Literatura Espoñola
Enviado por reymundochan • 15 de Julio de 2011 • 9.927 Palabras (40 Páginas) • 752 Visitas
INDICE
1. TEATRO Y PROSA DEL SIGLO XVI 3
1.1. LA CELESTINA 3
1.2. EL LAZARRILLO DE TORMES 7
2. LITERATURA BARROCA DEL SIGLO XVIII 10
2.1. Rasgos del Barroco español 10
2.2. Culteranismo o gongorismo 13
2.3. Culteranismo 19
2.4. Conceptismo 21
2.5. Comienzo, auge y decadencia del estilo barroco 24
2.6. POEMAS DE LUIS DE GONGORA Y ARGOTE 24
2.6.1. SONETOS 24
2.7. POEMAS DE FRANCISCO QUEVEDO Y VILLEGAS 34
2.7.1. SONETO A LUIS DE GÓNGORA 34
3. MIGUEL DE CERVANTES DE SAAVEDRA 37
3.1. Colage con el tema: Don Quijote 37
3.2. Miguel de Cervantes - El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha 37
4. DRAMATICA DEL SIGLO DE ORO 45
4.1. LOPE DE VEGA: FUENTE OVEJUNA 45
4.1.1. TEMA DE LA OBRA 48
4.1.2. RASGOS LINGÜÍSTICOS 48
4.1.3. PERSONAJES 49
4.1.4. Argumento 52
4.2. CALDERON DE LA BARCA: “LA VIDA ES SUEÑO” 53
4.2.1. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) 53
4.2.2. Conceptismo 55
4.2.3. Culteranismo 55
4.2.4. OBRAS Y ESTILO DE CALDERÓN 55
4.2.5. OBRA “LA VIDA ES SUEÑO” 56
4.2.6. ARGUMENTO 56
4.2.7. TEMA 57
4.2.8. PERSONAJES 57
4.2.9. AMBIENTE 59
4.2.10. RECURSOS ESTILÍSTICOS 60
4.2.11. CONCLUSIONES, OPINIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL 61
LITERATURA ESPAÑOLA II
1. TEATRO Y PROSA DEL SIGLO XVI
1.1. LA CELESTINA
La Celestina es el nombre con el que se conoce desde el siglo XVI a la obra titulada primero Comedia de Calisto y Melibea y después Tragicomedia de Calisto y Melibea, atribuida casi en su totalidad al bachiller Fernando de Rojas. Es una obra del Prerrenacimiento escrita durante el reinado de los Reyes Católicos; su primera edición conocida es de 1499, en Burgos. Constituye una de las bases sobre las que se cimentó el nacimiento de la novela y el teatro realista modernos y ejerció una influencia poderosa, aunque soterrada, sobre la literatura española.
Existen dos versiones de la obra: la Comedia (1499, 16 actos) y la Tragicomedia (1502, 21 actos). La crítica tradicional ha debatido profusamente el género`literario de La Celestina, dudando si clasificarla como obra dramática o como novela. La crítica actual coincide en señalar su carácter de obra híbrida y su concepción como diálogo puro creador de un género nuevo, el género celestinesco, formado por una serie de continuaciones y obras inspiradas en ella. Su carácter irrepresentable hizo que la obra estuviese destinada a ser recitada o declamada por un solo lector impostando las voces de los distintos personajes ante un auditorio poco numeroso. Sus logros estéticos y artísticos, la caracterización psicológica de los personajes —especialmente la tercera, Celestina, cuyo antecedente original se encuentra en Ovidio—, la novedad artística que suponía respecto al género de la comedia humanística en la que parece inspirarse, y la falta de antecedentes y de continuadores a su altura en la literatura occidental, han hecho de La Celestina una de las obras cumbre de la literatura española y universal.
Los temas de la obra (que señalan y marcan los prólogos, en vistas a orientar la interpretación de la obra en su tiempo) los declara el mismo titulillo introductorio:
Compuesta en reprensión de los locos enamorados que, vencidos de su desordenado apetito, a sus amigas llaman y dicen ser su Dios, asimismo hecha en aviso de los engaños de las alcahuetas e malos e lisonjeros sirvientes.
De lo cual se deduce su fin educativo de atacar el loco amor o apetito de lo material (amor a la carne, amor al oro) y la corrupción que trastorna el orden social humano y divino. Sin embargo, subyace una temática filosófica expresa en el segundo prólogo de la obra, y extraída de las obras filosóficas de Francesco Petrarca que tanto leyó el autor, quien, como abogado, tenía una concepción muy litigiosa del mundo: Todas las cosas ser criadas a manera de contienda o batalla...: el mundo de los señores se contrasta con el de los siervos, el de los viejos con el de los jóvenes, el masculino con el femenino, el idealismo con el materialismo y el lenguaje mismo popular con el culto.
A esto se reducen los temas principales: el amor, la muerte y la codicia (distintas versiones según los personajes). El tema del amor es el eje determinante de la obra y suscita el comportamiento de todos los personajes, los dos únicos personajes que no resultan víctimas del amor son Pleberio y Alisa (los padres de Melibea). El modo de presentar el amor en La Celestina es complejo, ambiguo y a veces contrario a las ideas tradicionales recibidas por los jóvenes. Esta obra pone en tela de juicio los valores sociales propios de la literatura amorosa tradicional, donde se mantenía una separación de clase social. En esta tradición a la clase alta se le atribuía el refinamiento y las doctrinas, frente al amor que las capas bajas eran incapaces de experimentar. El tema del amor es tratado de formas distintas: el primer tipo de amor que encontramos es el amor cortés del que se hace una parodia en la obra. Calisto no tiene en absoluto la paciencia del amante cortesano, ni guarda el secreto de sus relaciones amorosas, y la divinización de Melibea le lleva hiperbólicamente a convertirla en «su Dios». En realidad, la relación amorosa entre Calisto y Melibea más parece propia del amor romántico y apasionado que del amor cortés. Todo parece indicar que se trata de una concepción estética del amor. El amor de Sempronio y Pármeno por Elicia y Areusa está claro que procura el goce físico.
Calisto y Melibea utilizan un lenguaje más ideal y literario, que suele ser una muestra del lenguaje amoroso que durará hasta el siglo XVIII, e incluso se podría interpretar como una burla de dicho lenguaje que solo sirve para encubrir intenciones y deseos concretos. Otro tipo de amor que se trata en La Celestina es el llamado «loco amor»: este amor apasionado no se distinguía de la lujuria y era una manifestación auténtica de la locura. Calisto posee una locura real, y sus actuaciones y palabras exhiben un personaje con todas las características de un loco de verdad. Melibea, una vez admite la pasión amorosa para con Calisto, también se comporta como persona loca y no vacila en poner en peligro tanto su fama como la de sus padres, introduciendo a su amante de noche en su huerto y desechando todas las moralidades propias de una muchacha de estirpe aristocrática. El último tipo de amor sería el «amor como sexualidad». En este
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