Literatura
Enviado por Guilllermo • 5 de Marzo de 2013 • 3.341 Palabras (14 Páginas) • 310 Visitas
V. CAMPOS FORMATIVOS Y COMPETENCIAS
Los procesos de desarrollo y aprendizaje infantil tienen un carácter integral y dinámico que tiene como base la interacción de factores internos. Cuando los bebés gatean o caminan, se extiende su capacidad explorar el mundo y ello impacta el desarrollo cognitivo; el lenguaje amplían sus ámbitos de interacción y de relaciones sociales lo que a su vez influyen en el acelerado desarrollo del lenguaje.
Los niño ponen en juago un conjunto de capacidades de distinto orden (afectivo y social, cognitivo y de lenguaje, físico y motriz). Las competencias planeadas en cada uno de los campos formativos se irán favoreciendo en los pequeños durante los tres grados de educación preescolar. Ello significa que, como inicio de la experiencia escolar, los niños más pequeños requieren de un trabajo pedagógico más flexible y dinámico, con actividades variadas en las que el juego y la comunicación deben ser las actividades conductoras, pues propician el desarrollo cognitivo, emocional y social.
Entre más pequeño son, los niños preescolares, requieren estar en constante movimiento. En el conjunto de los campos formativos, y en relación con las competencias esperadas, la educadora podrá tomar decisiones sobre el tipo de actividades que propondrá a sus alumnos, afín de que avancen en su proceso de integración a la comunidad escolar y en desarrollo de sus competencias.
Los niños se han agrupado en seis campos formativos. A continuación se presentan los campos formativos, esta presentación incluyen los siguientes componentes:
Información básica sobre rasgos del desarrollo infantil y de los procesos de aprendizaje en relación con cada campo, así como los logros que en términos generales han alcanzado los niños al ingresar a la educación preescolar.
Ofrece opciones para diseñar o seleccionar situaciones didácticas o secuencias de actividades.
Referente aprendizajes que los niños pueden lograr según las características de cada campo formativo.
Tomar en cuenta la formación de esta columna ayudara a la educadora a identificar acciones necesarias de fortalecimiento, así como a establecer, en las situaciones propuestas, variantes que impongan nuevos desafíos a los niños en el campo formativo de que se trate.
I. DESARROLLO PERSONAL Y SOCIAL
Las actitudes y capacidades relacionadas con el proceso de construcción de la identidad personal y de las competencias emocionales y sociales. La compresión y regulación de las emociones y la capacidad para establecer relaciones interpersonales son estrechamente relacionadas. Los procesos de construcción de la identidad, desarrollo efectivo y de socialización en los pequeños se inician en la familia. Investigaciones actuales han demostrado que desde muy temprana edad desarrollan la capacidad para captar las intenciones, los estados emocionales de los otros y para actuar en consecuencia, es decir, en un marco de interacciones y relaciones sociales. Los niños transitan, de llorar cuando sienten la necesidad que los adultos interpretan y satisfacen, a aprender a expresar de diversas maneras, lo que sienten y desean.
El lenguaje juega un papel importante, pues la progresión en su dominio por parte de los niños les permite representar mentalmente, expresar y dar nombre a lo que perciben, sienten y captan de los demás, así como lo que los otros esperan de ellos. Los niños y las niñas han logrado un amplio e intenso repertorio emocional que les permite identificar en los demás y en ellos mismos diferentes estados emocionales.
Se trata de un proceso que refleja el entendimiento de si mismo y una conciencia social en desarrollo, por el cual transitan hacia la internalización o apropiación gradual de normas de comportamiento individual, de relaciones y de organización de un grupo social.
Las emociones, la conducta y el aprendizaje son procesos individuales, pero se ven influidos por los contextos familiar, escolar y social en que se desenvuelven los niños; en estos procesos aprenden formas diferentes de relacionarse, desarrollan nociones sobre lo que implica ser parte de un grupo, y aprenden formas de participación y colaboración al compartir experiencias.
Implican procesos en los que intervienen la comunicación, la reciprocidad, los vínculos afectivos, la disposición a asumir responsabilidades y el ejercicio de derechos, factores que influyen en el desarrollo de competencias sociales.
La construcción de la identidad personal en los niños y las niñas implican la formación del auto concepto (idea que están desarrollando sobre si mismos y el reconocimiento de su imagen y sus características físicas, sus cualidades y limitaciones, y el reconocimiento de su imagen y de su cuerpo) y la autoestima (reconocimiento y valoración de sus propias características y de sus capacidades), sobre todo cuando tiene la oportunidad de experimentar satisfacción al realizar una tarea que les representa desafíos.
Las niñas y niños están empezando a entender cosas que los hacen únicos, a reconocerse a sí mismos (por ejemplo, en el espejo o en fotografías); a darse cuenta de las características que los hacen especiales, a entender algunos rasgos relacionados con el género que distinguen a mujeres y varones (físicas, de apariencia o comportamiento) y los que los hacen semejantes; a compararse con otros, a explorar y conocer su propia cultura y la de otros; a expresar ideas sobre sí mismos y a escuchar las de otros; a identificar diferentes formas de trabajar y jugar en situaciones de interacción con sus padres y con adultos, y también a aprender formas de comportamiento y de relación.
Las competencias que componen este campo formativo se favorecen en los pequeños a partir del conjunto de experiencias que viven de las relaciones afectivas que tienen lugar en el aula y que deben crear un clima favorable para su desarrollo integral.
El clima educativo representa una contribución fundamental para propiciar el bienestar emocional, aspectos fundamentales en la formación de disposiciones par el aprendizaje en los alumnos.
Los niños de tres años tienen mayor dificultad para integrarse a un medio nuevo y las diferencias individuales tienen mayor variación cuanto menor es el niño. Significa dedicar tiempos más prolongados a conocer como expresan sus necesidades y deseos, de acuerdo con las practicas de su familia y de su cultura, y a introducirlos al nuevo medio asegurándose que todos encuentren en el referentes afectivos y sociales acordes con los que han aprendido en su hogar, la angustia que se genera en los niños por el cambio que viven en el tipo de atención que reciben ceda con mayor rapidez ente la seguridad y confianza que les pueda ofrecer el nuevo espacio de relación y convivencia.
La
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