Literatura
Enviado por DULCENATI21 • 14 de Diciembre de 2011 • 1.124 Palabras (5 Páginas) • 373 Visitas
LOS TZANZICOS
Los jóvenes tzánzicos eran poetas o escritores que renegaban de la tradición literaria y sus imágenes sagradas y cuestionaban la irresolución de los partidos políticos de izquierda". Según Marco Antonio Rodríguez, que ha estudiado ese momento, sus recitales eran piñatas donde estallaban banderitas tricolores que iban a las manos de los concurrentes con el lema de "Esta es su Patria, cómansela, si quieren" o se resolvían en fragmentos de papel periódico que contenían versos escritos a mano. Esta iracundia espectacular que les animaba al comienzo, cedió paso con el tiempo al riguroso trabajo de creación y al debate profundo, articulado siempre en el compromiso de la libertad. Una triple influencia se ha advertido en la formación del Tzanzismo ecuatoriano. Primero: el clima de insurgencia generado por la revolución cubana. Segundo: la febril lectura de los filósofos existencialistas y Tercero: el impacto seductor de los movimientos iconoclastas argentinos. El movimiento Tzánzico creció y convertido en punto de partida de una concepción transformadora de nuestra problemática cultural, se hizo grande a lo largo del país, en los diferentes Frentes de Cultura. (1)
(1) Los Tzanzicos acostumbraban reunirse los viernes, al caer de la tarde, en el Café Aguila de Oro, que bautizaron Café 77, propiedad de un mecánico dental de apellido Arellano. Cafetucho sin pretensiones, ubicado al lado de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central y a una cuadra del Palacio de Gobierno. Allí se conversaba y discutía de todo un poco sin abusar james de las bebidas alch61icas. A los Tzinzicos se les conocía por sus largas y despeinadas barbas, hirsutas en la mayor parte de los casos, que ellos cuidaban como a las niñas de sus ojos por ser el elemento que les servía de diferenciación de los demás, y por simbolizar la insurgencia Fidelista. También gustaban llevar largo el cabello y no faltaban los más audaces que hasta se bañaban poco, simplemente en actitud snob, que no por sucios o por otra cosa. Entonces se puso de moda en Quito andar vestido de jeans y las curiosas estampidas de actitudes irreverentes que lograban impactar. Por todo ello se ha llegado a opinar que el ensayo esclarecedor que apunta a la siembra del hombre nuevo y esta en auge en nuestros días, le debe mucho al Tzanzismo. Estrella desde los Consejos de Redacción de las revistas "Pucuna", "Indoamérica" y "La Bufanda del Sol", con su terca militancia política comprometida con una izquierda antidogmática y a través de su recia personalidad de líder, se convirtió en un formidable suscitador, complejo y sensible, fanático de la honestidad y el esfuerzo creador y constante, perpetuo fustigador de postizajes y superficialismos, cáustico con los obstáculos que se anteponían a la nueva sociedad que avisoraba con empeño, crítico inflexible con todos y consigo mismo. Fue, pues, el Ideal del joven rebelde, revolucionario y cosmopolita, que solamente paraba en Quito algunos meses para reponer fuerzas y emprender nuevos viajes. Así fue como conoció entre 1963 y 1966 muchos países latinoamericanos y hasta hermanó con su gente. Sus arribos eran esperados con curiosidad porque solo él sabía contar los problemas y novedades de esos pueblos. Su presencia, buscada y querida por muchos, siempre constituía la gran novedad en el apacible Quito de la dictadura militar de los 60, gobierno que se singularizó por un macartismo absurdo, injusto y febril y por la falta total de Imaginación para resolver
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