Literacidad

Como formadora debo propiciar que mis alumnos tengan las herramientas necesarias para impulsar la lecto-escritura en sus propios dominios y, sobre todo, que sean buenos lectores con capacidad para contagiar la pasión por la lectura, pues nadie puede ofrecer lo que no tiene la iniciativa la debo de dar yo como docente y encargada de fomentar e impulsar el deseo por la lectoescritura. Deben recibir el adecuado impulso para ser lectores competentes en su desempeño personal, pero también en el ámbito gustoso y libre de la lectura voluntaria que tanto enriquece. Además, los niveles elevados deben promover cursos intensivos, orientados a la capacitación en el fomento de su preparación en su vida futura, animación y promoción de la lectura, coordinación de talleres o clubs de lectura, a la ejecución pública y escenificación de la lectura (cuentacuentos, dramatizaciones, etc.) y en cualquier otro ámbito que requiera formación lecto-escritora especializada, no es tarea fácil por la falta de interés y poca participación de los educandos sin embargo mi participación como impulsora e iniciadora de lecturas y creadora de textos nos hace diferentes para el impulso de un ámbito tan importante y relevante en la vida de cada uno de nosotros como miembros de una sociedad tan cambiante y que por medio de esta dinámica daremos un pequeñísimo paso pero que dará frutos tarde que temprano y sobre todo que se continué con esta dinámica en los demás niveles y se adquieren hábitos que ya estarán inmersos en nuestras vidas. Ésas son unas de tantas debilidades como fortalezas que tengo en mi actividad como docente.

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