Las Morfosintaxis Locas
Enviado por • 9 de Junio de 2015 • 6.742 Palabras (27 Páginas) • 238 Visitas
MATEMÁTICAS Y PAPIROFLEXIA
José Ignacio Royo Prieto (*)
Resumen
La papiroflexia es el arte de hacer figuras reconocibles utilizando papel plegado.
En esta exposición se muestran algunos aspectos de la papiroflexia en los que las
matemáticas tienen un papel destacado.
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Qué es la Papiroflexia
La papiroflexia es el arte de hacer figuras reconocibles utilizando
papel plegado. Según la corriente más ortodoxa de la papiroflexia,
tan sólo está permitido plegar el papel, sin usar tijeras ni pegamento.
Además, se deberá utilizar como punto de partida un único
trozo de papel cuadrado. A pesar de que estas normas puedan parecernos
muy restrictivas, las posibilidades que nos ofrece la papiroflexia
son casi infinitas.
Los diseños más populares son, sin duda, la pajarita de papel, el
gorro de papel y el barquito, así como algún que otro avión. Estos
diseños son muy simples, pero en las últimas décadas, papiroflectas de todo el mundo han
desarrollado técnicas a cual más compleja para obtener modelos de muchas puntas. Coches,
barcos, aviones, muebles, leones, perros, insectos con todas sus patas y antenas, mamíferos
con todo tipo de cuernos, orejas y colas, dragones, dinosaurios, esqueletos, pulpos, peces,
crustáceos, arañas, seres humanos, máscaras... Seres animados e inanimados, reales y fantásticos,
sencillos y con todo lujo de detalles forman parte del inmenso repertorio de la papiroflexia
moderna.
1.2. Un poco de historia
El origen de la papiroflexia hemos de situarlo en Japón. La palabra japonesa
para la papiroflexia es origami. Su escritura está compuesta por dos caracteres:
En el primero, el radical de la izquierda deriva del dibujo de una mano,
y significa doblar (ori). El segundo deriva del dibujo de la seda, y significa
papel (kami).
(*) Profesor del Departamento de Matemáticas. Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
Maitreya (Hoyjo Takashi)
Origami
La historia de la papiroflexia (ver [Engel]) comienza junto con la
del papel, en China, allá por el siglo I ó II, y llega a Japón en el
siglo VI. En un principio, era un divertimento de las clases altas,
pues eran las únicas que podían conseguir papel, que constituía
un artículo de lujo. Los guerreros Samurai intercambiaban regalos
adornados con noshi, trozos de papel doblados en abanicos de
variadas formas, sujetos con cintas de carne seca. Hoy en día, se
mantiene la expresión origami tsuki, que significa “certificado”, o
“garantizado”, y que deriva del plegado especial con el que se
preparaban los diplomas que recibían los maestros de las ceremonias
de té. Dicho plegado garantizaba que no se pudiera volver
a plegar en su forma original sin realizar nuevas cicatrices en
el papel.
En el período Muromachi (1338-1573), el papel era un producto
más accesible, y surgieron ciertos adornos de papiroflexia con significados distintos que revelaban,
por ejemplo, la clase social de cada persona, de modo que, según el distintivo de papiroflexia
que llevase un individuo, se podía distinguir si era un granjero, un guerrero samurai
o un seguidor de tal o tal maestro filósofo.
La “democratización” de la papiroflexia se dio en el período
Tokugawa (1603-1867), el cual conoció una gran explosión
cultural. Es en este período en el que surge la base pájaro, la
base usada por la grulla (zuru), que es la figura más popular en
Japón, tal como lo es aquí la pajarita. Dos libros legendarios
recogen las primeras instrucciones de plegado: el Sembazuru
Orikata (Cómo Plegar Mil Grullas) en 1797, y el Kan No Mado
(Ventana abierta a la estación de invierno), de 1845, en el cual
aparece por primera vez la base de la rana.
No sólo se dobló en Japón. Los musulmanes también practicaron
la papiroflexia, y si no hubiera sido por los Reyes Católicos y el Cardenal Cisneros, a buen
seguro la tradición de doblar papel en la península ibérica hubiera tenido muchísima más
repercusión en nuestros días. La pajarita (o pájara pinta, llamada así porque cuando es plegada
con un papel de colores distintos por ambas caras aparece con la cabeza de un color
distinto que el cuerpo) forma parte de la cultura popular española desde, por lo menos, el siglo
XVII. El gran impulsor de la papiroflexia a principios de siglo fue el universal bilbaíno Miguel
de Unamuno y Jugo. Tras visitar la Exposición Universal de París de 1889, junto a la inauguración
de la Torre Eiffel, Unamuno descubre maravillado una exposición de origami de Japón.
A su vuelta, retomaría su afición a doblar pajaritas, según él, cocotología, creando su propia
“escuela” de plegadores. El genial escultor anarquista oscense Ramón Acín (1888-1936) ha
sido uno de los que ha rendido homenaje a la pajarita con su famosa “Pajarita sobre cubo”,
escultura de piedra que podemos apreciar en un parque de Huesca.
El patriarca de la papiroflexia moderna es el japonés Akira Yoshizawa, una leyenda viva de los
maestros orientales de Origami. Es a Yoshizawa a quien debemos la simbología actual de las
instrucciones de plegado de los modelos (Sistema Yoshizawa-Randlett, 1956). Esto ha constituido,
sin lugar a duda, la aportación más importante a la papiroflexia desde la invención del
papel, ya que ha permitido la difusión internacional de las distintas creaciones, al no importar
176 SIGMA Nº 21 • zk. 21 SIGMA
José Ignacio Royo Prieto
Composición de grullas
del Sembazuru Orikata
Miguel de Unamuno (Zuloaga)
el idioma en el que estén escritos los desarrollos. Para
Yoshizawa, el Origami conlleva una filosofía de la vida, y pertenece
a ese estado de la luz que en filosofía oriental se denomina
ke, concepto asociado a la luz baja, las sensaciones íntimas
y la armonía en silencio, por oposición al hare, que denota
la explosión de luz, brillantez y la espectacularidad. Yoshizawa
reza, medita, estudia y siente en un sentido ciertamente religioso
cada animal, rostro o figura que va a plegar. Se dice que
pasó varios años observando a un cisne que vivía en el estanque
de su casa hasta que decidió plegarlo. Según la escuela de
Yoshizawa, el plegado es un diálogo
...