que pocas veces estamos realmente preocupados por saber que es lo que pasa en cuanto a aprendizaje real en estos lugares, casi siempre preguntamos a nuestros hijos como les ha ido y que han hecho y nos limitamos a escuchar superficialidades, y con esto nos hemos sentido responsables de su educación. Los niños siempre nos dirán los hechos que han llamado mas su atención a la largo del día pero muchos detalles los han de callar y en lo que a configuración y sentido de nuestra vida se refiere, estos acontecimientos que casi siempre silencian pueden tener tanta importancia como los que suelen llamar su atención. La rutina cotidiana, la monotonía y el molesto “lo de siempre” encierran una gran potencial ya que valora la importancia cultural de los elementos rutinarios de la existencia humana.
I
Es la escuela un lugar que se aceptara o se rechazara de primera instancia, la mayoría de los niños por mas que les cueste acostumbrarse terminaran adaptándose a ella. En la escuela pasan muchas cosas, ahí se adquieren muchos conocimientos y capacidades pero también pasan cosas muy rutinarias en las cuales centramos poco la atención como son: escuchar, esperar, hacer filas, formarse y hasta comer. Serán generalmente los aspectos sociales y las actividades nuevas las que llamaran y quedaran en la atención de cada niño. Pero es responsabilidad del maestro aprovechar cada uno de estos aspectos ya sean rutinarios o no para sacar el mayor provecho de aprendizaje, hay que apreciar la importancia de los acontecimientos triviales en la clase y tener en cuenta la frecuencia en la que ocurren, la uniformidad del entorno escolar y la obligatoriedad de la asistencia diaria ya que cada uno de estos puntos puede ayudarnos a comprender que sienten los alumnos y así poder enfrentarnos con su experiencia escolar.
El niño pasa alrededor de 7 horas distribuidas entre seis o siete años en la escuela, por lo tanto (fuera de dormir y quizá jugar) no hay otra actividad que ocupe tanto su tiempo como la asistencia a la escuela. Es muy importante que el entorno en que se desenvuelvan a lo largo de estos años sea estable. Los maestros perdemos mucho tiempo preocupados por la decoración superficial del salón intentando hacer un espacio “acogedor” pero se sabe que todos los elementos que en él están siempre lo estarán de una u otra forma. Todo el entorno de cosas y olores que los niños y maestros socializan con la escuela se vuelven tan familiar en su vida cotidiana que solo cuando pasa algo fuera de lo común, es cuando alertamos los sentidos a los detalles que en la escuela se encuentran.
La clase no es solo un entorno físico relativamente estable sino que además, ofrece un contexto social bastante constante, la composición social de la clase no solo es estable, sino que además esta distribuida con bastante regularidad.
En la escuela es donde se hacen los vínculos sociales con más permanencia en la vida, es donde los alumnos estarán con otras personas de forma constante conviviendo y compartiendo con estas el día a día. Es en la escuela donde se forjaran las relaciones más importantes para cada quien, no es extraño saber que a nuestros amigos más allegados casi siempre los conocemos en la escuela. Es en la escuela también donde formamos vínculos afectivos con los demás que marcan para siempre la existencia de alguien. Solo en las escuelas pasan varias horas todos los días 30 personas literalmente una junto a otra.
Siguiendo con el tema de la rutina escolar, otro punto que hay que considerar de lo que sucede en la escuela es el de carácter ritualista y cíclico de las actividades que se realizan en la clase esta continuidad enseña a los niños a darse cuenta de los posibles conocimientos que podrá adquirir a lo largo del día. Por ejemplo: un niño al darse cuenta que el día es miércoles, el ya sabrá que la clase de español la tendrá a las 8 y que en esta le darán conocimientos relacionados con letras y palabras; y sabe también que a las 9 tendrá la clase de matemáticas y en esta vera números.
Cuando un niño entra a la escuela por la mañana estará ingresando a un área con la que está muy familiarizado por lo tanto las clases son lugares especiales. Para comprender el impacto de la vida escolar sobre el alumno necesitamos recurrir a otros rasgos de la clase que, aunque no tan potentes, tienen tanta importancia como los que lo son. Existen tres hechos con los que el escolar tiene que aprender a enfrentarse estos son: grupo, evaluaciones y poder (autoridad). Como ya hemos analizado en otra lectura, los niños que se convierten en alumnos tienen que enseñarse a vivir en grupo lo cual conlleva ciertas normas y reglas de convivencia; así mismo el niño aun en preescolar estará sometido a constantes evaluaciones, tanto de sus maestros como de sus mismos compañeros y gente que lo rodea dentro de la escuela, presión con la que se tendrá que enseñar a vivir y llevarla de la mejor manera. Durante los años escolares sabrá que existe una autoridad sobre de él a la cual tiene el deber de obedecer que en este caso son los maestros. Los profesores son más fuertes que los alumnos en el sentido de que tienen más responsabilidad en la configuración de los acontecimientos de la clase. Todas estas experiencias desarrollan los mecanismos de adaptación que tendrán influencia decisiva en otros contextos y en otras etapas de la vida.
II
Sera el profesor un elemento de suma importancia en la clase y este sabe que su labor no es nada fácil, depende de él la dinámica con la que se trabaje en el aula y será el mediador y a la vez impulsor de las opiniones de los alumnos, dependerá de él la organización de actividades, y la repartición de tareas, de material etc. El asignara las tareas por todos deseados a los alumnos que considere adecuados y no es que el no pueda hacer las tareas sino que contribuye a estructurar las actividades de la clase y modelar la calidad de la experiencia total de todos los participantes. Dependerá también de él la organización del tiempo, será quien decida la distribución de las actividades, la duración de estas y el momento adecuado para terminar con ella. La escuela es un lugar en que las cosas suceden, muchas veces, no porque los alumnos quieran, sino
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