La chica en la playa
Enviado por Alejo Castillo • 30 de Octubre de 2018 • Tarea • 1.445 Palabras (6 Páginas) • 126 Visitas
Un caluroso día de verano, juan iba caminando por la playa gritando: llévelo, llévelo, lleve su aceite de coco. El había pasado todo el día ofreciendo los aceites de coco, estaba un poco estresado no había vendido nada y no tenía dinero para llevar a su casa, y su hijo de apenas 7 años lo esperaba; y así Juan siguió ofreciendo aceites pero nadie le compraba.
Pasaron un par de horas, a lo lejos él veía cómo una linda chava se le acercaba, ella le preguntó “¿cuánto cuestan los aceites de coco?”, Juan respondió: “cuestan $20 señorita”; ella tomó un frasco de aceite y le pagó a Juan.
Él se dio la vuelta y vio cómo poco a poco se alejaba esa chica, esa hermosa chica de la playa……
Juan regresó a su casa con un delicioso pollo asado que había comprado con el poco de dinero que había conseguido: era una rica sorpresa para su hijo…. Abrió la puerta de su casa, -la cual parecía un basurero porque estaba toda sucia como si nadie viviera ahí-, Juan entró; y como si fuera una horrible pesadilla vio a su hijo tendido en el piso sin moverse…. la casa se llenó de una fría penumbra y un suspenso estremecedor; eso sólo quería decir algo: su hijo estaba muerto lo había matado esa horrible hambre.
Juan cayó de rodillas al mismo tiempo que sus ganas de vivir se habían destrozado como un cristal después de caer al suelo.
Juan empezó a llorar como nunca antes lo había hecho y se preguntaba con desesperación “¿por qué?, ¿por qué?.... si tan sólo mi esposa no nos hubiera abandonado”.
Tratando de olvidar la tragedia ocurrida a su hijo .Juan vagaba por las calles y el poco dinero que conseguía se lo gastaba en alcohol, todo el tiempo se emborrachaba pensando en cuando tenía a su hijo y a su esposa a quienes seguía amando
Un día, en un parque, estando sentado bajo la sombra de un árbol, de pronto sus ojos se iluminaron con un rayito de sol que penetró el follaje y eso le recordó una pequeña pero sabia frase: “donde hay sombra es porque ahí la luz poco a poco se agota”.
Juan estaba solo y se sentía vacío, sentía que no le importaba a nadie y entonces alzó su mirada hacia el cielo que estaba tranquilo y sublime….
Entre tanto, -como cualquier otro día-, María, estaba tomando el sol en su balcón mientras su cuerpo estaba bañado en ese aceite que unos días antes había comprado a un desconocido en la playa; era tarde y maría tenía que ir a trabajar; así que se levantó y fue a ducharse, y después de estar lista bajo hacia el estacionamiento y se dirigió a su auto, arrancó y se fue a su trabajo.
María estaba un poco preocupada sentía un fuerte dolor en el pecho, tenía un mal presentimiento; y como un escalofrío a ella llegó una fría duda…..
Juan seguía tirado en el mismo lugar del parque sólo como todas las mañanas y le pedía al cielo una oportunidad, una sola oportunidad, sólo una para poder cambiar su vida que para él había sido muy miserable, en esas horas recordaba como fue su vida sin sus padres y como se la pasaba el su fría acompañante la: “Soledad”.
Pasaron un par de días y juan seguía ahí no había comido ni bebido nada estaba a un punto de morir, tal vez este seria su ultimo dia de vida, justo antes de cerrar los ojos por ultima vez alcanzo a ver como se acercaba alguien tal esa persona lo ayudaría pero unos segundos antes de desmayarse juan alcanzo a escuchar unas cuantas palabras ¿tal vez era una pregunta?
María se espanto porque cuando le hizo esa pregunta a ese solitario vagabundo este se había desmayado, rápidamente llamo una ambulancia y que tuvo una rápida respuesta y llego al lugar del hecho.
Los paramédicos bajaron y revisaron el cuerpo de juan para saber en que condiciones estaba, estará bien dijo un paramédico a María y después subieron a juan a la ambulancia y le preguntaron a María si era un familiar y ella respondió que no que solo lo había visto por la calle pero que aun así los acompañaría al hospital.
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