La codicia y la bondad
Enviado por xoscar94x • 30 de Agosto de 2011 • Informe • 947 Palabras (4 Páginas) • 657 Visitas
El Lar familiar se queja de la avaricia de Euclión y alaba la bondad de su hija Fedra. Ha decidido dar a Euclión el tesoro, para que Fedria pueda resolver su problema.
Euclión le pega y le grita a su esclava Estáfila, pues teme que ésta le robe la olla de oro. Luego, le dice que entre y le cuide la casa. Que no deje entrar a nadie.
Estáfila se burla y le dice que si acaso quiere que le cuide las telarañas. Euclión le dice que tiene que salir porque el presidente de la curia va a repartir una moneda de plata.
Euclión tiene un dilema, si va a recoger la moneda, dejará solo el tesoro y si no va los demás sospecharán, pues es extraño que un pobre rechace una moneda de plata.
Eunomia le aconseja a su hermano Megadoro que debe casarse. Megadoro no está muy seguro y dice que primero muerto que casado. Eunomia conoce a una mujer muy mayor que puede darle una buena dote. Megadoro revela su intención de casarse con la joven hija de Euclión y decide ir a buscarlo.
Euclión viene decepcionado, pues no repartieron nada. Megadoro saluda a Euclión. Éste último se siente desconfiado de que un rico salude amablemente a un pobre. Euclión piensa que Estáfila contó el secreto del oro y que la verdadera intención de Megadoro es apropiarse del tesoro.
Euclión le dice a Megadoro que espere un momento y se va a verificar que el oro esté en la casa. Megadoro le pide la mano de Fedria. Euclión le manifiesta su preocupación por la diferencia de clases sociales. Megadoro no pide dote a cambio. Euclión quiere que Megadoro le prometa que luego no va a pedir ninguna dote. Megadoro se va con Pitódico al mercado.
Euclión le cuenta a Estáfila que va a casar a su hija Fedria. Estáfila habla consigo misma: Fedria está embarazada y pronta a dar a luz.
Pitódico cuenta que Megadoro ha contratado a cocineros y flautistas. La mitad de ellos se quedan y los otros se van a la casa de Euclión. Ántrax señala que por qué no pagó Euclión los gastos. Pitódico señala que Euclión es más tacaño que una piedra. Hacen chistes sobre lo tacaño que es Euclión.
Pitódico y Congrión el cocinero se van con la flautista Frigia a la casa de Euclión.
Euclión va llegando a su casa. Reflexiona sobre lo caro que están el pescado y el cordero y que para la boda de su hija solo compró un poco de incienso y una coronas de flores, para ofrecerlas al Lar y que éste dé su bendición.
En eso ve que en su casa hay gente. Se asusta de que le estén robando el oro.
Cuando entra encuentra a Congrión con un cuchillo en la mano.
Euclión lo golpea y lo amenaza de acusarlo a los triunviros por ladrón y porque tiene un cuchillo.
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