Libre ejercicioLa prisión como institución

libre ejercicioLa prisión como institución

Para Foucault la prisión es el exterior del aparato Judicial el mismo se elabora con

Todo y procedimientos, tales como: Repartir a los individuos, Fijarlos y distribuirlos espacialmente, Clasificarlos. Obtener de ellos el máximo de tiempo y el máximo de fuerzas, Mantenerlos en una visibilidad sin lagunas, Educar su cuerpo, codificar su comportamiento continuo y Formar en torno a ellos todo un aparato de observación. Constituir sobre ellos un saber que se acumula y centraliza.

En primer lugar, nótese que Foucault habla de la prisión como una institución.

Es importante dicha aclaración ya que al integrarla como tal dentro del entorno social, cambia su carácter hacia la humanización del castigo; se acaba el espectáculo de la ejecución en las plazas, a la luz del día y en presencia de los otros, convirtiéndose el castigo, a partir de aquí, en un espacio privado y alejado de los ojos de la sociedad: La prisión, esa región la más sombría en el aparato de justicia, es el lugar donde el poder de castigar, que ya no se atreve a actuar a rostro descubierto, organiza silenciosamente un campo de objetividad donde el castigo podrá funcionar en pleno día como terapéutica

Es necesario dejar en claro el porqué de la recurrencia a este autor como Principio para definir los significados de las palabras clave, ya que, como se verá más delante, de aquí se justifica la existencia de las prisión. La idea de la prisión se concibe como un instrumento de castigo, escarmiento “o” reinserción; históricamente la sociedad ha aplicado correctivos para castigar a las personas quienes trasgreden las normas sociales, estos van desde sanciones moderadas como la exposición pública hasta castigos extremos tales como el descuartizamiento o la crucifixión.

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