La violencia en la literatura latinoamericana

Edwin Rodrigo Pérez Garzón

La violencia en la literatura latinoamericana

Hemos podido ver textos latinoamericanos con diversas temáticas; desde los escritos más románticos hasta los que podrían considerarse documentos históricos, sin embargo, cuando se trata de un tema como la violencia dentro de dichos textos podemos encontrarnos con algo interesante pues la forma en que se expresan las escenas o ideas tienen la particularidad de ser muy detalladas y repulsivas en el buen sentido de la palabra; en este trabajo de reflexión podremos ver el tratamiento que se le da a la violencia en un texto y rasgos de importancia que tienen dentro del mismo, cabe mencionar que decidí usar solo “La refalosa” y “El matadero” como base para esta tarea.

        De primera mano debemos entender que la violencia vista en ambos textos está presente en todo momento, dejando ver que el hecho de que una historia sea solo violencia sin fin no significa que no sea interesante o que tenga algún trasfondo o estructura vacía, en “La refalosa” se nos dice desde el principio que el poema no es más que una amenaza dirigida a personas de puestos importantes, aún así se trata de una amenaza por lo que uno no esperaría cosas tan detalladas ni un escrito tan cuidado en su estructura; como dije se trata de un poema, pero a diferencia de muchos poemas en vez de metáforas tenemos el uso de descripciones que sirven para dejar más en claro el mensaje que se quiere transmitir y al dejarlo en claro se infunde más temor en los destinatarios de dicha amenaza, pues tenemos detalles grandes como el modo de muerte hasta detalles pequeños como las risas provocadas por el sufrimiento de personas odiadas. Así pues, la mención de cada una de las acciones que han de hacer en contra de ellos e incluso las que las mismas victimas realizaran para defenderse en el texto dejan que se note el nivel de sadismo y dolor que están por experimentar; pero la magia de este poema está en que todas estas cosas, es decir, la violencia están relatadas a modo hacerlas en forma de danza, pues se nos dice que es una refalosa, la cual se trata de una danza sudamericana. Entonces como primer punto tenemos el tema de la violencia como una descripción disfrazada.

        En “El matadero” tenemos algo totalmente diferente al texto anterior, pues aquí vemos una historia relatada de un suceso ficticio y ya no algo dirigido a una persona o personas en concreto. Comienza de una forma completamente relajada, describiendo la localidad y el desastre que los llevó a las situaciones importantes; después de eso podemos ver una gran cantidad de cosas tales como personas enfurecidas, carencia de comida o incluso el deseo de asesinar y jugar con los restos de cadáveres, si bien se trata de restos de animales en su mayoría no quita el hecho de que sigan siendo órganos. En sí el cuento busca demostrar lo peligroso que era un mundo así para el país, pues a lo largo del mismo vemos diversos tipos de violencia: una que es producida por el hambre, otra por la falta de sensibilidad, otra por el deseo de humillar, etc.

Sabemos que dentro del cuento hay dos bandos que nunca se podrán llevar bien “los unitarios” y “los federales” y son usados para remarcar la diferencia entre sus mundos, pues mientras que los unitarios son personas cultas, los federales están sumergidos en violencia y vulgaridad. Curiosamente a pesar de esto, hay algo en común dentro de ambos y es que el hecho de que los federales se encuentren en un matadero da lugar a que entre ambos bandos se terminen animalizando, por la parte del unitario del relato podemos ver que dice: “El lobo, el tigre, la pantera también son fuertes como vosotros. Deberíais andar como ellas en cuatro patas” (Echeverría, 13) y por el lado de los federales vemos: “Está furioso como un toro montaraz” (Echeverría, 12) Ahora, ¿qué tiene que ver esto con la violencia? Simple, es una forma sutil de demostrar que el trabajar en el matadero les ha dado el comportamiento de animales y que buscan un animal en el comportamiento de las demás personas. Por último, para definir bien cómo vimos la violencia en este texto debemos recordar la escena final en donde el unitario muere de rabia y coraje a causa de los maltratos físicos ejercidos por los federales, pues estos últimos dijeron algo muy importante y fue “Pobre diablo: queríamos únicamente divertirnos con él y tomó la cosa demasiado en serio” (Echeverría, 14) esta frase es una prueba irrefutable de que en el matadero es algo normal pasar de la violencia verbal a la física y encima verlo como una actividad que causa diversión.

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